CINEMAGOING
EN BARCELONA: UNA PROYECCI�N AL FUTURO MEDIANTE LA EXPERIENCIA DE CONSUMO DE
LOS ESPECTADORES J�VENES
Virginia Luz�n Fern�ndez
Estefania Garc�a Fleitas
Cerdanyola
del Vall�s
Resumen
Este art�culo presenta los
resultados del an�lisis de la experiencia sociocultural del acto de ir al cine
que tienen los j�venes de la ciudad de Barcelona, en un rango de edad comprendido
entre 20 y 30 a�os de edad. Nuestro objetivo principal ha sido el estudio de
las transformaciones que se producen en esta experiencia, en los cambios de
percepci�n de la infancia a la juventud pasando por la adolescencia, para
encontrar los puntos comunes y divergentes de la experiencia de ir al cine. Nos
hemos basado en la metodolog�a de entrevista en profundidad sobre una muestra
de 20 sujetos, donde han quedado representados ambos sexos, toda la gama de
edades y los diferentes distritos de Barcelona. En las conclusiones demostramos
que es necesario analizar y comprender la manera m�s
reciente en la que ha variado la forma de consumir cine para poder sentar las
bases de lo que ser� su consumo en el futuro.
Palabras
claves: cinemagoing, Nueva Historia del Cine, j�venes, preferencias
cinematogr�ficas.
Abstract
This article presents the
results of analysis the sociocultural experience of the act of going to the
cinema of young people at the city of Barcelona, in an age range between 20 and
30 years old. Our main objective has been the study of the transformations that
happen in this experience, perception changes from childhood to youth through
adolescence, to find the common and divergent points of the movie-going
experience. We have relied on in-depth interview methodology on a sample of 20
subjects, which have been represented both sexes, the whole range of ages and
different districts of Barcelona. The conclusions show that it is necessary to
analyze and understand the latest way that has changed the way people consume
cinema to lay the groundwork for what will be their future consumption.
Key Words: cinemagoing, New Cinema History, young people, film
preferences.
Introducci�n
En
el presente art�culo el objeto de estudio es la experiencia sociocultural del
acto de ir al cine que tienen en la actualidad (2015) los j�venes de la ciudad
de Barcelona de entre 20 y 30 a�os edad. El objetivo es conocer y analizar esta pr�ctica y estudiar si la misma
ha cambiado desde sus infancias a la actualidad. El objetivo general de la investigaci�n es
describir y analizar la evoluci�n en la experiencia de ir al cine de los
j�venes de Barcelona, para descubrir si hay puntos comunes y divergentes entre
las distintas experiencias posibles.
Los resultados que presentamos est�n enmarcados
dentro de un proyecto de mayor envergadura, �Cultura de la Pantalla�, cuyo objetivo general es realizar un an�lisis diacr�nico del rol social de la experiencia
de ir al cine en Barcelona entre 1897 y 1992, en el contexto del desarrollo
urbano y el proceso de modernizaci�n de la ciudad y sus habitantes, mediante el
estudio de la oferta y el consumo de cine a lo largo del tiempo. Este proyecto
forma parte de una iniciativa internacional que tiene como objetivo final la
creaci�n de una red de investigaci�n en la materia, y con los resultados
obtenidos podr�n hacer una comparaci�n en profundidad entre las diferentes
ciudades investigadas (Meers et. al., 2014).
Existe la necesidad de estudiar la historia del cine no desde la
perspectiva de las pel�culas o las estrellas del celuloide, sino desde un nuevo
paradigma en el que la audiencia y sus rituales de consumo pasan a ser tambi�n
protagonistas de la investigaci�n acad�mica, es lo que se conoce como Nueva
Historia del Cine (New Cinema History),
y en la que confluyen aspectos tan variados como el contexto hist�rico,
pol�tico y econ�mico de cada �poca, las salas de exhibici�n y la evoluci�n que
han sufrido, la proyecci�n de determinadas pel�culas en cada momento concreto y
el consumo por parte de cada audiencia, ya que hubo (y hay) diferentes tipos de
consumidores de cine con distintas formas de consumo.
Consideramos
que la investigaci�n que presentamos se enmarca dentro de esta tendencia
acad�mica, y que tiene relevancia porque dar� a conocer la percepci�n de los
j�venes de Barcelona sobre la experiencia de ir al cine y c�mo esa experiencia
ha podido evolucionar a lo largo de los a�os. Una pr�ctica social cuyas conclusiones
ser�n extrapolables a ciudades de envergadura, poblaci�n y �mbito cultural similares
a las de Barcelona. Hemos encontrado distintas variables implicadas, desde las
nuevas tecnolog�as que han modificado la forma de consumo de los productos
audiovisuales -as� se introduce la recepci�n en la cuarta pantalla que conlleva
la competencia de la industria con cada vez mejores pantallas o sistemas de
sonido m�s sofisticados en las salas- a las comodidades �extra� en las propias
salas de exhibici�n, lo que provoca que la experiencia de ir al cine tambi�n
haya ido cambiando. Por ello, es imprescindible analizar y comprender c�mo ha
cambiado la forma de consumir el cine para poder sentar las bases de lo que
ser� el consumo del cine en el futuro.
Nos planteamos, pues, que los cambios
tecnol�gicos, sociales y econ�micos han fomentado una evoluci�n en la
experiencia sociocultural de ir al cine y que la forma de consumo del mismo es
diferente. Definimos como hip�tesis que el consumo en sala est� centrado en la alta valoraci�n de la experiencia
diferenciada, ya sea por la aportaci�n de tecnolog�a punta, la oferta de cine
de contenido alternativo o las versiones originales. Las preguntas de
investigaci�n que nos realizamos fueron:
- �Qu� motivos impulsan hoy en d�a a los j�venes
a asistir a las salas de cine? �Son los mismos que les impulsaban a concurrir
como audiencia infantil o juvenil?
- En el contexto juvenil actual, �la experiencia
del ir al cine se ha convertido en un �lujo� econ�mico?, �se seleccionan m�s
las pel�culas y se prioriza el consumo
social?
Para
responder a estas preguntas hemos dise�ado unas variables de an�lisis que
desplegaremos con profundidad en el apartado del m�todo, pero que
sint�ticamente son:
1. Asistencia
al cine: en compa��a o solo;
2. H�bitos
en la experiencia de ir al cine;
3. Percepci�n
del precio de la entrada del cine;
4. Consumo
de cine en el hogar;
5.
La importancia en la
selecci�n de la pel�cula;
6. Asistencia
a cines con servicios diferenciados.
En una entrevista en profundidad de m�s de 60
preguntas y con una duraci�n de 1:30h, como media por sujeto entrevistado,
hemos conseguido respuestas que han sido analizadas cualitativamente y presentamos
en el apartado de an�lisis, y nos han dado resultados significativos que
exponemos en el apartado de conclusiones.
Marco te�rico
Introducci�n Hist�rica
La historia del cine en Barcelona comienza a finales del siglo XIX. Seg�n Garc�a Fern�ndez (2002), cuando el cine llega a Espa�a, y
por ende a Barcelona, lo hace en tres tipos de locales:
�
Barracones: recintos sin los m�nimos medios y con
constantes problemas, como los incendios, provocados por los materiales
inflamables con los que se constru�an dada su provisionalidad.
�
Pabellones: locales bien
dispuestos para la proyecci�n y con condiciones m�nimas de comodidad e higiene.
Son los que mayoritariamente evolucionar�an al conocido cine de barrio.
�
Salas estables: aquellas
que o bien desde sus inicios se conciben para el espect�culo del cine y que
pueden evolucionar hacia la sala de estreno o la gran sala de cine, o bien son
teatros y alternan la representaci�n teatral con la proyecci�n de pel�culas.
El
primer cine estable fue el Cine Napole�n (1896), pas� de ser �barraca� a �sala
de cine�, y estaba orientado a las clases populares como un entretenimiento muy
econ�mico. Seg�n Luz�n, la reconversi�n de las salas cinematogr�ficas vendr�a
de la mano legislativa, primero sobre las condiciones de seguridad e higiene,
con normativas como las referidas a los materiales de construcci�n y como las
que regulan el n�mero de espectadores por sala. (Luz�n, et. al., 2014: 5) As�,
encontramos el Reglamento de Polic�a de Espect�culos P�blicos del 19 de Octubre
de 1913 y su reconversi�n en 1935 (Garc�a Fern�ndez, 2002) donde se establecen
estas condiciones m�nimas, aunque muchas de ellas no se cumpl�an, como la
normativa de no fumar o no llevar sombrero en la sala.
En
Barcelona, las primeras salas de cine estables nacen tanto en el centro de la
ciudad como en la periferia, compartiendo el espacio con los barracones
itinerantes, mientras que los pabellones se distribuyen de manera m�s
discrecional solo entre los barrios tradicionalmente dedicados al consumo del
ocio y las barriadas de la periferia. As�, en los primeros treinta a�os de la
introducci�n del cine como entretenimiento en la ciudad de Barcelona, 59 salas
estables se construyen en la ciudad. A
partir del momento en que el cine se comienza a explotar de forma comercial,
este nuevo arte comienza a crecer y a formar parte de la cultura de la ciudad.
Para nuestra investigaci�n, ha sido
necesario analizar la evoluci�n del cine en Barcelona desde 1980 a la
actualidad, ya que nuestra muestra de estudio son j�venes nacidos en esa d�cada
y nos interesaba especialmente c�mo han vivido la evoluci�n de la experiencia
social de ir al cine, conocida como cinemagoing,
dentro de la teor�a de investigaci�n de la Nueva Historia el Cine. Fue
complicado encontrar fuentes de informaci�n bibliogr�ficas que narraran c�mo evolucion�
el cine en la ciudad condal durante estas �ltimas d�cadas. Y es a�n m�s
complicado si queremos analizar la etapa de los �ltimos 10 a�os, ya que
�nicamente existen algunos datos cuantitativos de los institutos de estad�stica
del pa�s, y los art�culos que la prensa escribe sobre el cine, centrados en la
industria o las pel�culas, pero escasamente en las salas o en la experiencia
que supone el acto de consumo cinematogr�fico m�s all� de las audiencias. Es
por eso, que para conocer la historia del cine en este periodo, investigamos en
profundidad en la hemeroteca de los peri�dicos m�s influyentes.
El cine en
Barcelona en la d�cada de 1980 ya era una alternativa cultural y de ocio con
protagonismo en el pa�s. Sin embargo, a partir de esta d�cada, el cine entra en
una etapa convulsa que le hizo evolucionar de una forma muy r�pida, haciendo
que el panorama cambiase radicalmente en poco m�s de 30 a�os.
El cine hab�a
sufrido en los a�os 60 una crisis debida, entre otros motivos, a la llegada de
la televisi�n a los hogares espa�oles, pero supo competir con una oferta
diferenciada, enfocada hacia el mayor espect�culo, y sigui� creciendo. Las
salas de cine se hab�an extendido por todo el territorio, y la rutina de ir al
cine con la familia, los amigos o la pareja era un h�bito normalizado entre los
ciudadanos espa�oles. En esa �poca, pr�cticamente en todos los barrios de la
ciudad de Barcelona hab�a salas de cine. Eran cines peque�os que ten�an entre
una y tres salas, con aforo limitado y donde la oferta de pel�culas era m�s
bien escasa. Adem�s, eran salas muy sencillas donde todo funcionaba de forma
mec�nica o manual, desde la venta de los tickets, hasta la forma de proyecci�n.
En 1984 en
Espa�a se produce la legalizaci�n de las salas X. Este fue un cambio importante
para la historia del cine, porque adem�s de ser un reflejo de la reciente
democracia implantada en el pa�s, supuso una nueva oportunidad para todas
aquellas salas que estaban en decadencia y que decidieron abogar por el cine
pornogr�fico para mantenerse en pie. A�n as�, muchas de estas salas acabaron
cerrando y convirti�ndose en aparcamientos o supermercados
(Luz�n, et. al. 2014).
La
inform�tica y su introducci�n en todos los �mbitos comerciales tambi�n lleg� a
las salas de cine en la d�cada de los 80, de tal manera que a finales de la
misma, la venta de entradas por ordenador incluso fue noticia. Este es uno de
los primeros avances tecnol�gicos de las salas de cine de Barcelona en el a�o
1987. Venden las primeras entradas informatizadas, lo que permite que las butacas
sean numeradas y que se puedan reservar en taquilla o con anticipaci�n.
Figura 1.
Fuente: La
Vanguardia, 28 de diciembre de 1987, p�g. 23.
El �ltimo
gran cambio importante de esta d�cada fue la aparici�n de las primeras
multisalas o m�ltiplex, que consist�an en la ampliaci�n del n�mero de salas en
los cines, y por lo tanto, la multiplicaci�n de la oferta cinematogr�fica. A
pesar de que nacen en la d�cada de los a�os 80, fue concretamente a partir de
1995 cuando comienzan a darse cambios que marcar�an el nuevo curso de las salas
de cine de la ciudad de Barcelona. Es en este a�o cuando comienzan a afianzarse
los primeros cines multisalas de la ciudad.
Figura 2.
Fuente: La Vanguardia, 1 de julio de 1995, p�g. 59.
La
principal novedad de estos cines era que pose�an ocho o m�s salas de
proyecci�n. El aumento de las salas de proyecci�n por cine provoc� que
aumentara considerablemente la oferta cinematogr�fica. Por otro lado, las salas
comenzaron a ser mucho m�s grandes y con mucha m�s capacidad que las que los
ciudadanos pod�an encontrar en los cines de barrio. Esta tendencia se expande
r�pidamente por toda la ciudad. Los grupos
con salas de cine que ya exist�an como el grupo Bala�� o el grupo Lauren deben
adaptar sus cines ampliando el n�mero de salas. Por otro lado, muchos de los
tradicionales� cines de barrios acaban
cerrando sus salas, que van quedando obsoletas y no llenan el aforo. Los
espectadores prefieren los nuevos cines multiplex,
con salas m�s grandes, con la �ltima tecnolog�a, y que ofrecen m�s servicios y
comodidades.
Con la
llegada del siglo XXI no vari� mucho el panorama de las salas de cine de
Barcelona. La tendencia ha seguido siendo la misma: el aumento de los cines
multisalas en detrimento de los cines de barrio. Cada vez son m�s los
multisalas ubicados dentro de centros comerciales, o cercanos a �reas
comerciales. Es una tendencia que busca ver el cine como un complemento de ocio
y de consumo m�s que como un evento cultural. Adem�s, se fueron sumando muchos
avances a nivel tecnol�gico como las salas para ver pel�culas en tres
dimensiones, las salas con sonido Surround
o sonido envolvente, las pantallas curvadas con un tama�o mucho mayor al
normal, o los asientos con vibraci�n.
A partir
de 2008, la crisis econ�mica que comienza a sufrir el pa�s hace que se paralicen
los proyectos de creaci�n de nuevas salas de cine. El cine empieza adem�s a
tener una dura competencia en la pirater�a, que est� muy extendida. La oferta
cinematogr�fica en internet es cada vez mayor y la forma de conseguir las
pel�culas es cada vez m�s f�cil. Muchas salas de cine siguen cerrando,
especialmente las de menor tama�o.
�En la lista de cad�veres aparecen el Rex, el Palacio del Cinema, el Renoir
Les Corts, las salas de la empresa Lauren en Sant Andreu y en Gr�cia, el
Alexandra, el Novedades, el N�pols, el Casablanca y el Urgell, la sala m�s
grande que hasta el a�o pasado ten�a la ciudad. La crisis inmobiliaria y la
elevada inversi�n que precisan estos locales han propiciado que permanezcan
anclados en el pasado� (Elperiodico.com, 17 de mayo de 2012).
A las que
permanecen en pie les cuesta sobrevivir cada d�a. El 1 de septiembre de 2012
entra en vigor la aplicaci�n del 21% de IVA para las ofertas culturales. Esta
subida de los impuestos afecta de forma muy negativa tanto a la producci�n como
a la explotaci�n del cine.
Figura 3.
Fuente: La
Vanguardia, 3 de agosto de 2012, P�g. 22.
�
Los
cambios sociales, econ�micos y tecnol�gicos son los principales factores que
han afectado a la evoluci�n del cine en Espa�a y, concretamente, en Barcelona. Durante
el siglo XX esta evoluci�n ha sufrido en paralelo los acontecimientos que han
sacudido Espa�a; ha pasado por varias crisis econ�micas, por una guerra civil, la
larga postguerra y los a�os de dictadura, la posterior transici�n, y los
�ltimos a�os de democracia donde los cambios de legislatura han marcado en
parte el rumbo de las salas de cine. A pesar de las dificultades que ha tenido
que afrontar, el cine sigue en pie despu�s de haber pasado m�s de un siglo
desde su llegada a Barcelona. Ha sabido adaptarse y progresar mostr�ndonos un
panorama actual muy diferente al de sus inicios.
Uno de los
problemas que m�s preocupa a los espectadores en relaci�n al cine es la subida
del precio de la entrada. La totalidad de los entrevistados de nuestro estudio
durante la entrevista en profundidad habl� de su preocupaci�n y descontento con
el precio de la entrada a las salas de cine en Barcelona. Los precios han ido
incrementando en las �ltimas d�cadas. En los �ltimos 15 a�os la tarifa
pr�cticamente se ha duplicado, y muchos, hoy en d�a, consideran que el cine es
�un lujo�.
����������� Tabla 1: Precios por d�cada
D�cada |
Precio de media en un d�a laboral |
1980-1990 |
130 pesetas
(0,78�) |
1990-2000 |
300-500
pesetas (1,80 � 3�) |
2000-2010 |
5-7� |
Actualidad |
8-10� |
Tabla de creaci�n propia con los
datos extra�dos de http://www.ipcblog.es/la-evolucion-del-precio-del-cine-desde-1930/ y
FACUA-Consumidores en Acci�n.
Los
precios de las entradas de cine expuestos no son exactos ya que los mismos corresponden
a la media nacional y pueden aumentar o disminuir dependiendo de la ciudad
donde se encuentren las salas. Adem�s, el precio se puede ver incrementado en
pel�culas de estreno o proyecciones en 3D, o podr�a disminuir por las ofertas
que haga cada sala de cine, como el d�a del espectador o los packs familiares.
A�n as�, FACUA-Consumidores en Acci�n denuncia que entre enero de 2004 y el
mismo mes de 2014 el precio medio de la entrada en un d�a laborable ha subido
un 45,2%. Adem�s, desvela que Barcelona es la ciudad m�s cara para ir al cine,
ya que acceder a una sala cuesta 9,11 euros de media el fin de semana.
En este
panorama encontramos que el cine en Barcelona tiene dos vertientes muy
diferenciadas. La primera es la de los cines multisalas, que se ubican cercanos
a �reas comerciales y que siguen ofreciendo una amplia gama de pel�culas de
todo tipo, con grandes estrenos y grandes inversiones en publicidad. Por otro
lado, ha surgido una nueva tendencia ya que los cines que no llegan a estar al
nivel de ventas de las multisalas necesitan encontrar la forma de
singularizarse. Algunas de estas singularidades son la proyecci�n de pel�culas
en versi�n original, que podemos encontrar en el cine Renoir Floridablanca, la
proyecci�n de filmes de autor que se promueve en los cine Verdi, o la
proyecci�n de estrenos pasados con precios en la entrada mucho m�s baratos, que
encontramos en la sala Texas, una antigua sala cerrada del barrio de Gracia que
ha renacido el a�o 2014. Son salas de cine que se han reinventado y modernizado
buscando tener una� personalidad propia y
a las que la gente acude desde cualquier punto de la ciudad por la atracci�n
que siente hacia su especialidad.
New Cinema History
La
llegada del cine a Espa�a dio lugar de una forma progresiva a muchos cambios en
la vida de las personas. El cine se fue estableciendo como un nueva alternativa
de ocio que aportaba una experiencia social y cultural. Esta nueva actividad
fue teniendo cada vez mayor importancia y fue entrando en la rutina de ocio de
muchas personas. La evoluci�n de la industria del cine y la evoluci�n de las
pr�cticas de consumo por parte de los espectadores han influenciado a la propia
historia del pa�s. Es por eso que consideramos esencial analizar los cambios
que han tenido lugar y los actores que han favorecido la evoluci�n del cine,
una de las alternativas de ocio m�s importantes del siglo XX.
�Los espacios de consumo,
la oferta y la selecci�n de las pel�culas, as� como los rituales que conforman
el hecho de ir al cine pasan a un primer plano desde esta perspectiva
acad�mica, que nos ofrece datos imprescindibles para poder entender la historia
del cine de forma integral� (Luz�n, et. al. 2014: 2).
Los
estudios sobre las experiencias de asistencia al cine, la exhibici�n y la
proyecci�n de pel�culas, o las salas de cine de las ciudades son escasos en los
inicios de la literatura cient�fica sobre el cine. A partir de los a�os
noventa, estos estudios se han ido volviendo m�s comunes, as�, encontramos autores
como Allen (1990, 2006), Gomery (1992), Jancovich, Faire y Stubbings (2003),
Kuhn (2002), Lozano, Biltereyst, Frankenberg,
Meers, e Hinojosa (2013), Maltby
(2006), Richards (2003) y Taylor (1989), y entre otros, que han sido los
pioneros que han sentado las bases de la tendencia de investigaci�n acad�mica
del New Cinema History, que estudia
las salas de cine, la programaci�n de las pel�culas, y especialmente las
experiencias y recuerdos de los espectadores sobre la pr�ctica de ir al cine
durante su vida. Esta corriente se ha ido aplicando en estudios realizados
principalmente en Estados Unidos y en algunos pa�ses de Europa, donde
investigadores como los antes citados han explorado el desarrollo hist�rico del
cine en sus pa�ses y la oferta de pel�culas determinada por el contexto
hist�rico-social y han analizado el consumo hist�rico cinematogr�fico.
A
pesar de que esta tendencia de investigaci�n se est� extendiendo, este tipo de
estudios sobre la perspectiva de la nueva historia del cine en el resto del
mundo son insuficientes. A�n as�, podemos localizar bibliograf�a reciente en
pa�ses como M�xico, donde encontramos los estudios de G�mez (2004), Lozano,
Biltereyst, Frankenberg, Meers, e Hinojosa (2013) y Rosas Mantec�n (1998).
En
el contexto espa�ol encontramos trabajos como los de Labanyi (2005), Letamendi
y Seguin (2004, 2008), Luz�n, Biltereyst, y
Meers (2014) y Montero y Paz (2012), que iniciaron el estudio del New Cinema en Espa�a o que han seguido
desarrollando esta corriente de investigaci�n desde la perspectiva de la
experiencia de consumo de cine en la vida cotidiana y la modernizaci�n del pa�s
gracias a la interacci�n del cinemat�grafo.
�Si las salas de cine se
aceptaban como �ndice de riqueza y de entretenimiento m�s difundido, hab�a que
separar una Espa�a triste � las zonas con pocos cines-, de otra quiz� no
alegre, pero en la que sus clases populares pod�an disfrutar de un ocio
modesto�y constante. Incluso gentes que no se sent�an muy cercanas a la
cinematograf�a reconoc�an que el cine era una de las formas de ocio m�s
importantes� (Montero y Paz, 2012: 82).
G�mez
afirma que el cine re�ne tres elementos importantes: una historia particular
del cine como oferta cultural en un espacio local, una historia medi�tica
dentro de los recuerdos y experiencias de sus p�blicos, y una historia en su
relaci�n con las culturas locales. Es imprescindible por lo tanto ir m�s all�
de los datos cuantitativos y descubrir toda aquella informaci�n que nos puede
dar el cine. (G�mez, 2004: 12)
Conocer
el papel que ejerce el cine dentro de una sociedad nos aporta mucha informaci�n
sobre las transformaciones que se han ido dando a lo largo de la historia. Nos
ayuda a comprender la configuraci�n de esa sociedad, los cambios de una ciudad,
la evoluci�n de los medios de comunicaci�n, y la relaci�n que tienen los
ciudadanos con esos medios de comunicaci�n, especialmente con el cine de su
ciudad.
�La dial�ctica, por su
parte, se�ala que el cine est� inmerso en una formaci�n social. El cine es
diferente en casa sociedad y en cada momento hist�rico porque las condiciones
estructurales de las distintas formaciones existentes le imprimen un
determinado car�cter social, pol�tico, econ�mico y ret�rico, de ah� que pueda
hablarse de cine franquista, sovi�tico, fascista, etc�tera� (Diez, 2003: 18).
En
definitiva, la perspectiva te�rica del New
Cinema History, nos permitir� obtener experiencias y recuerdos de cada uno
de los individuos, creando as� un marco hist�rico que no s�lo aportar� datos
del consumo cinematogr�fico, sino tambi�n de aspectos sociales, pol�ticos o
econ�micos.
Esta
corriente acad�mica es muy importante en nuestro estudio ya que esperamos
obtener informaci�n que nos ayude a comprender el papel del cine en la historia
de la ciudad de Barcelona.
La
experiencia sociocultural y su extensi�n al cine como g�nero de masas
Como ya hemos nombrado
anteriormente, uno de los pilares de la Nueva Historia del Cine es conocer los
rituales que conforman los espectadores alrededor de la experiencia de ir al
cine. Normalmente, las primeras veces que un individuo va al cine, lo hace
acompa�ado de un adulto, generalmente un familiar. Desde la etapa de la ni�ez
se va generando un rito en torno al acto de ir a una sala de cine. Ese ritual
ir� evolucionando con cada individuo. Podr� cambiar la compa��a, la sala de
cine a la que se asiste, la forma en que se va a la sala, lo que se consume
mientras se visiona el film, o lo que se acostumbra a hacer al terminar la
pel�cula. Sin embargo, la variante que suele persistir es la de ir al cine en
compa��a de otras personas.
El
cine, por lo tanto, no es �nicamente un momento de ocio y diversi�n personal,
sino que es una forma de relacionarse, de socializarse, de establecer v�nculos
afectivos, y de sentirse parte de una comunidad. Esto tiene especial
importancia durante las etapas de la ni�ez y de la adolescencia, donde se va
desarrollando la personalidad del individuo y se socializa como individuo.
�El tiempo libre es un
espacio de experiencias significativas donde los j�venes son los �nicos
responsables de lo que hacen, donde los j�venes hacen realmente lo que quieren
y no lo que tienen la obligaci�n de hacer. El tiempo libre es cada vez m�s
significante para los j�venes, el ocio y los medios de comunicaci�n se
convierten en m�s socializadores que antes� (Figueras, 2007: 27).
El cine en la actualidad
es un medio de comunicaci�n convertido en un objeto de consumo m�s. Estos
medios de comunicaci�n tienen una enorme carga simb�lica que en muchas
ocasiones no se tiene en cuenta y que es necesario valorar especialmente cuando
hablamos del consumo juvenil. �El consumo no es simple consumismo, sino que
tambi�n tiene que ver con la amistad, la diversi�n, las relaciones entre los
sexos, la autoestima o la aceptaci�n� (Mart�nez, 2002: 87).
En uno de sus art�culos sobre la
transformaci�n de la cultura local y los medios de comunicaci�n, G�mez escribe:
�Se hace manifiesto a
trav�s de las memorias de los sujetos una serie de competencias para evaluar y
asistir al cine, un h�bitus, porque
la pr�ctica de asistir al cine era una pr�ctica social, una experiencia grupal
y colectiva donde las personas se reun�an, se ve�an, se relacionaban, y es por
ello que el mundo social exterior al cine se introduc�a de alguna manera en las
maneras de estar en su interior, en las salas, y se creaban circuitos con lo
exterior. El cine era un espacio donde hombres y mujeres j�venes se reun�an, se
encontraban, para buscar pareja, o para que las parejas pudieran encontrarse� (G�mez,
2004: 22).
El cine es un espacio de
afirmaci�n social y la experiencia de ir a las salas cobra sentido cuando se
comparte con otras personas. Para analizar la experiencia de ir al cine de un
adolescente, no es importante conocer �nicamente la sala a la que ha acudido, o
la pel�cula que ha escogido ver, es esencial conocer y analizar con qu�
personas ha experimentado el hecho de ir a una sala de cine. La mejor forma de
comprender el poder socializador de las salas de cine es analizando la
experiencia que los propios adolescentes tienen del hecho de ir acompa�ados a
ver una pel�cula.
La experiencia
sociocultural del cine como g�nero de masas tiene un papel importante en este
estudio ya que una de nuestras hip�tesis analiza los motivos que impulsan en la
actualidad a los j�venes a asistir a las salas de cine. El aumento de precios
de los �ltimos a�os ha favorecido que los j�venes consideren que el cine es un
�lujo econ�mico�, por lo tanto han aumentado las exigencias de lo que el joven
espera del cine. No s�lo hace una selecci�n m�s�
exhaustiva de las pel�culas, sino que adem�s prioriza el consumo social.
Los j�venes
como receptores: la importancia de hacer estudios de recepci�n en juventud.
Los
adolescentes viven en un mundo de trasformaci�n y construcci�n vital constante.
La adolescencia es la etapa en la cual las personas comienzan a asentar las
bases de su propia identidad y personalidad. Es una �poca en la que adem�s
comenzamos a comprender los efectos socializadores que nos ayudar�n a estar
integrados dentro de la sociedad. Nuestro entorno, nuestras creencias, nuestros
gustos, nuestra rutinas� estos y otros factores son los que determinar�n el
entorno social en el que iremos desenvolviendo nuestra vida, pero son los
medios de comunicaci�n los m�s determinantes:
�En
la empat�a de los j�venes con la cultura tecnol�gica, que va de la informaci�n
absorbida por el adolescente en su relaci�n con la televisi�n a la facilidad
para entrar y manejarse en la complejidad de las redes inform�ticas, lo que
est� en juego es una nueva sensibilidad hecha de una doble complicidad
cognitiva y expresiva: es en sus relatos e im�genes, en sus
sonoridades, fragmentaciones y velocidades que ellos encuentran su idioma y su
ritmo� (Mart�n Barbero, 2002: 3).
Tal
y como Huertas y Fran�a (2001) explican, autores
como Bandura y Walters (1977), Bechelloni y Buonanno (1997) y
Thompson (1998) han publicado estudios donde consideran que �los medios de
comunicaci�n son transmisores de modelos de conducta, de modelos de �yo�, y, en
consecuencia, colaboradores de la construcci�n de la identidad personal� (Huertas
y Fran�a, 2001: 5).
Los medios de
comunicaci�n se han convertido en uno de los agentes socializadores m�s
importantes debido a la transmisi�n de diferentes im�genes y estereotipos que
son adoptados por los y las adolescentes como modelos a seguir. A�n as�, algunos
estudios sostienen que la relaciones de amistad suponen una mayor influencia
para el adolescente que los medios de comunicaci�n. Esto quiz� se debe a que es
en las relaciones sociales donde el adolescente experimenta realmente el mensaje
que recibe de los medios (Luz�n et al., 2009).
Autores
como Fedele y Garc�a-Mu�oz (2010), Figueras (2007-2012),
Garitaonandia, Jurasti, Pastor y Oleaga (1998), Huertas
y Fran�a (2001), Pont�n, F. (1994), y muchos otros, analizan el consumo
audiovisual de los j�venes buscando patrones que identifiquen sus costumbres,
rutinas o preferencias. La importancia de todos estos estudios sobre la
audiencia juvenil se debe a que, seg�n Huertas (1998) los adolescentes son un target muy diferenciado del resto, porque
su valor y rendimiento econ�mico dentro del sector del ocio est� en alza.
Adem�s, la industria
audiovisual est� en persistente cambio y se ha hecho a�n m�s palpable los
�ltimos a�os. Constantemente aparecen en el mercado nuevas alternativas de
consumo audiovisual que hacen que la industria del cine tenga que competir
transform�ndose y se tenga que adaptar a los nuevos cambios y rutinas del
p�blico.
Para realizar este
trabajo, es primordial que conozcamos la percepci�n que tienen los j�venes de
estos cambios, c�mo aprecian la evoluci�n de la industria audiovisual y, en
especial, la evoluci�n de la industria del cine.
Las transformaciones sociales en
relaci�n a la cultura del ocio nos proporcionan un aumento del consumo de
contenidos televisivos, cinematogr�ficos o radiof�nicos, entre otros, recibidos
a trav�s de las redes sociales, de la pantalla del televisor, de un m�vil o de
una tableta. Esta realidad deber�a plantear una mayor atenci�n a c�mo siguen
influyendo esos contenidos en la poblaci�n juvenil durante la etapa de
construcci�n de las identidades. Los
adolescentes est�n expuestos constantemente a la evoluci�n de las nuevas
tecnolog�as de la comunicaci�n y la informaci�n y son capaces de adaptarse a
ellos y de actuar en consecuencia. Seg�n Fedele y Garc�a-Mu�oz �las
nuevas generaciones de j�venes han nacido y crecido en un entorno
multimedi�tico, donde reciben constantemente est�mulos de las muchas pantallas
de diferentes medidas y funciones que los envuelven� (2010: 5).
M�todo
Seg�n Winner y Dominick (1996) existen
cuatro tipos de investigaci�n cualitativa: estudios de observaci�n directa y
simple, entrevistas abiertas o intensivas realizadas a trav�s de entrevistas en
profundidad, grupos de discusi�n o entrevistas en grupo, y estudios de casos.
En el presente trabajo de investigaci�n se ha
utilizado como metodolog�a la entrevista en profundidad. Este tipo de
metodolog�a se diferencia de otros tipos en que utilizan muestras peque�as,
transmiten motivaciones o razones de las respuestas de los encuestados, dan
informaci�n detallada de los valores, motivaciones,
experiencias y sentimientos de aquellos que son entrevistados, permiten
realizar una observaci�n en profundidad de las reacciones impl�citas y no
verbales de los sujetos, suelen ser de larga duraci�n, la din�mica de la
entrevista se ir� desarrollando seg�n se va realizando y, existe su �xito
depende de la relaci�n que se establezca entre el entrevistador y el
entrevistado.
La
entrevista en profundidad, por lo tanto, es la metodolog�a m�s acertada dentro
de la corriente de la Nueva Historia del Cine, ya que nos aporta opiniones,
vivencias y recuerdos por parte de los entrevistados que nos puede ayudar a
comprender la evoluci�n hist�rica del cine en Barcelona.
Este
proyecto se basa en un estudio de recepci�n que analiza las din�micas de los
espectadores con respecto al consumo cinematogr�fico y c�mo �ste afecta las
rutinas sociales de los j�venes, en este caso espec�fico de la ciudad de
Barcelona. El trabajo se llev� a cabo a trav�s de la t�cnica cualitativa de
entrevistas en profundidad. En base al universo, y teniendo en cuenta que el
estudio es cualitativo y que en ning�n momento pretende ser representativo ni
generalizable, establecimos una muestra de 20 j�venes de diversas edades y
ambos sexos, entre los 20 y 30 a�os y residentes en Barcelona. La selecci�n de
la muestra se ha realizado de forma aleatoria, por lo tanto no hay una
discriminaci�n por religi�n, nivel socioecon�mico o nivel cultural. La
intenci�n es que en la muestra quedaran representados ambos sexos, la gama de
edades de entre los 20 y 30 a�os y todos los distritos de la ciudad de
Barcelona.
Las
preguntas del gui�n semi-estructurado estaban distribuidas en tres etapas:
infantil, adolescente y joven.
La etapa de la infancia comprende desde el
nacimiento hasta los 12 a�os; la adolescencia de los 12 a�os a los 18; y la
juventud de los 18 a la edad actual del entrevistado. En el periodo previo a la
realizaci�n de las entrevistas, durante la preparaci�n de las mismas, hemos
visto que la rutina de ir al cine es muy diferente especialmente entre esas
tres etapas: en la infancia el hecho de ir a una sala de cine implica el
acompa�amiento de un adulto; durante la adolescencia, es una de las primeras
actividades de ocio que se realizan sin la supervisi�n de un adulto y la
importancia reside en la experiencia social que le aporta ir a las salas con el
grupo de amigos; y a partir de la etapa que denominamos juventud, la persona va
al cine de una forma m�s consiente a ver las pel�culas, y no tiene tanta
importancia la experiencia social como en la juventud. En las tres etapas se
han repetido muchas preguntas que demuestran la evoluci�n de la persona en los
h�bitos de ir al cine. En la parte final de la entrevista se han a�adido
preguntas relacionadas con los h�bitos actuales, la integraci�n de las nuevas
tecnolog�as de la informaci�n en sus vidas y la forma en que ha podido cambiar
su rutina de ir al cine, o sus opiniones sobre asuntos como la percepci�n que
tienen de la industria del cine en Barcelona en la actualidad.
Las
entrevistas se llevaron a cabo durante enero y mayo de 2015, fueron grabadas en
audio y v�deo, transcritas y posteriormente analizadas.
La
forma de an�lisis de las entrevistas se ha realizado mediante la b�squeda de
palabras clave que ofrece el propio programa Word de Microsoft Office, en una
primera aproximaci�n y la herramienta de an�lisis Atlas.ti. en un segundo paso
del an�lisis de contenido. Las palabras buscadas en las entrevistas que han permitido
el an�lisis son aquellas que pertenecen a los campos tem�ticos que se han
definido y est�n en relaci�n al objetivo del proyecto. El estudio consisti� en
la recopilaci�n de historias orales sobre experiencias, an�cdotas, rutinas y
recuerdos de los entrevistados al ir al cine.
Para
desarrollar nuestro an�lisis cualitativo establecimos las siguientes variables:
1)
Asistencia
al cine: en compa��a o solo
Las
personas generalmente van al cine en compa��a, especialmente durante la
infancia y la adolescencia. Por lo tanto, consideramos importante analizar la
importancia de la experiencia socializadora en el acto de ir al cine o por el
contrario, los motivos que llevan al individuo a preferir ir al cine sin
compa��a.
2)
H�bitos
en la experiencia de ir al cine
Descubrir
los h�bitos, rutinas o costumbres que se han creado en torno al acto de ir al
cine. En muchos casos la experiencia de ir al cine se ha llegado a considerar
un ritual.
3)
Percepci�n
del precio de la entrada del cine
El
precio de la entrada del cine se ha ido incrementando gradualmente los �ltimos
a�os. Analizamos la percepci�n que tienen los j�venes de este incremento y las
medidas que toman al respecto.
4)
Consumo
de cine en el hogar
Las
nuevas tecnolog�as de la informaci�n sumadas al nacimiento de Internet han
permitido que el cine est� al alcance de la gran mayor�a de forma gratuita.
Analizamos los motivos que llevan a los j�venes a consumir cine en sus casas y
qu� otros motivos les mueven a seguir asistiendo a las salas de cine.
5) La importancia en la
selecci�n de la pel�cula
La oferta cinematogr�fica de la que disponen los j�venes en la actualidad
gracias a las nuevas tecnolog�as es infinitamente mayor que la oferta que
pueden encontrar en las salas de cine. Es importante por lo tanto analizar de
qu� forma seleccionan las pel�culas que consumen en las salas y qu� elementos
son los que priorizan.
6)
Asistencia
a cines con servicios diferenciados.
En
la actualidad, en la ciudad de Barcelona est� naciendo una tendencia que
consiste en la singularizaci�n de los cines, ofreciendo servicios diferenciados
a los habituales de las salas comerciales. Analizamos si los j�venes se
decantan por esta tendencia o si, por el contrario, siguen prefiriendo las
salas de cine habituales.�
Resultados
Los resultados que
expondremos a continuaci�n son los datos obtenidos del an�lisis de contenido de
las entrevistas en profundidad realizadas entre el 1 de enero y el 10 de mayo
de 2015. El procedimiento utilizado para obtener la informaci�n fue:
En
primer lugar, realizar las entrevistas en profundidad a la muestra escogida.
Las entrevistas fueron grababas en audio y v�deo. En segundo lugar, se procedi�
a la transcripci�n de las mismas. El procedimiento para poder realizar un
an�lisis y obtener resultados de las respuestas de los entrevistados fue, en
tercer lugar, hacer una tabla con bloques tem�ticos ordenados en �Causas� y �Consecuencias�.
Los bloques est�n relacionados con los temas que se tratan en la hip�tesis y
con el objetivo del estudio. Dentro de cada bloque hemos seleccionado palabras
que pertenecen a un mismo tema. Posteriormente, se ha buscado en todas las
entrevistas esas palabras para analizar a qu� hacen menci�n los entrevistados
utilizando la herramienta Atlas.ti. Por �ltimo, se ha realizado una comparativa
de todas las respuestas formulando conclusiones.
Los resultados que se
expondr�n a continuaci�n son los obtenidos de las entrevistas de nuestra
muestra. La muestra escogida solo es representativa de la ciudad de Barcelona y
extrapolable a su rango de edad. El hecho de realizar un an�lisis cualitativo
nos acerca a la realidad que viven los j�venes hoy en d�a y los lazos de relaci�n
que establecen con el acto de ir al cine (cinemagoing).
A continuaci�n mostramos la tabla de bloques tem�ticos utilizada para realizar
el an�lisis.
TABLA 2: Categor�as de
causas y consecuencias |
|||
CAUSAS |
Experiencia
social: Amigos Pandilla Grupos Comunidad |
Aumento
de precio: Subida
del IVA Lujo Precio Dinero |
Mayor
acceso a pel�culas: Internet Port�til/Tablet DVD Televisi�n |
CONSECUENCIAS |
El
cine como rito: Ritual Rutina Costumbre H�bito |
Mayor
selecci�n de pel�culas: Buscar
pel�culas no americanas Buscar
cr�ticas Pedir
recomendaciones |
Experiencia
diferenciada: Cine
de Autor Versi�n
original Alta
tecnolog�a Cines
Alternativos |
Fuente: elaboraci�n propia.
La experiencia social de ir al cine.
La
experiencia social del cine tiene especial importancia durante la etapa de la
ni�ez y de la adolescencia, donde se va desarrollando la personalidad del
individuo y se tiene la necesidad de sentirse parte de la sociedad. Nuestra
muestra est� compuesta por j�venes, por lo tanto es muy importante que
analicemos c�mo han vivido ellos el factor socializador del cine. Mediante las
entrevistas en profundidad, los entrevistados han podido contarnos c�mo han
vivido desde la etapa de la infancia a la actualidad esa experiencia social del
cine.
La
rutina que m�s nos repiten los entrevistados se define en: quedar con otras
personas, decidir la pel�cula, comprar las entradas, disfrutar de las horas que
dura el film y, finalmente, comentarlo y analizarlo con las personas con las
que se ha asistido a la sala. Los 20 entrevistados afirman que les gusta
compartir el cine con otras personas, que disfrutan yendo en compa��a. Algunas
de las respuestas que demuestran la importancia de los amigos en la rutina de
ir al cine son las siguientes.
A
la pregunta ��Con qu� asocia de su juventud su experiencia de ir al cine?�
*Una actividad para hacer con los amigos, todos
juntos, y divertirnos. (NS, mujer 21 a�os)
*Con la libertad de salir con tu amigas, sin tus
padres, te sientes mayor, hacer vida social.� (LB, mujer, 21 a�os)
*Pues lo relaciono al grupo de amigas que es el que
sigo teniendo actualmente, y que comenzamos quedando yendo al cine.
(BH, mujer, 20 a�os)
A
la pregunta ��Qu� diferencias encuentra entre el ir al cine en su infancia e ir
al cine actualmente?�
*Cuando era peque�a el cine era el medio, el fin era
estar con mis amigos y pasar el rato, y en la adolescencia el fin era poder
salir sola (con amigas), sin mi madre. (EB,
mujer, 24 a�os)
A
la pregunta �Qu� tipo de pel�culas te gustaban?�
*Las t�picas pel�culas chorras americanas, de fiestas
donde todos se emborrachan, de carreras� Cualquiera me gustaba porque lo
importante era que iba con los amigos.
(GJ, hombre, 23 a�os)
A
la pregunta �Las
pel�culas que te descargabas, �las ve�as con amigos en casa, sola, o de qu�
forma?�
*No las ve�a sola. Jam�s me ha
gustado ir al cine sola y cuando veo a una persona sola en el cine pienso que
es porque no tiene con quien ir y eso me parece muy triste. Y ahora, a veces en
el cine aparecen pel�culas que a mi me gustar�a ir a ver y pienso �voy a ir
sola�, pero no, sola no, aunque tampoco quiero arrastrar a nadie a ver una
pel�cula que quiz� no le interesa, pero si tengo que ir sola acabo no yendo. (EG, mujer, 21 a�os)
A
medida que crecemos y maduramos, se comienza a dar mayor importancia al cine
como un acto cultural y por lo tanto, aunque muchos siguen yendo acompa�ados,
no es algo esencial.
A
la pregunta ��Con qu� asocia de su edad adulta su experiencia de ir al cine?�
una entrevistada respond�a:
*Con pasar un buen rato, disfrutar de una pel�cula,
pensar �me ha gustado el gui�n, me han gustado los actores, la fotograf�a��
Todo m�s anal�tico.[�] Es algo agradable, divertido, pero tambi�n es una
actividad cultural, intelectual, ya comentas aspectos de la pel�cula a parte de
si te ha gustado o no, el por qu�Lo asocio con algo bueno, no es ning�n
suplicio. (BG, mujer, 21 a�os)
Y
a la pregunta ��Qu� diferencias encuentra entre el ir al cine en su infancia e
ir al cine actualmente?� otros entrevistados contestaban:
*Antes, la pel�cula era lo de menos lo que me hac�a
ilusi�n era ir la cine con mis amigas, comprar palomitas y luego quedarnos
hablando. Ahora voy por la pel�cula.
(LB, mujer, 21 a�os)
*Antes era m�s puntual, el cine era una ocasi�n para
hacer algo diferente. Y ahora�por ejemplo, me gusta mucho hacer fotos y el cine
me inspira, me vienen ideas a la cabeza. Es diferente la manera. Es m�s
cultural. (MM, mujer, 22)
Si
analizamos las respuestas de los entrevistados, el 100% de la muestra
consideraba que la compa��a de los padres o los amigos era imprescindible para
ir a las salas de cine durante la etapa de la infancia. Dentro del periodo de
la adolescencia, este porcentaje se reduce ligeramente, ya que, uno de los entrevistados
afirma haber ido solo, sin compa��a, en alguna ocasi�n al cine durante esta
etapa. El panorama durante la juventud es diferente. Como hemos comentado
anteriormente, muchos comienzan a darle importancia al cine por la pel�cula que
se va a consumir y no tanto por la experiencia social que les aporta.
El cine convertido en un ritual.
Las
rutinas que tenemos para ir al cine son muy diversas. Para las personas puede
tener mayor o menor importancia y podr�a ser m�s habitual para unos y m�s
excepcional para otros. Sin embargo, ir a una sala de cine no es algo tan
cotidiano como sentarse a ver un programa de televisi�n. Ir al cine implica
escoger d�a y horario, trasladarse hasta una sala, escoger una pel�cula,
comprar la entrada� Las personas tienen diferentes rutinas y costumbres
alrededor del cine y conocerlos nos puede ayudar a comprender mejor la
percepci�n que tienen los espectadores del cine en la ciudad de Barcelona.
Adem�s, conocer estos h�bitos son una parte fundamental de la nueva historia del cine.
En
las entrevistas realizadas a nuestra muestra, vemos que muchos de los sujetos utilizan
palabras como rutina, costumbre, o ritual. Algunos ejemplos son los siguientes:
A
la pregunta ��C�mo describir�a una t�pica ida al cine cuando era ni�a?� una de
las entrevistadas contestaba:
*Yo lo viv�a como si fuera algo muy especial. Era la actividad
del d�a, que estabas pensando todo el d�a en ella, como si fuera un ritual. La pel�cula, las palomitas...me
hac�a mucha ilusi�n ir al cine de peque�a.
(LB, mujer, 21 a�os)
A
la pregunta ��Qui�nes eran sus actores favoritos cuando era ni�a?�
*El que hac�a de Harry Potter. Yo crec� con Harry
Potter, ten�a 9 a�os cuando se estren�. Ah� tambi�n hab�a rutina cada navidad, porque coincid�a tambi�n con el cumplea�os de
mi hermana. Cada navidad �bamos al cine el mismo d�a, en el cumple de mi
hermana, y cada navidad desde que se estren� Harry Potter coincid�a que se
estrenaba tambi�n El Se�or de los Anillos. As� que durante a�os fuimos al cine
y mi madre y yo �bamos a ver Harry Potter y mi padre y mi hermana se iban a ver
El se�or de los Anillos. Luego nos encontr�bamos y nos cont�bamos las dos
pelis. (GG, mujer, 22 a�os)
A
la pregunta ��Qui�n eleg�a las pel�culas cuando eras ni�a?�
*Cuando iba con mi familia, mis padres y mi hermano,
ten�amos la costumbre de hacer
votaciones. En papelitos de forma an�nima, cada uno pon�a el nombre de la
pel�cula que quer�a ver. La m�s votada era la que ve�amos. Era una manera
divertida de elegir pel�culas. (AS,
mujer, 25 a�os)
A
la pregunta ��Qu� diferencias encuentra entre el ir al cine en su infancia e ir
al cine actualmente?�
*Cuando era peque�a iba al cine� much�simo me gustara o me interesara la
pel�cula o no. Iba porque era como una rutina,
ir cuando no sab�amos que hacer, y la entrada estaba mucho m�s barata y te lo
pod�as permitir. (BH, mujer, 21 a�os)
Como podemos ver por las
preguntas a las que se hace referencia y las respuestas de los entrevistados, las rutinas en relaci�n al cine tiene
especial importancia durante las etapas de la infancia y la adolescencia.
Sin embargo, durante la
etapa de la juventud, el acto de ir al cine se vuelve algo m�s cotidiano,
pierde la �magia� que se le ve en la infancia y se vuelve algo m�s espont�neo,
menos planificado y rutinario.
A
la pregunta ��C�mo describir�a una t�pica ida al cine en su edad adulta?� una
entrevistada respond�a:
*Ya no quedas como plan de ir al cine, no lo planificas con mucha antelaci�n
como en la adolescencia.� Ahora estas
tomando algo en un bar y surge, �ay, vamos a mirar una peli� y miras las que
hay, el horario y vas. (GG, mujer, 22 a�os)
Y
a la pregunta ��Qu� diferencias encuentra entre el ir al cine en su infancia e
ir al cine actualmente?� otros de los entrevistados respond�an:
*Antes era todo mucho m�s alegre, ibas al cine y te lo
pasabas muy bien. Ahora no es tan
espectacular, porque lo tienes todo m�s a mano. Antes ibas con 8 personas y
ahora es dif�cil encontrar gente que quiera ir al cine, es raro que vayan 3.
(GJ, hombre, 23 a�os)
*Yo creo que ha
perdido la magia de ir a la sala. De estar en la sala con las palomitas.
Esa magia que puedes tener cuando eres ni�o. Ahora se ha vuelto m�s cotidiano.
(JJ, mujer, 26 a�os)
*Antes era m�s puntual, el cine era una ocasi�n para
hacer algo diferente. Y ahora�por ejemplo, me gusta mucho hacer fotos y el cine
me inspira, me vienen ideas a la cabeza. Es diferente la manera. Es m�s
cultural. Me gusta meter cosas que considero especiales en el mi d�a a d�a y
convertirlas en algo cotidiano.
(MM, mujer, 22 a�os)
*Me sigue gustando mucho, lo sigo viviendo con ilusi�n
porque no es algo que hagas cada d�a. Aun as� no es como cuando eres peque�o
que es el evento de la semana. Ahora lo disfruto, pero lo vivo como algo m�s normal, m�s cotidiano. (LB,
mujer, 21 a�os)
�
Aunque
nuestro estudio ha sido espec�ficamente cualitativo, nos ha parecido
significativo ilustrarlo cuantitativamente con los datos que de las entrevistas
en profundidad hemos extra�do en relaci�n a las preguntas que realiz�bamos a la
muestra. Esta ilustraci�n no ha variado en absoluto nuestro an�lisis o
conclusiones, pero permite visualizar gr�ficamente la experiencia sociocultural
de ir al cine de nuestra muestra:
Gr�fica
1:
Resultados de c�mo van al cine� �� Gr�fica 2: Resultados de c�mo consideran el
cine
Fuente:
elaboraci�n propia���������������������������� ��� Fuente: elaboraci�n propia
El cine, un nuevo lujo.
En
el contexto hist�rico del cine en Barcelona hemos analizado la forma en que
lleg� el cine a la ciudad. Las primeras salas eran barracones donde se hac�an
proyecciones orientadas a las clases populares como un entretenimiento muy
econ�mico, evolucionan a los Palacios de Cine y crecen en los denominados Cines
de Barrio, donde van a encontrar su p�blico m�s extendido. �Si las salas de
cine se aceptaban como �ndice de riqueza y de entretenimiento m�s difundido,
hab�a que separar una Espa�a triste � las zonas con pocos cines-, de otra quiz�
no alegre, pero en la que sus clases populares pod�an disfrutar de un ocio
modesto�y constante.� (Montero y Paz, 2012: 82).
Pero de las barracas y del ocio para las clases m�s populares
hemos vivido una inversi�n en el rol que predomina en la experiencia social de
ir al cine, ya que esta no es la percepci�n que tiene la audiencia entrevistada.
Uno
de los temas m�s recurrentes de las entrevistas ha sido el precio de la entrada
de cine. En las tres etapas que tratamos preguntamos a los entrevistados si
recuerdan el precio de la entrada de cine, y ya en esas respuestas podemos ver
como la evoluci�n ha sido claramente ascendente. Sin embargo, los entrevistados
hablan de este tema tambi�n en otras preguntas. En el contexto hist�rico del
cine en Barcelona hemos analizado la subida de precios de los �ltimos a�os
desde el punto de vista cuantitativo, pero con las entrevistas en profundidad
podemos analizar de qu� forma afecta a la sociedad este incremento.
Son
muchos los entrevistados preocupados por el aumento del precio en las entradas
a las salas de cine, y eso se demuestra en que en m�s de una pregunta, la
respuesta ha estado relacionada con este asunto.
A
la pregunta ��C�mo crees que ha cambiado la industria del cine?� algunos
contestaban:
*Yo creo que la gente va mucho menos al cine en
Barcelona porque casi todos tenemos acceso a las pel�culas por internet, y la
gente no ve la necesidad de pagar 8 � cuando puede ver la pel�cula en casa y
gastar ese dinero en otra cosa. Se est� perdiendo mucho p�blico, las salas casi
nunca est� llenas, pero es que si la gente no tiene dinero�Tampoco ayuda que
suban los precios de las salas. A�n as� sigue habiendo gente que va al cine,
que disfruta de ir al cine, y que no le importa pagar ese dinero. Es cuesti�n
de preferencias y de tener la posibilidad y el dinero para gastarlo en eso.
(BG, mujer, 21 a�os)
*[�] Las salas de proyecci�n han impulsado una estrategia
empresarial equivocada a ra�z de los precios prohibitivos. No entiendo que les
salga a cuenta tener salas medio vac�as cuando la gente paga 9�, cuando
poni�ndolas a 3� tienen el doble de gente en las salas o m�s, as� que no
entiendo el modelo de negocio. Los d�as de oferta se les llena, y la gente hace
reservas. No entiendo c�mo no se les pasa por la cabeza bajar de 9� a 5�.
(EL, hombre, 28 a�os)
*Siento que se est� infravalorando el cine, porque
est� tan caro que la gente prefiere buscarse la vida y ver las pel�culas en
otro sitio que pagar por ir al cine. Ha cambiado en cuanto a que la calidad es
mejor, los cines han ido a mejor, pero la gente va menos a no ser que sean d�as
de ofertas. En esos d�as se ve que la gente quiere ir al cine, si les pones facilidades
ir�n, porque les encanta. Si baja el precio ves que la gente se motiva y va
mucho m�s. (GJ, hombre, 23 a�os)
*Yo creo que se ha reducido la gente que va al cine.
B�sicamente porque el precio de la entrada ha subido. Antes el cine era una
actividad del fin de semana y ahora es casi un lujo que la gente no est�
dispuesta a permitirse. (NS,
mujer, 21 a�os)
*Ahora hay muchas menos salas de barrio porque son m�s
rentables los multicines. En cuanto al precio de las entradas, los �ltimos
a�os, que se ha hecho la fiesta del cine, se ha demostrado que si se baja el
precio es mucho mejor porque durante esos d�as se triplica e incluso m�s, la
gente que va a al cine. Yo creo que los precios son excesivos. Ir al cine
deber�a ser mucho m�s normal, no tener la sensaci�n de que casi he ahorrado
para poder comprarme la entrada para ir al cine. (LB,
mujer, 21 a�os)
Adem�s,
en la actualidad existen otros medios alternativos para consumir audiovisual sin
tener que ir a las salas de proyecci�n. Una de las tendencias m�s extendidas de
los �ltimos a�os es el consumo de filmes a trav�s de internet ya que brinda la
posibilidad de consumir una gran oferta de pel�culas que jam�s encontrar�as en
las salas, ya sea por alquiler o de forma gratuita.
*El cine ha cambiado mucho debido al alto
IVA cultural y a los cambios tecnol�gicos como las descargas por Internet.
Ahora es muy sencillo descargarte pel�culas por Internet o verlas por streaming. Adem�s hay una
gran variedad; pel�culas de todo el mundo, antiguas, actuales, de autor�� (AS,
mujer, 25 a�os)
*[�]Internet te abre las puertas a un sinf�n de
pel�culas. (GG, mujer, 22 a�os)
*[�]Si las pel�culas que me descargo estuvieran en el
cine ir�a. (JJ, mujer, 26 a�os)
*El cine siempre ha sido importante, pero el hecho de
ir al cine ya no tanto. Eso de quedar para ir al cine ya no se hace tanto como
era antes, al menos para m�. Si quiero ver una pel�cula la veo en mi casa sola.
Sobretodo por el precio. A m� las pel�culas me siguen gustando, pero ir al cine
y gastarme tanto dinero para ver una pel�cula de� dos horas y volver a casa�Tenemos tan f�cil
la pirater�a, y coger el ordenador y verlo en tu casa, que �para qu� ir hasta
all�?. Ahora quieren abrir el Lauren que estaba cerca de mi casa con pel�culas
en versi�n original. A ese si ir�a, porque ser�a algo diferente. (BH,
mujer, 21 a�os)
De
los 20 entrevistados, 18 (el 90%) afirman que con frecuencia consume cine en
casa. Tan s�lo una de esas 18 personas suele descargar las pel�culas o verlas
en DVD, los otros 17 afirman que lo m�s habitual es verla por streaming.
�
Gr�fica 3: Resultados de consumo cinematogr�fico
Fuente:
elaboraci�n propia
Una selecci�n rigurosa.
Los
j�venes de la muestra seleccionan de forma m�s exhaustiva las pel�culas que van
a consumir en el cine. Esto se debe principalmente a dos factores que hemos expuesto
anteriormente. El primero es la prioridad experiencial del individuo. Como
hemos visto anteriormente, la mayor�a de los j�venes entrevistados da prioridad
a la pel�cula que va a consumir, ya que considera que ir al cine es una
actividad cultural por encima de la experiencia social. El segundo factor es el
precio. Los j�venes seleccionan muy bien las pel�culas que desean consumir en
el cine porque consideran excesivo el precio de la entrada y saben que podr�an
ver cualquiera de esas pel�culas de una u otra forma. Por lo tanto, escogen de
antemano, saben que lo que les aporte compensar� la inversi�n realizada.
Los
siguientes testimonios de los entrevistados reflejan de qu� forma seleccionan
ellos las pel�culas que desean ver y qu� motivos tienen para elegir tan
cuidadosamente:
A
la pregunta ��Qu� diferencias encuentra entre el ir al cine en su infancia e ir
al cine actualmente?�
*Cuando era peque�a iba al cine much�simo me gustara o
me interesara la pel�cula o no. Iba porque era como una rutina, ir cuando no
sab�amos que hacer, y la entrada estaba mucho m�s barata y te lo pod�as
permitir. Ahora la entrada esta mucho m�s cara y� lo analizas mucho m�s. Solo vas de vez en
cuando, en ocasiones especiales y porque sabes que la pel�cula te gustar�.
(NB, mujer, 22 a�os)
*Pues que antes ibas al cine m�s a menudo sin
importarte quiz�� el t�tulo de la
pel�cula y ahora personalmente, los t�tulos que voy a ver los selecciono
much�simo m�s. Cuando era m�s peque�a le dec�a a mi madre �mam�, est� esta
pel�cula, ll�vame a verla� y me llevaba; durante la juventud hac�a lo que
decid�a el grupo, as� que durante la infancia y juventud me daba igual la
pel�cula que fuera, y ahora los t�tulos los selecciono muy meticulosamente.
(EG, mujer, 21 a�os)
*Ahora cada vez que voy al cine lo valoro mucho m�s.
Antes iba mucho m�s a menudo. Adem�s, antes era cualquier pel�cula val�a y
ahora al ir menos, intento seleccionar mejor los films. Me gustar�a ir mucho
m�s al cine pero debido a su alto precio, me miro m�s pel�culas en casa. Eso
s�, cuando voy al cine lo valoro mucho m�s, me gusta comprar la entrada con
antelaci�n y esperar rato en la sala a que empiece la pel�cula.
(AS, mujer, 25 a�os)
Antes seguramente iba a ver cualquier pel�cula que
hicieran aquel fin de semana y ahora s� muy bien las pel�culas que escojo.
Normalmente no voy a ver una pel�cula sin saber de qu� trata y haber le�do si
las criticas son buenas o malas. (NS, mujer, 21 a�os)
Y
a la pregunta ��Qui�n eleg�a las pel�culas?�
*Entre todas. Con la persona con la que voy, miramos
las pel�culas que hay, buscando de que va, las cr�ticas en Filmaffinity y
decidimos. (EB, mujer, 25 a�os)
En
los �ltimos a�os debido a la crisis, entre otros factores, los cines m�s
peque�os, o los que est�n localizados en barrios alejados de las �reas
comerciales, han vivido situaciones econ�micas complicadas y les ha resultado
dif�cil competir con las grandes salas. Muchos de estos cines han cerrado, como
hemos visto anteriormente en el contexto hist�rico del cine en Barcelona. Sin
embargo, otros han optado por la tendencia de buscarse una personalidad propia.
Esta personalidad propia les permite diferenciarse de los cines m�s grandes y
aportar un nuevo servicio a aquellos espectadores a los que no les guste el
cine comercial. Los servicios que normalmente ofrecen estos cines son las
pel�culas en versi�n original, cine de autor, ciclos de cines tem�ticos, reposiciones
de pel�culas antiguas y precios m�s baratos.
A
la pregunta ��Qu� cosas crees que son indispensables en un cine?� algunos
entrevistados contestaban:
*Pues yo me dirijo siempre a salas peque�as, porque
tienen cine de autor y en versi�n original.
A las comerciales a penas voy ya. Me esfuerzo por buscar pel�culas en versi�n
original. Tambi�n voy mucho a cines con reposiciones,
o a cines que hacen ciclos donde te dan un boleto que por 10 pel�culas cuesta
menos o cosas as�. Hay muchas propuestas en Barcelona que merecen la pena. (EB, mujer, 25 años)
*A parte de que sea peque�o, me gustan mucho las salas
que son en versi�n original, que muy
pocos cines lo ofrecen. Me gusta que sea una experiencia m�s �ntima. Se deber�a
bajar el� precio y promover las salas
peque�as de barrio, no s�lo las de centro comercial porque no s�, ir a una gran
sala me hace sentir m�s consumista que si voy a una peque�a. Tambi�n el tipo de
pel�culas que proyectan, que suelen ser diferentes, las multicines deber�an ofrecer
tambi�n la versi�n original. (LB,
mujer, 21 a�os)
Y la pregunta ��Le
gusta alg�n cine en particular?� otros contestaban:
*Ahora el Texas porque es asequible. Est� demostrando
que las salas de proyecci�n no tienen que ofrecer necesariamente la �ltima novedad,
el inter�s que genera a la gente el cine no es porque sea la �ltima novedad y
m�s hoy en d�a que la gente no va tanto al cine. La pol�tica de proyectar pel�culas que se estrenaron hace
un a�o y a precios populares se
esta demostrando que funciona. Es una oportunidad para descubrir productos
audiovisuales que de otra forma no habr�a podido descubrir en otras salas de
proyecci�n. Adem�s est�n en versi�n
original subtitulada.
(EL, hombre, 28 a�os)
*Ahora a los que m�s suelo ir es a los Renoir Floridablanca.
Pero a veces, dependiendo de la peli, voy a los Bala�� de Sants o a los Verdi
que hacen versi�n original, o cosas
as�. (MM, mujer, 22 a�os)
Gr�fica 4: Resultados de preferencia de salas
cinematogr�ficas
Fuente:
elaboraci�n propia
Conclusiones
El
an�lisis de las entrevistas demuestra la importancia de los amigos en la
experiencia de ir al cine, especialmente en la etapa de la adolescencia. El
cine cobra importancia por la compa��a y no tanto por la pel�cula que se desea
ver. A medida que crecemos y maduramos, se comienza a dar mayor importancia al
cine como un acto cultural y por lo tanto, aunque muchos siguen yendo
acompa�ados, no es algo esencial.
Si
analizamos las respuestas de los entrevistados, el 100% de la muestra considera
que la compa��a de los padres o los amigos es imprescindible para ir a las
salas de cine durante la etapa de la infancia. Dentro del periodo de la
adolescencia, este porcentaje se reduce ligeramente, ya que, uno de los
entrevistados afirma haber ido sin compa��a en alguna ocasi�n al cine durante
esta etapa. El panorama durante la juventud es diferente. Como hemos comentado
anteriormente, muchos comienzan a darle importancia al cine por la pel�cula que
se va a consumir y no tanto por la experiencia social que les aporta.
En
conclusi�n, el factor social que tiene la experiencia de ir a las salas de cine
es indiscutible, ya que en cualquiera de las etapas estudiadas, la mayor�a de
los entrevistados afirma ir acompa�ado. Sin embargo, podemos percibir una
evoluci�n en cuanto a la importancia que tiene para los entrevistados la
compa��a en el consumo cinematogr�fico. Se demuestra que la experiencia
socializadora es una prioridad en las etapas de la infancia y la adolescencia;
mientras que, durante la juventud, la prioridad es la experiencia que aporta
consumir el film y la compa��a queda en un segundo plano experiencial.
Las
rutinas en relaci�n al cine tienen especial importancia durante las etapas de
la infancia y la adolescencia. Sin embargo, durante la etapa de la juventud, el
acto de ir al cine se vuelve algo m�s cotidiano, pierde la �magia� que se le ve
en la infancia y se vuelve algo m�s espont�neo, menos planificado y rutinario.
Por lo tanto, los rituales y rutinas que se configuran en relaci�n al acto de
ir al cine a partir de la infancia tienen especial relevancia para los
espectadores. Es una etapa en la que el cine es sorprendente, es considerado
una actividad especial y fuera de la cotidianidad del d�a a d�a. Sin embargo, a
partir de la juventud, ir al cine se va convirtiendo en un plan m�s espont�neo
y menos planificado que puedes realizar cualquier d�a de la semana.
A
pesar de que es dif�cil encontrar datos cuantitativos que demuestren que la
asistencia a las salas de cine ha disminuido y que la causa son los precios y
los avances tecnol�gicos que permiten consumir cine en los hogares, es esa la
percepci�n que tienen los entrevistados. La totalidad de los 20 entrevistados
considera que el precio actual de las salas de cine es excesivo y que es uno de
los motivos que a ellos les hace replantearse si ir a las salas de cine o no.
El 100% de la muestra afirma que si los precios fueran m�s bajos seguramente
ir�an con mayor frecuencia a las salas de cine.
Adem�s,
en la actualidad existen multitud de medios alternativos para consumir pel�culas
sin tener que ir a las salas de proyecci�n. Una de las tendencias m�s
extendidas de los �ltimos a�os es el consumo de cine a trav�s de internet� ya que brinda la posibilidad de consumir una
gran oferta de pel�culas que jam�s encontrar�as en las salas y de forma
gratuita. En la actualidad, es inviable comparar el cine con Internet. Los
precios de las salas de cine no son competitivos en relaci�n a la oferta por
alquiler o inclusive gratuita que ofrece Internet. El cine est� tendiendo en la
actualidad a ofrecer servicios espec�ficos y diferenciadores como son las
pel�culas de autor que rara vez se pueden encontrar en la red, ciclos de cine
tem�ticos o filmes en versi�n original.
En
conclusi�n, los j�venes seleccionan ahora mucho m�s las pel�culas que desean
consumir en el cine. Se informan a trav�s de internet o se basan en
recomendaciones de personas que han visto las pel�culas anteriormente. Rara vez
dejan al azar la elecci�n de la pel�cula. El motivo por el que la selecci�n es
tan rigurosa, como hemos dicho anteriormente y como se ve demostrado en los
testimonios, se debe principalmente a la importancia que los j�venes le dan al
factor experiencial de la pel�cula, al elevado precio de la entrada de las
salas de cine en la actualidad, y a la gran oferta que brinda Internet.
Como
podemos ver, para nuestros entrevistados la experiencia de ir al cine va m�s
all� de consumir una pel�cula. Los principales motivos que les llevan a seguir
yendo a las salas de cine a pesar de tener una amplia oferta en la red, son la
calidad y la vivencia experiencial que
les aporta. Hemos analizado anteriormente la exigencia que los entrevistados
muestran a la hora de ir al cine y escoger una pel�cula debido al factor
precio, entre otros, pero una vez decidida esta opci�n, sacan todo el partido
posible a la experiencia que les aporta consumir una pel�cula en una sala de
cine.
Vemos
que el h�bito de ir a cines donde la experiencia es diferenciada es una
tendencia que va en aumento, a pesar
de que no est� completamente extendida. Este
tipo de cines ofrece un servicio que satisface a todas aquellas personas que a
pesar de que les gusta consumir los filmes en las salas, consideran que los
precios y el tipo de pel�culas que ponen en los multisalas m�s comerciales no
merecen la inversi�n.
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