Panorama
de los perfiles demográficos, laborales y profesionales
de
los periodistas en México:
Reporte
de Investigación[1]
Dra. Mireya Márquez-Ramírez
Universidad Iberoamericana Ciudad de México
Dra. Sallie Hughes
Universidad de Miami
Panorama de los perfiles demográficos, laborales y profesionales de
los periodistas en México
Autoras
Mireya Márquez-Ramírez
Sallie L. Hughes
Investigador Asociado y consultor:
Marco Lara Klahr
Asistentes de Investigación titulares:
Lucano Romero, Universidad Iberoamericana Ciudad de
México
Melissa Gonzáles, Universidad Iberoamericana Ciudad
de México
José Luis Lemini, Universidad Iberoamericana Ciudad
de México
Karla Guadarrama, Universidad Iberoamericana Ciudad
de México
Asistentes de investigación temporales:
Maricela Paz, Universidad Iberoamericana Ciudad de
México
Valeria León, Universidad Iberoamericana Ciudad de
México
Shantal Vázquez, Universidad Iberoamericana Ciudad
de México
Cinthia Solares, Universidad Iberoamericana Ciudad
de México
Martha Rivera, Universidad Iberoamericana Ciudad de
México
Estudio financiado por:
University of Miami
Worlds
of Journalism Study, Universidad de Múnich
Cómo citar este reporte:
Márquez Ramírez, Mireya y Sallie Hughes (2016)
Panorama de los perfiles demográficos, laborales y profesionales de los
periodistas en México, Ciudad de México: XXX, versión en línea
Introducción
La misión del periodismo en la construcción de una sociedad
democrática depende del cumplimiento de condiciones favorables para su
ejercicio tanto en el terreno laboral, como en el profesional y particularmente
en el sociopolítico. Si bien históricamente el periodismo mexicano ha
enfrentado condiciones adversas de instrumentalización política, cooptación,
censura y libertad de expresión restringida, son innumerables los episodios en
los que diversos medios y periodistas han desvelado la injusticia, la ineficiencia
o la corrupción, llamado a cuentas a los poderosos, documentado la violación
sistemática de los derechos humanos, o acompañado a las víctimas de diversas
formas de violencia. Al tiempo, desde otros lugares del debate, se han
cuestionado las relaciones de complicidad y connivencia con el poder, los
estándares éticos, las afiliaciones políticas, los estándares profesionales y
el compromiso social de muchos otros periodistas y medios.
En todo caso, sabemos poco sobre cómo los periodistas –actores clave
del proceso de construcción democrática y del registro diario de la realidad—
asumen y piensan su función social y perciben su realidad laboral, profesional
y política. Analizar sus valores profesionales, sus perspectivas éticas, los
niveles de autonomía y libertad de los que gozan para realizar su trabajo, así
como los obstáculos que enfrentan, o las influencias que condicionan su
trabajo, por tanto, se vuelve una tarea fundamental para entender y discutir el
rumbo que toma y debe tomar el periodismo en México.
Alrededor del mundo, existe un creciente interés sobre cómo las
presiones comerciales, económicas y políticas, así como los cambios
tecnológicos están modificando tanto las percepciones que tienen los
periodistas sobre su labor como los factores que influyen en su trabajo y los
cambios —no siempre positivos—que ha experimentado la ocupación periodística.
En México, en cambio, son comparativamente menos los estudios académicos respecto
de los universos profesionales y ambientes laborales de los periodistas, debido
a que las investigaciones han estado mayoritariamente circunscritos ya sea a la
exploración del contenido vía análisis de coberturas, encuadres y agendas
respecto de temas específicos, o bien a los ambientes en los que se han desarrollado
ciertos periodismos, haciendo énfasis, por ejemplo, en temas como relaciones
prensa-poder, agresiones contra periodistas, o precarización de la libertad de
expresión.
Sin embargo, los estudios basados en encuestas representativa que
permitan la comparabilidad sistemática, aún no ha despegado de la misma forma
que en otros países. De hecho, las encuestas a periodistas han sido un
instrumento poco explorado no solamente por la escasez de recursos económicos y
humanos para llevar a cabo investigaciones de esta índole, sino principalmente por
la carencia de censos y bases de datos confiables que den cuenta del número de medios
informativos y de periodistas que hay ejerciendo su labor en el país. A estos
factores se agregan la proliferación de perfiles laborales en la era digital
que no necesariamente se identifican como periodistas; la volatilidad de muchos
medios impresos y emergentes –como los medios digitales— y a la frecuente
movilidad que tienen los periodistas en puestos y lugares de trabajo.
Los pocos estudios cuantitativos sobre los perfiles laborales,
profesionales y demográficos de los periodistas en México han sido, por tanto,
escasos y fragmentados. Por ejemplo, una encuesta a principios de los años
ochenta del siglo pasado, daba cuenta de la precariedad generalizada entre
periodistas de medios ubicados en la capital del país: bajos salarios,
dependencia de fuentes oficiales, aceptación cultural del soborno gremial
coloquialmente llamado “embute o chayote” y bajo nivel de profesionalización (Baldivia
et al, 1981). Más de una década después, habiéndose popularizado los estudios
internacionales comparados que buscaban dar cuenta de la realidad de México, se
aplicaron instrumentos que buscaban explorar la concepción de los roles
profesionales de periodistas, sus posicionamientos sobre ciertos dilemas
éticos, y otros asuntos referentes a sus perspectivas laborales y profesionales
(Wilke, 1998). Ya se empezaba a perfilar, para entonces, un periodista con
estudios universitarios y mayor apoyo a roles cívicos y democráticos del
periodismo. Sin embargo, este último estudio no fue publicado en español y se
circunscribió solamente a una muestra de un centenar de periodistas, que no
garantizó la representatividad nacional.
Ya entrado el presente siglo, uno de los estudios más sistemáticos que
hasta ahora ha explorado los perfiles profesionales y laborales de los
periodistas ha sido Worlds of Journalism,
un consorcio internacional de investigadores con sede en Múnich, Alemania, que a
través de dos etapas: piloto y global, ha realizado una encuesta a periodistas
de más de sesenta países para dar cuenta de las diferencias que se presentan en
las culturas periodísticas alrededor del mundo respecto de estos elementos
clave: a) concepción de roles profesionales; b) percepción de autonomía c) percepción
de fuentes de influencia y d) orientaciones éticas. La encuesta respecto de
México, llevada a cabo entre 2006 y 2009 con un centenar de periodistas del
país por la investigadora María Elena Hernández de la Universidad de
Guadalajara, ya para entonces daba cuenta de un panorama complejo y
multifacético que revelaba una cultura periodística híbrida en México, una
diversidad de roles profesionales a los que se adhieren los periodistas, entre
ellos el de vigilante o perro guardián,
y una escenario complejo de niveles de influencia (Mellado, Lagos, Moreira y
Hernández, 2012). Sin embargo, al tratarse de la fase piloto del estudio, no
hubo posibilidad de expandir el instrumento para reflejar mejor la realidad
nacional y sus contingencias: violencia contra periodistas, otras fuentes de
presión; cambios observados. Tampoco para tener una muestra verdaderamente
representativa en el país.
Así llegamos al desafiante contexto del presente estudio,
caracterizado por más de una década transcurrida desde la coronación de la
transición, una ocupación desafiada permanentemente por la digitalización, el
cambio tecnológico, los perfiles de las audiencias y los patrones de consumo, y
un ambiente plagado de incertidumbre y riesgos para la seguridad y la
integridad del periodista. Al tratarse de la etapa expandida y global del
estudio Worlds of Journalism, esta
investigación, por lo tanto, constituye uno de los primeros esfuerzos de
explorar estas culturas profesionales y laborales de los periodistas en México,
a través de un instrumento que permite su comparación cros-nacional con otros
países, pero que también ha incorporado baterías de preguntas para reflejar la
realidad y especificidad del país. En este estudio damos cuenta de las percepciones
que tienen 377 periodistas en activo de todo el país, de cinco tipos de medio:
impresos (diarios y no diarios), radiofónicos, televisivos y digitales; que
ocupan diversos puestos y cargos en sus redacciones. Se trata de una muestra
que representa al sistema de medios en México y a la distribución geográfica de
los mismos alrededor del país.
El estudio en sus manos representa un esfuerzo por aportar insumos
para el entendimiento de fenómenos complejos que atañen a los periodistas a
nivel global –como el impacto del comercialismo, el info-entretenimiento, o la
digitalización—pero también para reflejar la realidad local y los desafíos que
enfrenta el periodismo en México: los ambientes de riesgo y violencia, las
agresiones, la censura, la confianza en ciertas instituciones, y el
posicionamiento que reportan respecto a instituciones del Estado. Es el
resultado de que en la etapa global del proyecto se haya permitido la suficiente
flexibilidad tanto para que los equipos nacionales de los 66 países participantes
del estudio apliquen el mismo cuestionario – a fin de poder hacer comparaciones
regionales y multi-nacionales—como para incluir los temas importantes y
contingentes para cada país.
Creemos, pues, que se trata de un esfuerzo inusitado por delinear el
perfil del periodista mexicano y su universo profesional y laboral en la
segunda década del siglo XXI, y que creemos, habrá de servir a cuatro sectores:
a la comunidad académica interesada en estos temas para aportar al
entendimiento de la profesión periodística en México, tanto a partir de los hallazgos aquí presentados
como de los desafíos metodológicos que enfrentamos y buscamos resolver, a fin
de aportar luz a futuras investigaciones; al gremio periodístico para
identificar los aspectos claves de su ocupación y poder hacer frente a sus
desafíos; a los tomadores de decisiones para apuntalar políticas públicas para
el mejoramiento y protección de la importante misión social del periodismo, y
finalmente, al propio público para entender mejor la realidad de los sujetos
que deben lidiar entre las demandas de sus medios, su realidad inmediata y su
misión social.
El presente reporte
da cuenta, desde la perspectiva descriptiva, un panorama general de los
resultados estadísticos que se obtuvieron de cada una de las baterías de
preguntas incluídas en el estudio. Se divide, por tanto, primeramente, en la
presentación metodológica del estudio, que busca detallar las diversas
decisiones que se tomaron para garantizar la representatividad y validez
científica del estudio con el mayor rigor posible. Luego le sigue cada una de
las secciones del cuestionario: características demográficas de los
encuestados; percepción de autonomía; percepción de roles profesionales;
percepción de fuentes de influencia; percepciones sobre dilemas éticos y
relatividad de las normas éticas; percepciones de cambio; amenazas recibidas y
medidas de seguridad tomadas y confianza institucional.
I.
Diseño metodológico y muestra
1.1 Lineamientos generales del estudio Worlds of
Journalism
El equipo mexicano diseñó la metodología a partir de
los lineamientos generales establecidos por el Comité Central del World of Journalism Study, con sede en
Múnich, para los 66 países que participaron del estudio global en el periodo
2012-2015. Las dos grandes condicionantes que se establecieron para formar
parte del estudio global es que los equipos nacionales aplicaran la versión al
idioma local del mismo cuestionario común a todos los países
–independientemente de que tuvieran la libertad de agregar preguntas o ítems
regionales y locales—y que las muestras de periodistas encuestados para cada
país tuvieran tanto representatividad regional como del sistema de medios
imperante en cada uno. Por lo tanto, el diseño de la muestra para el caso
mexicano se circunscribió a las pautas metodológicas dictadas por el Comité
Central del estudio, a fin de garantizar la confiabilidad de los datos de cara
a la investigación comparada global y regional. Los lineamientos metodológicos generales
del estudio se muestran a continuación. Los procedimientos específicos para el
caso mexicano se especifican en apartados posteriores.
·
Selección de medios. Como “medios
informativos” se consideran aquéllos que se dediquen total o parcialmente a
producir y diseminar información noticiosa y periodística.
·
Cálculo del número de medios. Los equipos nacionales debieron calcular un estimado
del número de medios y periodistas que existen en su país. En caso de no
existir un censo de los mismos, debió ser extraído de fuentes existentes
confiables.
·
Estimación de la muestra. El cálculo de la muestra debió obedecer a los
siguientes parámetros: a) distribución regional de los medios informativos, b)
estructura del sistema de medios en términos de tipo de medio o de propiedad u
otros parámetros relevantes para cada contexto, c) número de periodistas. De no
existir una cifra sobre los periodistas, se debía calcular a través de algún método
de extrapolación (por ejemplo, extrapolando la
población nacional de los medios noticiosos donde sí se conoce el número de
periodistas).
·
Perfil de participantes. Como periodista se consideró aquél que percibe al
menos 50% de su ingreso de trabajo en el periodismo, y que está involucrado en el proceso editorial, ya sea diseño y planeación, redacción,
procesamiento, presentación, sistematización o difusión de información
periodística y noticiosa. Los fotógrafos son considerados periodistas y los
camarógrafos únicamente cuando contribuyen a la toma de decisiones editoriales.
Las muestras de cada país debían incluir periodistas de
diversos tipos de medios/plataformas: periódicos, revistas, estaciones de
televisión, estaciones de radio, medios en línea y agencias de noticias.
·
Cálculo del número de periodistas con base en
criterios estadísticos. A fin de lograr la confiabilidad científica
del estudio y observar los más altos estándares de calidad de investigación
social cuantitativa, la muestra debía calcularse a partir de un nivel de confianza mínimo de 95 por ciento y a un margen de error de entre 3
y 5 por ciento. El estudio sugirió que para una población de periodistas
estimada en 20,000 personas –- como es el caso de México— con un margen de
error de 5% se debía entrevistar a un número aproximado de 377 periodistas,
como fue el caso.
·
Para el diseño de la muestra, se
recomendó a los equipos nacionales seleccionar primero a los medios
aleatoriamente—con base en criterios de representatividad geográfica y de tipo
de medio o propiedad— y después a los potenciales participantes dentro de esos
medios. Para tal efecto, se recomendó construir una muestra que reflejara el
sistema de medios general siguiendo un esquema de cuotas, teniendo como
posibles estratos o segmentos la región, el tipo de medio, el tipo de
propiedad, etc. para de ahí extraer una muestra aleatoria proporcional a cada estrato.
·
Para la selección de los periodistas, se
recomendó que cada uno tuviera la misma posibilidad (o diferente de cero) de
ser seleccionado dentro de la organización. Asimismo, se debía procurar máxima
representatividad y diversidad de puestos y cargos dentro de las redacciones.
·
El número de entrevistados por medio
debió seguir las siguientes pautas. En las redacciones pequeñas debían encuestarse
a un máximo de tres periodistas y en las más grandes a un máximo de cinco. Las
consideraciones sobre cuáles redacciones se consideraban pequeños y cuáles grandes
dependieron de cada los contextos nacionales y fueron dejados a criterio de los
equipos locales.
1.1.2 Diseño de cuestionario: instrumento global
El estudio requirió la aplicación total de todas las preguntas
contenidas en el instrumento, consistente en un cuestionario estructurado o
encuesta. El cuestionario se diseñó en idioma inglés, y los equipos nacionales
debieron traducir el instrumento y adaptar ciertas frases o ideas a sus
contextos locales. La precisión y equivalencia de la traducción se aseguró
mediante el proceso conocido como traducción de ida y vuelta o involucrando un
equipo multilingüe de investigadores locales. Como regla, se asumió que la
traducción funcional tenía prioridad respecto de la traducción literal, para
permitir la adaptación de una frase o concepto a los contextos locales. Por
tanto, los equipos nacionales debieron utilizar un fraseo que mejor
representara tanto el contenido y función de la pregunta original como las convenciones
del idioma específico y contexto cultural del que se tratara.
Preguntas
El cuestionario global consistió de 23 preguntas
obligatorias con sus respectivos ítems y 12 preguntas opcionales que se
aplicaron en todos los países participantes. Adicionalmente, contuvo una
batería extra de preguntas propuestas y aplicadas por el equipo mexicano sobre
libertad para reportar sobre determinados temas, percepción de cambios
institucionales, amenazas y medidas de seguridad, así como ítems extras para
las baterías globales sobre percepción de roles profesionales, fuentes de
influencia, confianza institucional y ética periodística. Los aspectos que se
evaluaron en cada pregunta o batería son los siguientes.
a) Aspectos laborales. La primera serie de preguntas está relacionada a las características
del empleo que tiene el periodista: puesto que mejor describe su posición;
estatus de empleo (completo, medio tiempo o freelancer), contrato permanente o
temporal, número de redacciones y plataformas para las que se trabaja, si tiene
otro empleo remunerado además del periodismo, si se pertenece a alguna
organización gremial o profesional, si se especializa en un solo sector
informativo o varios, y en cuál de ellos, y cuántas notas se producen por
semana. Adicionalmente, para el caso mexicano se preguntó a la cobertura de
cuántas fuentes informativas o sectores se les asigna en una semana normal de
trabajo. La pregunta C8 es de naturaleza abierta y pide describir, en sus
propias palabras, las tres funciones principales del periodismo en su país de
origen.
b) Percepciones sobre Autonomía y
Libertad. Se trata de baterías con rango de respuesta a escala
tipo Likert incremental del uno al cinco, exploran el grado percibido de
libertad y autonomía (de ninguna a completa) para seleccionar las historias en
las que se trabaja, para decidir el aspecto de la historia en el que se
trabaja, y para participar de decisiones y coordinación editoriales. Una batería de preguntas adicionales diseñada
por el equipo mexicano se agregó con una escala similar, para puntuar del 5
(completa) al 1(ninguna) la libertad que se tiene para seleccionar, desarrollar
y publicar historias sobre ocho tipos de asuntos o actores, como élites
políticas, élites económicas, Fuerzas Armadas, u organizaciones criminales.
c) Roles profesionales. La pregunta C12, de extrema importancia para el estudio global, al
tratarse de una dimensión fundacional teórica del concepto de culturas
periodísticas, explora la importancia que tienen ciertos roles o funciones en
el trabajo del periodista en una escala del 1 (no es importante) al 5
(extremadamente importante). Los roles incluyen cosas como monitorear y
escudriñar actores políticos, establecer la agenda pública, o proveer
entretenimiento y relajación. Los ítems reflejan los diversos modelos y
tradiciones periodísticas que se han teorizado alrededor del mundo. Del total
de ítems de esta batería, 18 son obligatorios, 3 opcionales, y 4 más propuestos
y aplicados por el equipo mexicano. Estos últimos valoran la importancia que se
le da a ayudar a mantener la paz y la estabilidad social, favorecer el
desarrollo económico y bienestar de la comunidad, actuar como vigilante de las
organizaciones criminales, o ayudar a promover y defender la legalidad y los
derechos humanos.
d) Orientaciones éticas y prácticas
controversiales. Dos baterías de preguntas obligatorias analizan asuntos
relacionados con la ética periodística y prácticas de obtención de noticias
relacionadas a ésta. La primera explora qué tan de acuerdo o no en una escala del
1 al 5 se está con cuatro posicionamientos sobre la absoluta o relativa
observancia de la ética periodística. La siguiente pregunta analiza bajo qué
circunstancias: siempre, nunca o en ocasiones, se justificarían 10 prácticas
periodísticas controversiales (como por ejemplo usar cámaras y micrófonos
ocultos o hacerse pasar por alguien más) y otras dos opcionales (como
alternación de citas y fotos). El equipo mexicano propuso y aplicó un nuevo
ítem a esta batería, concerniente a la utilización de confesiones de personas
acusadas de un delito obtenidas mediante prácticas cuestionables.
e) Fuentes de influencia. Se trata de dos de las baterías de ítems más extensas del estudio que
exploran, mediante una escala incremental de Likert (5 extremadamente influyente,
1 nada influyente), la percepción que tienen los periodistas encuestados sobre
diversas fuentes de influencia (mucha o ninguna). Los ítems miden diversos
ítems de influencias organizacionales, ocupacionales, normativas y
regulatorias, individuales, económicas, políticas.
g) Percepciones
de cambio en la ocupación. La encuesta pregunta los años que se ha
trabajado en periodismo, seguido por dos preguntas que miden la percepción de
los periodistas sobre la importancia de algunos aspectos del trabajo
periodísticos. La primera batería pregunta en qué medida se ha debilitado o
fortalecido la influencia de diversos factores normativos, educativos,
comerciales, económicos, tecnológicos y laborales en los últimos cinco años. Se
trata de doce ítems, en donde tres fueron propuestos y aplicados por el equipo
mexicano, tales como: redes sociales, inequidad de género, responsabilidades
familiares y ambiente de inseguridad pública. La siguiente batería analiza si
el periodista en cuestión percibe un incremento o disminución en diversos
aspectos del trabajo periodístico, como libertades editoriales, condiciones de
trabajo, impacto de audiencias y redes sociales, etc. Se trata de una batería
compuesta originalmente por diez ítems aplicados a nivel global más otros 16
propuestos y aplicados por el equipo mexicano para medir percepciones respecto
de incremento o disminución de presiones y agresiones contra periodistas y
ambientes hostiles.
h) Medidas de seguridad y amenazas. Esta parte de la encuesta fue propuesta y aplicada por el equipo
mexicano para reflejar el impacto de varios tipos de violencia en el trabajo
periodístico. La primera pregunta inquiere si el periodista ha tomado alguna y
otra de las once medidas de seguridad propuestas. La segunda pregunta se
refiere a si el periodista ha sido amenazado y cuántas veces, y la tercera si
el periodista cree que la fuente de la amenaza fue información política,
económica o del crimen organizado.
i) Confianza institucional. La siguiente pregunta explora qué tanta confianza tienen los
periodistas en diez instituciones o actores, como políticos, gobierno,
partidos, policía, militares. El equipo mexicano agregó además otros tres ítems
a esta pregunta para medir la confianza de los periodistas en las
organizaciones de derechos humanos, compañeros dentro del medio, y propietario
de su medio.
j) Características demográficas. Las siguientes preguntas exploran asuntos como nivel educativo,
especialización educativa, religión, importancia de la religión, género, edad,
orientación política, etnicidad, y nivel salarial.
Como regla,
desde el Comité Central del estudio se estableció que todos los equipos
debieron aplicar todas las preguntas obligatorias, pudiendo aplicar también las
baterías o ítems opcionales propuestos por los equipos locales, siempre que su
aplicación no interviniera con el desarrollo y contenido de las preguntas
obligatorias.
1.2 Diseño de la
muestra: factores para definir la muestra mexicana
Para diseñar una muestra representativa del sistema de medios confiable
y comparable, y a fin de cumplir con los requerimientos de representativa de
geográfica y de segmento (tipo de medio) se trabajó en varias etapas. Ante la
falta de un censo nacional de medios y de periodistas en México, la primera
etapa del estudio supuso el ensamblaje de una base de datos de medios
informativos en todo el país que dividimos en cinco tipos de medios y en nueve
regiones. Esta base de datos y sus categorizaciones tuvo como antecedente
inmediato una versión preliminar que el periodista Marco Lara Klahr, consultor
e investigador asociado del proyecto, ha compilado a través de los años para
sus diversos proyectos de investigación y capacitación de periodistas, y que el
equipo de trabajo mexicano corroboró, editó, revisó, completó y actualizó
durante el primer año del estudio (2012).
Los tipos de medios incluidos fueron: diarios,
impresos no diarios (semanarios, revistas, etc.), consorcios radiofónicos que
tuvieran personal o servicio de noticias, televisoras que contaran con servicio
de noticias, y medios digitales. Las nueve regiones en las que dividimos la
base de datos y con la que calculamos la muestra de medios fueron Noroeste,
Norte, Noreste, Este, Centro-Oeste, Centro-Este, Ciudad de México y Área
Metropolitana, Sur y Peninsular. La división geográfica se realizó a partir de
que Marco Lara, el periodista propietario de la base preliminar y consultor del
proyecto, y quien es experto en análisis de industrias periodísticas
regionales, ha corroborado mediante entrevistas con expertos y periodistas
locales que muchas entidades comparten características políticas o culturales en
común. Las entidades que comprenden cada región son las siguientes:
·
Noroeste, conformada por los estados de
Baja California, Baja California Sur, Sinaloa, Nayarit y Sonora
·
Norte, por Chihuahua, Durango, Zacatecas, Coahuila y San
Luis Potosí
·
Noreste, por Nuevo León y Tamaulipas
·
Centro-Oeste, por Jalisco, Colima, Michoacán, Aguascalientes y
Guanajuato
·
Centro Este, por Querétaro, Estado de México, Morelos, Hidalgo,
Puebla y Tlaxcala
·
Ciudad de México y Zona Metropolitana
·
Este, por Veracruz y Tabasco
·
Peninsular, por Campeche, Yucatán y Quintana Roo
·
Sur, por Oaxaca, Guerrero y Chiapas
El primer criterio para la inclusión de un medio informativo
en la base de datos fue que estuviera registrado en alguna de las bases de
datos oficiales existentes: Padrón Nacional de Medios Impresos de la Secretaría
de Gobernación y el catálogo de Estaciones de Radio y Televisión del Instituto
Nacional Electoral para las elecciones de 2012 y 2013. El segundo criterio para
la inclusión de un medio en la base de datos fue que contaran con un sitio actualizado
o página web, o bien perfil explícito en redes sociales. Para el caso de las
radiodifusoras, que su sitio web listara o refiriera que contenía algún
programa, servicio, o cápsula de noticias, o bien que distribuya noticias en su
portal. Añadimos este segundo criterio para reducir la probabilidad de incluir
medios ‘fantasma’, panfletarios o itinerantes. La base de datos se ensambló a
partir de la codificación de variables tales como número de caso, región (de
nueve posibles), entidad federativa, ciudad de localización, si se trata de una
ciudad capital, población de la ciudad, región (de las nueve posibles), entidad
federativa, ciudad de localización, si se trataba o no de una ciudad capital,
tamaño de la población de cada ciudad, de acuerdo con el último censo, nombre
del medio, tipo de soporte, tipo de medio, periodicidad, empresa o consorcio a
la que pertenece el medio, tipo de propiedad (público, privado), y alcance del
medio (local, regional, nacional). Adicionalmente se agregó una variable
llamada “influencia” que se determinó a partir de la inclusión del medio en los
monitoreos de los Institutos Estatales Electorales que buscan medir la equidad
en las campañas electorales.
Así, luego de un proceso de depuración y edición, se
ensambló una primera base de datos de más de mil trescientos medios
informativos registrados (n= 1316). Este primer cálculo de los medios
existentes en México lo utilizamos para crear los estratos de tipo de medio y
región, así como las proporciones de cada estrato respecto del número nacional
de medios. Es decir, el número y porcentaje de medios y tipo de medios que
existe en cada región sirvió para calcular los porcentajes de cada uno que
debía contener la muestra. Así pues, la muestra, además de ser aleatoria, debió
atender a la representatividad en tres frentes. Si una determinada región
contaba con un mayor número de medios “grandes”, como la Ciudad de México por
ejemplo, eso se reflejó proporcionalmente en el número de medios y periodistas
de dicha ciudad en la muestra, al igual que debía reflejarse el hecho de que en
el país existen más estaciones de radios transmisoras de noticias que cualquier
otro tipo de medio periodísticos como periódicos, revistas, televisoras o
medios digitales, y que además existe en el país un mayor número de medios con
redacciones pequeñas que grandes, de tal suerte que los medios más conocidos, y
de mayor tamaño o peso simbólico tuvieron menos probabilidades de ser
seleccionados aleatoriamente debido a su menor número absoluto respecto de los
medios pequeños, quizás menos influyentes pero de mucho mayor número. Como se
señaló anteriormente, uno de los requisitos fundamentales del estudio global es
que la muestra fuera representativa del sistema de medios existente en un país,
y por tanto, que reflejara proporcionalmente el número y tipo de medios existente.
Cabe aclarar que debido a que el estudio está basado
en unidades geográficas correspondientes a regiones, los cálculos de la muestra
se hicieron a partir de los medios existentes en una región, y no en una
entidad específica del país. Por tanto, los estados con mayor número de medios
existentes y el tipos de medios preponderantes tuvieron más probabilidades de
resultar aleatoriamente seleccionados en la muestra. Por ejemplo, los estados
de Tlaxcala y Colima tenían considerablemente menos registros de medios
informativos respecto de las demás entidades de sus respectivas regiones, y por
ello tuvieron menos probabilidades de resultar seleccionados respecto de
estados como Puebla o Michoacán, con mayor número de medios en la muestra.
Una vez que tuvimos este primer cálculo de la muestra y se procedió al
pilotaje de la misma (intento de contacto con las redacciones y periodistas), surgieron
dos problemas con la base de datos. La primera fue que se listaron cada una de
las estaciones de radio de un mismo consorcio como si se tratara de estaciones/redacciones
separadas, aun cuando varias de ellas, al pertenecer a una cadena o consorcio
regional, eran servidas por una misma redacción de noticias o bien, eran
repetidoras de alguna otra radiodifusora nacional o regional, sin
necesariamente producir contenido propio. En consecuencia, el número de
estaciones de radio estaba originalmente sobrerrepresentado respecto de otros
tipos de medios informativos. Para corroborarlo, el equipo llamó a una muestra
aleatoria de 43 estaciones de radio y encontró que el 16% era repetidora o
compartía redacción o servicio de noticias con otras estaciones regionales.
El segundo problema que se encontró es que solamente el 63% de las
publicaciones periódicas o revistas de las 109 a las que se llamó o intentó
llamar contaban con línea de teléfono convencional, un posible indicador de que
la tercera parte de publicaciones restantes pudieran ser irregulares, sin
redacción, periodicidad fija, oficina o periodistas laborando en ellos, y por
tanto, no se cumplía con los requisitos metodológicos del estudio.
Por tanto, para
recalcular la muestra con base en estos hallazgos, se depuró la base de datos y
se revisaron a la baja las proporciones iniciales de medios y de regiones para tener
un cálculo más preciso del número de redacciones radiofónicas (en vez de
estaciones de radio) y de publicaciones periódicas estables existentes en el
país. Así, la versión final de la base de datos quedó en 1,083 publicaciones.
Una vez que se calculó la muestra de medios por región, el siguiente
paso fue contactar las redacciones de los medios seleccionados y buscar
entrevistas con un determinado número de periodistas (3 si se trataba de una
redacción pequeña y de 5 a 7 si se trataba de una redacción grande), procurando
máxima variación de género y puesto. También se procuró no entrevistar a los
periodistas del círculo de contactos y amigos de los integrantes del equipo de
trabajo, para no afectar el sentido de las respuestas. Se definió el número de
entrevistados a partir de la estimación del tamaño de la redacción (que implicó
un proceso paralelo de verificación por parte del equipo a través de llamadas
telefónicas).
En los diversos casos en que por problemas de horario, acceso o
negativa a participar por parte de los periodistas no se hubiera agotado el
número de periodistas a entrevistar en un mismo medio, se procedió a hacer el
complemento o sustitución del medio por otro de iguales características tanto
de tipo, tamaño y región. Estos medios sustitutos y/o complementarios también
fueron elegidos aleatoriamente. Esto ocurrió preponderantemente en estaciones
de radio en donde las redacciones suelen ser muy pequeñas o una misma persona
ocupa varias funciones. Así, comenzamos con una muestra de 100 medios
seleccionados en todo el país y terminamos con una muestra de 135 debido a
complementos. La muestra de medios seleccionados por región y tipo de medios se
muestra en la Tabla 1.2.1.
Tabla
1.2.1. Muestra de medios seleccionados por región y tipo de medio
Noroeste |
Norte |
Noreste |
Centro Oeste |
CDMX y Área Metropoli- tana |
Centro Este |
Sur |
Este |
Península |
Total |
|
Diarios
impresos |
5 |
5 |
3 |
5 |
3 |
5 |
2 |
4 |
2 |
35 |
Impresos
no diarios (revistas) |
1 |
0 |
1 |
1 |
2 |
1 |
0 |
0 |
0 |
6 |
Radio |
7 |
8 |
4 |
7 |
4 |
5 |
4 |
3 |
3 |
45 |
Televisión
abierta |
1 |
1 |
1 |
1 |
1 |
1 |
1 |
0 |
1 |
8 |
Televisión
de paga |
0 |
0 |
0 |
0 |
1 |
0 |
0 |
0 |
0 |
1 |
Medios
digitales |
0 |
1 |
0 |
1 |
1 |
1 |
0 |
0 |
0 |
5 |
Total |
15 |
17 |
9 |
14 |
10 |
13 |
8 |
8 |
6 |
100 |
Estimación
de la muestra de periodistas
Ante la falta de un censo del número de periodistas que existen en el
país, realizamos una estimación con base en un cálculo a presentarse a
continuación. Estimamos el total de periodistas haciendo llamadas preliminares
en una sub-muestra estratificada. La pregunta que se les hizo fue la siguiente:
¿Cuántas personas trabajan en la
redacción de su medio, incluyendo sólo a la personal que se dedica al
periodismo por lo menos 50 por ciento de su tiempo? Si es una redacción de una
cadena nacional, por favor solo incluya los que trabajan para el medio local. Recordemos
que califica como periodista cualquiera que participe del proceso editorial e
informativo y tenga algún grado de toma de decisiones. Además de reporteros,
fotorreporteros, jefes y editores, redactores, editores, productores,
fotógrafos o gestores de contenido digital califican como “periodistas” si
perciben un salario y se dedican mínimo medio tiempo al periodismo. Se excluye
de la cifra a empleados administrativos o de otras áreas de los medios.
Con base en sus respuestas, se estimó la población
de periodistas en México de tres maneras:
·
El promedio de periodistas se calculó en
17.1 por medio (multiplicado por 1,083 medios), alcanzando un total de 18,534.
·
El promedio de periodistas dentro de cada tipo de
medio y la suma de los resultados, que dio un total de N=18,334 periodistas (ver
Tabla 1.2.2).
·
El promedio de periodistas por tipo de medio
ponderado para corresponder con la proporción de tipos de medio en la base de
datos, resultando en N=18,207 (ver Tabla C)
Con eso estimamos que existen en el país entre 18,207
y 18,534 periodistas. Así se siguieron las indicaciones del estudio global que
indicaban que para un nivel de confianza del 95% y un margen de error de 5%,
debían entrevistarse a 377 periodistas para una población no mayor a 20 mil
periodistas.
Tabla
1.2.2. Promedio de periodistas y cálculo del total por tipo de medios
Tipo de Medio |
% del total de medios |
# de medios en la base de datos |
Promedio de periodistas por tipo de medio |
Total # por tipo de medio |
Diario
impreso |
34.7 |
376 |
19 |
7293 |
Impresos
no diarios |
7.9 |
86 |
12 |
990 |
Radio |
43.1 |
467 |
11 |
5210 |
Televisión |
9.5 |
103 |
40 |
4098 |
Medios
digitales |
4.8 |
52 |
14 |
742 |
Total |
100 |
1083 |
17 |
18,
334 |
Tabla 1.2.3. Promedio de periodistas considerando el tipo
de medio, ponderado proporcionalmente a la base de datos
Tipo de medio |
% total de medios en población |
# de medios en total |
Promedio de
periodistas por tipo de medio |
Total por tipo de medio |
Diario
impreso |
35 |
379 |
19 |
7356 |
Impresos
no diarios |
6 |
65 |
12 |
752 |
Radio |
44.9 |
486 |
11 |
5428 |
Televisión |
9 |
97 |
40 |
3883 |
Medios
digitales |
5.1 |
55 |
14 |
789 |
Total |
100 |
1083 |
17 |
18207 |
El equipo de
encuestadores fue entrenado en comprensión de las preguntas y conducción de la
entrevista, así como en protocolos de ética y trato sensible con sujetos
humanos. Cada uno realizó un pilotaje con periodistas en activo para mejorar
tiempo y duración de la entrevista. Se estableció un protocolo de contacto
con los periodistas encuestados consistente en informarles el nombre y
filiación del entrevistador y de los investigadores titulares (en caso de no
ser el mismo); el propósito del estudio; la duración aproximada de la
entrevista; y la voluntariedad, confidencialidad y anonimidad de la
participación.
Obtuvimos como resultado 377 entrevistas estructuradas (encuestas), de
las cuáles 361 se realizaron vía telefónica usando la aplicación de Skype, y 17
de ellas cara a cara afuera de las instalaciones de diversos medios en las
ciudades de Monterrey, Acapulco y Mérida. Las encuestas fueron vaciadas en
tiempo real en un soporte digital conocido como Qualtrics y realizadas a
diversas horas del día, dependiendo de la disponibilidad de los periodistas en
cuestión.
El estudio global recomendó aplicar la encuesta de
forma personal o vía telefónica, pudiéndose aplicar en línea únicamente cuando
las dos anteriores no fueran posibles. Se
recomendó a los equipos de trabajo no mezclar los tipos de levantamiento para
asegurar la comparabilidad a menos que fuera estrictamente necesario. En el
caso mexicano 17 entrevistas se hicieron vía personal ante la falta de disponibilidad
y respuesta por parte de los medios y periodistas, tanto de los medios
originales como de todos los suplementos en las ciudades de Monterrey, Acapulco
y Mérida. El resto de entrevistas se hizo vía una cuenta institucional de Skype
para rastrear el promedio de duración de las llamadas. Ante la falta de
recursos económicos para financiar los traslados del equipo y las complejidades
logísticas que implicaba encuestar a periodistas cara a cara, este método
resultó el más efectivo, si bien el más tardado de realizar, lo cual se tradujo
en los casi dos años que tardó el trabajo de campo (enero de 2013 a marzo de 2015).
Cabe señalar que una de las dificultades del método de encuesta es que muchos
periodistas rehusaban a contestar las llamadas del equipo cuando en sus
teléfonos celulares aparecía un número desconocido o fuera de área, revelando
la desconfianza y temor que prevalece en zonas de alto riesgo.
Asimismo, dentro de los desafíos que
encontramos en el trabajo de campo, es que debido a las limitaciones
financieras para costar traslados, el método de entrevista vía telefónica fue
particularmente lento y extendió el proceso a poco más de dos años, ya que
implicó rastrear, contactar e insistirle a diversos periodistas y contactos
para que tomaran la llamada y después accedieran a hacer la entrevista. En
todos los casos, se les envió un correo electrónico con información del
proyecto y petición formal a través de cartas de las dos universidades que
organizan el estudio. En el contacto preliminar con las redacciones era común
encontrar resistencia a participar, filtros administrativos, poca disponibilidad
de horario, acceso y voluntad de parte de los participantes. Sin embargo, una
vez que los participantes potenciales fueron contactados, conocieron del
proyecto, se familiarizaron con nuestros entrevistadores, y accedieron a la
petición inicial de entrevista, ya dependió de la insistencia de nuestra parte
para concretar la llamada y la conclusión de una entrevista. En se sentido, se
calculó la tasa de respuesta de 57% con base en los 668 periodistas a los que
se contactó o insistió respecto de los 377 con los que al final sí se concretó
la entrevista.
1.2 Descripción general de la muestra
Los periodistas mexicanos laboran
predominantemente en áreas urbanas y el 68.2 por ciento de ellos en una ciudad
capital. El porcentaje de entrevistados por región (Tabla 1.3.1) corresponde
representativamente con el número, tamaño y tipo de medios existentes en cada
una de ellas a partir de la base de daos ensamblada. Como vemos, la mayor
concentración de medios (y de periodistas de la muestra) en diciembre de 2012 provino
del Distrito Federal y área Metropolitana, en idéntica medida que los cinco
estados que constituyen la región Norte del país. La región con la presencia
más baja en la muestra es la Peninsular seguida por la zona sur, lo que refleja
el menor número de medios en el sur y sureste del país respecto de otras
regiones.
Tabla 1.3.1. Distribución de la
muestra por región del país
Zona Geográfica |
N= |
% |
Ciudad
de México y Área Metropolitana |
59 |
15.6 |
Norte
(Coahuila, Chihuahua, Durango,
Zacatecas, San Luis Potosí) |
59 |
15.6 |
Noroeste
(Baja California, Baja California Norte, Nayarit, Sinaloa y Sonora) |
54 |
14.3 |
Centro-Este
(Estado de México, Hidalgo, Morelos, Puebla, Querétaro, Tlaxcala) |
47 |
12.5 |
Centro-Oeste
(Aguascalientes, Colima, Guanajuato, Jalisco, Michoacán) |
46 |
12.2 |
Este
(Veracruz y Tabasco) |
32 |
8.5 |
Noreste
(Nuevo León y Tamaulipas) |
30 |
8 |
Sur (Chiapas,
Guerrero, Oaxaca) |
27 |
7.2 |
Peninsular
(Campeche, Quintana Roo y Yucatán) |
23 |
6.1 |
Total |
377 |
100 |
La distribución de los participantes por tipo de
medio se presenta en la Tabla 1.3.2. Podemos apreciar que en su mayoría, los
periodistas provienen de radiodifusoras, seguidas casi diez puntos porcentuales
abajo por los periodistas de diarios, lo que refleja que si bien sus tamaños de
redacción son menores, sobrepasan a cualquier otro tipo de medio debido al
número absoluto y alcance regional que tienen las radiodifusoras respecto de
otros tipos de medios. En contraste, son los medios digitales, seguidos por los
medios impresos no diarios (revistas y semanarios de carácter noticioso) los
que comparativamente se presentan en menor número en el país
Tabla 1.3.2. Distribución de la muestra por tipo de
medio
Medio |
N = |
% |
Radio |
163 |
43.2 |
Diarios
impresos |
130 |
34.5 |
Televisión |
36 |
9.5 |
Impresos
no diarios (revistas y semanarios) |
30 |
8 |
Medios
en línea |
18 |
4.8 |
Total |
377 |
100 |
Otra de las variables requeridas era que la muestra representara
proporcionalmente a los tipos de propiedad imperantes en el país. Encontramos
que el tipo de propiedad predominante, como se observa en la Tabla 1.3.3, es el
privado o concesionado, seguido por un porcentaje muy pequeño de medios
estatales o públicos y un porcentaje muy menor de medios universitarios.
Tabla 1.3.3. Distribución de la
muestra por tipo de propiedad del medio
Medio |
N= |
% |
Medio
privado o concesionado |
331 |
87.8 |
Medio
estatal o público |
32 |
8.5 |
Medio
universitario |
14 |
3.7 |
Total |
377 |
100 |
Como
puede observarse, la muestra ha buscado diseñarse a partir de varios criterios
que lograron una representatividad proporcional del sistema de medios imperante
del país y del número estimado de periodistas en México durante el periodo de
estudio.
2. HALLAZGOS
2. 1. Perfiles demográficos y educativos de los periodistas en México
Los primeros hallazgos arrojan un perfil de
periodista complejo y multifacético. Se observa (Tabla 2.1.1) que la
distribución de género de la muestra recabada indica un promedio de edad de
38.4 años, un género típicamente masculino (68.2%)[2],
y menos de la tercera parte (31.8%) de género femenino, cifra ligeramente por
debajo del porcentaje de la fuerza de trabajo femenil en el país, que para 2015
era de 34.6 por ciento[3].
Observamos también que la presencia de las mujeres en las salas de redacción
parece diferir respecto del tipo de medio del que se trate, y parecen estar más
presentes en los medios digitales y radiofónicos, y menos presentes en los medios
impresos, particularmente en los semanarios. Aun cuando la naturaleza
proporcionalmente representativa de la muestra respecto del sistema de medios
supone que la muestra de periodistas de medios digitales, televisivos e
impresos no diarios es muy pequeña respecto de los diarios y las estaciones
radiales como para sacar conclusiones y hacer comparabilidad entre segmentos,
se empieza a perfilar un escenario —susceptible de ser corroborado o refutado
por futuras investigaciones—en donde las mujeres tenderían a estar más
presentes en espacios mediáticos especializados en la inmediatez.
Por otra parte, respecto del perfil étnico
de los encuestados, alrededor de uno de cada diez periodistas (10.7%) dijo
identificarse como indígena[4],
sin que tal identificación necesariamente implique que el periodista sea
hablante de una lengua de los pueblos originarios. Aun así, el porcentaje representa
menos de la mitad de la cifra poblacional que se considera indígena en México,
que es de 21.5 por ciento[5],
un reflejo de que las minorías étnicas están considerablemente sub-representados
en la fuerza de trabajo de los medios de comunicación en México, o por lo menos
en la rama de la información noticiosa. Los cuarenta periodistas identificados
como indígenas tienden a estar más presentes en las revistas y semanarios,
seguidos por los medios radiofónicos, y están casi ausentes de la televisión y
los medios digitales, precisamente los medios con gran visibilidad y
penetración.
Tabla 2.1.1 Distribución demográfica por tipo de medio
Características (% de respondientes) |
Radio |
TV** |
Prensa
diaria |
Impresos
no diarios** |
En
línea** |
TOTAL |
|
|
Edad
promedio |
39 años |
35 años |
39 años |
38 años |
35 años |
38.4 |
||
Sexo
femenino |
38.0 |
33.3 |
26.2 |
13.3 |
44.4 |
31.8 |
||
Se
identifica como indígena (%) |
14.2 |
2.8 |
8.5 |
16.7 |
0.0 |
10.7 |
||
Cuenta
con estudios de licenciatura o equivalente* (%) |
76.5 |
80.6 |
73.6 |
73.3 |
72.2 |
75.5 |
||
Cuenta
con estudios NO especializados en periodismo o comunicación (%) |
36.2 |
20 |
37 |
29.7 |
18.8 |
31.7 |
||
Cuenta
con estudios de posgrado (%) |
14.8 |
13.9 |
7.8 |
10 |
5.6 |
11.4 |
||
Cree
necesario el estudio universitario del periodismo para ejercer la profesión
(Sí) (%) |
68.7 |
61.1 |
63.1 |
46.7 |
61.1 |
63.9 |
||
Cree necesario
complementar los estudios del periodismo con otras disciplinas (Sí) (%) |
95 |
80.6 |
94.6 |
93.3 |
94.4 |
93.3 |
||
Considera
la religión como extremada o muy importante (%) |
51.9 |
61.1 |
49.2 |
55.1 |
72.2 |
53.1 |
||
Participantes
por tipo de medio (%) |
43.2 |
9.5 |
34.5 |
8.0 |
4.8 |
100 |
||
N=377
periodistas. Margen de error: 5%
* Implica créditos concluidos, no necesariamente la posesión de título
profesional
** Debido a que la muestra representa proporcionalmente al sistema y número de
medios en México en 2012, este segmento contiene muestras de
periodistas más pequeñas que las de los segmentos cuantitativamente más
amplios, por lo que los porcentajes deben ser interpretados con cuatela.
En cuanto a la educación formal y especializada,
como se observa en la Tabla 2.1.1, encontramos que a diferencia de décadas
anteriores donde el periodista se formaba empíricamente en las redacciones
(Baldivia et al, 1981), alrededor de tres cuartas partes de los periodistas (75.5%)
cuentan hoy con estudios universitarios, y sólo el 8.5 tiene estudios menores a
la educación superior, lo que refleja que, en el siglo 21, el perfil educativo
del periodista mexicano es preponderantemente profesional. Sin embargo, la
preparación profesional no necesariamente implica que los periodistas cuenten
con una licenciatura en periodismo, comunicación, y campos afines, pues aunque sí
se trata de las carreras de preferencia de los periodistas, casi una tercera
parte de ellos (31.7%) se especializó en otro campo de estudios. Incluso, la
cifra de egresados de carreras distintas a la comunicación o periodismo es más
alta entre los periodistas de radio (36.2%), lo que refleja la enorme
versatilidad de perfiles profesionales en este medio.
Otro aspecto importante a destacar es que
11.4 por ciento de los encuestados dijo contar con estudios de posgrado, siendo
la cifra más alta entre quienes laboran en los medios electrónicos como radio y
televisión, quizás reflejando las necesidades específicas de especialización.
En todo caso, queda claro que los periodistas en general respaldan la formación
profesional, pues casi dos tercios (63.9%) creen que es necesario el estudio
universitario del periodismo para ejercer la profesión, y una cifra casi
unánime (93.3%) considera la necesidad de complementar esos estudios con el
estudio de otras disciplinas para un ejercicio profesional, lo que refleja la
permanente necesidad de actualización y/o especialización.
Respecto de la importancia que tiene la
religión para los periodistas en México, encontramos resultados discordantes.
Un poco más de la mitad (53.1%) da mucha importancia a la religión –cifra
particularmente mayor entre aquéllos que trabajan en medios televisivos y
digitales, y ligeramente menor en los medios radiofónicos y en los diarios. Sin
embargo, como veremos más adelante, esto no implica que sea necesariamente percibida
como influyente para el trabajo periodístico.
2.2
Perfiles laborales: el ‘generalismo’ y la precariedad
Una de las áreas que aporta más luz sobre la
incertidumbre y vulnerabilidad de los ambientes profesionales de los
periodistas en México es la laboral. Un
primer hallazgo es que sólo una cuarta parte de los encuestados (25.2%)
pertenece a alguna organización, colegio o asociación orientada a la
colegialidad y la organización gremial, un posible reflejo de dos escenarios
que creemos probables. Primero, observamos una escasa colegialidad y unión
gremial que pudiera servir tanto como contrapeso para la protección de sus
derechos como de salvaguarda de estándares éticos y profesionales ante la falta
de incentivos o utilidad práctica que se percibe de dichos gremios. Segundo,
en algunas regiones del país esto revelaría un posible signo de desconfianza,
particularmente ante la cooptación e instrumentalización política de la que
fueron objeto muchas organizaciones y gremios periodísticos durante el régimen
de partido único en el siglo XX, cuando los periodistas de élite se mantenían
muy cercanos al poder.
Encontramos también indicadores de precariedad
laboral, como muestra la Tabla 2.2.1. Si bien un 83.6 por ciento labora de
tiempo completo en su medio –mientras que 10.3 por ciento lo hace de tiempo
parcial y el 5.3 son freelancers-- más
de la tercera parte (34.8%) tiene otra actividad remunerada además del
periodismo, lo que implica que para muchos de los encuestados el periodismo no garantiza
un ingreso digno, y ha de hacerse de otras fuentes de ingreso complementarias.
Además, en promedio, los periodistas mexicanos trabajan para 2.21 diferentes
medios. La desviación estándar
relativamente alta (DE=1.10) sugiere mucha variedad en este aspecto. Menos de
un tercio (el 30.5%) trabaja para una sola organización, mientras que el resto
trabaja para dos o más medios. Por otra parte, casi seis de diez (58.1%) se
especializa en un solo tipo de plataforma, mientras que el resto es periodista
multimedia al enfocarse en dos plataformas o más.
También se observa en la Tabla 2.2.1 que sólo la
quinta parte de los periodistas (21.5%) se considera especialista al enfocarse
a la cobertura de un solo sector informativo, mientras que la inmensa mayoría
(78.5%) se dedica a la cobertura de más de una fuente o sector informativa.
Esta multitud de asignaciones a diversos sectores informativos, claramente
indica la falta de especialización, lo que puede representar un enorme desafío
para el periodismo de largo aliento y de investigación. Los periodistas menos
especializados o que más número de fuentes y sectores cubren son los digitales,
seguidos por los radiofónicos, mientras que los de televisión son más
tendientes a la especialización, con 83.3 por ciento de los que laboran ahí dedicándose
sólo a esa plataforma.
Por otro lado, más de la mitad de los encuestados
(55.5%) cuenta con al menos diez años de experiencia en el periodismo, más de un
cuarto (26.4%) tiene entre cinco y diez años de experiencia y menos de un
quinto (18.1%) cuentan con menos de cinco años trabajando como periodistas, lo
que significa que la mayoría de los periodistas en México están suficientemente
experimentados y continúan ejerciendo aún después de diez años, aun si la cifra
de periodistas experimentados es mayor entre quienes trabajan en radio. Los
medios digitales son los que, previsiblemente, cuentan con el menor número de
periodistas experimentados, con sólo un tercio de ellos.
Tabla 2.2.1 Características laborales por tipo de medio
Características (% de respondientes por tipo de medio) |
Radio |
TV** |
Diarios impresos |
Impresos No-diarios** |
En línea** |
TOTAL |
Miembro de asociación profesional o
colegiada de periodistas |
28.2 |
11.1 |
26.9 |
30 |
5.6 |
25.2 |
Tiene otra actividad remunerada además
del periodismo |
38.9 |
25 |
33.6 |
30 |
33.3 |
34.8 |
Trabaja tiempo completo |
78.5 |
91.7 |
91.5 |
76.7 |
66.7 |
83.5 |
Es freelance
o trabaja por proyecto |
7.4 |
2.8 |
3.1 |
3.3 |
16.7 |
5.6 |
Trabaja en un solo medio |
23 |
36.1 |
38 |
33.3 |
27.8 |
30.5 |
Trabaja en una sola plataforma |
53.4 |
83.3 |
57.7 |
53.3 |
61.1 |
58.1 |
Especializado (cubre un solo sector
informativo, tema o fuente) |
20.2 |
25.0 |
22.5 |
23.3 |
16.7 |
21.5 |
No especializado (cubre o reporta
sobre varios sectores/temas/fuentes) |
79.8 |
75 |
77.5 |
76.7 |
83.3 |
78.5 |
Experiencia de 0 a 5 años |
11.7 |
17.1 |
20.9 |
36.7 |
27.8 |
18.1 |
Experiencia 6 a 10 años |
27 |
37.1 |
23.3 |
16.7 |
38.9 |
26.4 |
Experiencia mayor a 10 años |
61.3 |
45.7 |
55.8 |
46.7 |
33.3 |
55.5 |
Trabaja de tiempo completo |
78.5 |
91.7 |
91.5 |
76.7 |
66.7 |
83.5 |
Puesto de rango gerencial/directivo |
14.1 |
8.3 |
4.7 |
6.7 |
11.1 |
9.6 |
Puesto de rango medio |
28.2 |
25 |
34.9 |
50 |
27.8 |
31.9 |
Puesto de rango bajo |
57.7 |
66.7 |
60.5 |
43.3 |
61.1 |
58.5 |
Puesto específico principal:
reportero(a) |
41.1 |
58.3 |
53.1 |
23.3 |
50 |
45.9 |
Percibe hasta cinco mil pesos
mensuales |
17.7 |
8.3 |
11 |
10 |
17.6 |
13.9 |
Percibe entre cinco y diez mil pesos mensuales |
29.7 |
22.2 |
40.2 |
40 |
23.5 |
33.2 |
Percibe entre diez y quince mil pesos mensuales |
25.3 |
13.9 |
26.8 |
6.7 |
23.5 |
23.1 |
N=377 periodistas, Margen de error: 5% |
|
|
|
|
|
|
**
Debido a que la muestra representa proporcionalmente al sistema de medios en
México, este segmento contiene muestras de periodistas más pequeñas que las de
los segmentos cuantitativamente más presentes en el país, por lo que los
porcentajes pueden estar sobredimensionados.
De igual forma, como se observa en la Tabla 2.2.1,
encontramos que la mayoría (58.5%) ocupa un puesto de bajo rango como redactor,
sub-editor, o reportero, en el que se toman pocas decisiones. Poco menos de un
tercio (31.9%) ocupa un puesto de rango medios como Jefe de Sección y menos de
la décima parte (9.6%) tiene un puesto de alto mando o gerencial como director
editorial, director de noticias. El puesto específico que más preponderó fue el
de reportero(a) (45.9%), que encontramos mayoritariamente en medios televisivos
y diarios. Esto significa que poco menos de la mitad de los periodistas en
México tiene como encomienda principal la de recoger las noticias de primera
fuente, mientras que poco más de la otra mitad tiene como labor el
procesamiento, planeación, gestión o presentación de la información y los
productos finales.
En términos generales, otro de los indicadores de
precarización laboral que encontramos es la enorme brecha salarial entre
periodistas. Uno de cada tres (33.2%) ganaba entre cinco y diez mil pesos
mensuales al momento de la encuesta, y un 13.9 por ciento percibía menos de
cinco mil pesos al mes, poco más de dos salarios mínimos al momento de la
encuesta, un salario sin duda bajo para el nivel de estudios y el tipo de
responsabilidad. Menos de un cuarto de los periodistas (23.1%) ganaba entre
diez y quince mil pesos y el resto —poco menos de un tercio— (29.8%) ganaba más
de quince mil al mes. Hay algunos matices por segmento de puesto que indican
que la precariedad es aún mayor entre los reporteros. Casi uno de cada cinco reporteros
(18.9%) ganaba menos de cinco mil pesos (justo el salario mínimo mensual para
reportero) y 43.8 por ciento percibía entre cinco y diez mil pesos, lo que
significa que aproximadamente dos tercios de los reporteros está por debajo del
nivel salarial de los diez mil pesos mensuales. Predeciblemente, en una prueba
estadística realizada por separado, la relación entre puesto y salario resultó
ser estadísticamente significativa[6],
lo que implica que la variación entre salarios está fuertemente conectada con
el puesto que se tiene.
Como puede observarse en la Tabla 2.2.1, el
porcentaje de ingreso más bajo —hasta cinco mil pesos mensuales— tendía a ser
más común entre periodistas que trabajan en medios radiofónicos (17.7%) y
digitales (17.6%) donde, como ya se mencionó, también prevalece la mayor polivalencia
y menor especialización, tomando en cuenta, sin embargo, que pese a su
representatividad proporcional al sistema de medios, la muestra de medios
digitales es pequeña y que los porcentajes pueden estar sobredimensionados para
ése segmento ante la menor cantidad de periodistas encuestados de ese segmento
que de radio, cuyo tamaño de sub-muestra sí es robusto. Por otra parte, el
porcentaje de periodistas que percibía salarios medio-bajos (entre cinco y diez
mil pesos mensuales) fue comparativamente mayor entre quienes laboraban en los impresos
diarios (40.2%) y no diarios (40%) que en cualquier otro segmento.
2. 3. Percepciones sobre roles
profesionales
Uno de los aspectos más analizados de las culturas periodísticas
alrededor del mundo ha sido la de examinar cuáles son las funciones
profesionales (o roles) con las que se identifican más los periodistas de
determinado país o región, pues tal apoyo pudiera reflejar la tradición
periodística y hasta el tipo de sistema de medios que predomina en un país o región:
un periodismo cuyo tono de reporteo es distanciado o intervencionista, como en
el paradigma de la objetividad; que es crítico o leal con el poder; o bien que
se visualiza a sí mismo como un vehículo para educar en derechos y obligaciones
y empoderar a los ciudadanos (la perspectiva cívica), un promotor crítico del
cambio social, o bien tendiente al mercado y al consumo, por ejemplo. Los
diversos estudiosos han dado cuenta cómo en democracias consolidadas con
economías de mercado las funciones de los periodistas tienden a ser más
homogéneas, existiendo claras divisiones entre quienes priorizan los roles
asociados a la objetividad periodística, al llamado “periodismo watchdog”, o
bien, cada vez más frecuentemente, al infoentretenimiento (Weaver, 1998; Hanitzsch,
2011; Hanitzsch et al, 2011). En contraste, según sus hallazgos, en los países
en transición o con regímenes autoritarios y post-autoritarios tenderían a
prevalecer funciones intervencionistas de los periodistas y roles asociados a
la colaboración con el poder (Hanitzsch, 2011), o bien, por otro lado, como en
América Latina, los roles reflejarían culturas periodísticas híbridas (Mellado
et al, 2012).
Los resultados para el caso de México, como se observa en la Tabla 2.3.1,
reflejan una adherencia por parte de los periodistas a roles que han sido
teorizados como típicamente contrastantes en la literatura (distanciamiento vs.
Intervencionismo, por ejemplo), confirmando así otros estudios cuantitativos y
cualitativos previos que dan cuenta, en el mejor de los casos, de la naturaleza
híbrida del periodismo y en el peor de los casos, de ambigüedad y tensión en
los valores profesionales (Hughes, 2009; Mellado, et al; 2012; Márquez-Ramírez,
2012). Al tope de la lista, y con un relativo consenso entre todos los
encuestados, encontramos uno de los roles tradicionalmente asociados a la
factualidad distanciada, el de reportar las cosas como son, que resultó
abrumadoramente el más priorizado por los encuestados. Como segunda y tercera
función más valoradas, tenemos que alrededor de nueve de cada diez periodistas
consideran muy o extremadamente importante la promoción de la tolerancia y la
diversidad cultural, y el fomento al cambio social, lo cual, en teoría,
implicaría un cierto grado de intervencionismo de parte del periodista más allá
de la mera diseminación de noticias y que contrastaría con la posición de
observador pasivo o distanciado.
El cuarto rol en importancia (89.7%), propuesto y aplicado únicamente
por el equipo mexicano, refleja el alto nivel de preocupación que tienen los
periodistas ante las coyunturas de violencia creciente, el de promover y
defender la legalidad y los derechos humanos. La desviación estándar
relativamente baja indica que esta es una preocupación compartida en todo el
territorio nacional. Sin embargo, el estudio mide las percepciones de los
periodistas y por tanto, para esta batería de preguntas, sus ideales normativos
y profesionales que los guían. La forma en como logran implementar esos
ideales, o en otras palabras, la brecha entre la teoría y la práctica, sería
tema de otro estudio. Por ahora, al menos en ideal, los periodistas mexicanos
sí están comprometidos con la defensa de la legalidad y los derechos humanos.
Tomado en conjunto con el tercer rol en importancia (fomentar el cambio
social), se puede concluir que para los periodistas en México es crucial hacer
algo por su entorno y que son sensibles, al menos en teoría, ante los graves
problemas endémicos, de violencia, de violación a los derechos humanos, y de
débil estado de derecho que imperan en el país.
Por otro lado, le siguen en orden de importancia, también con
porcentajes muy altos, rasgos considerados como parte del periodismo cívico
(dejar que la gente exprese sus puntos de vista) con un 88.8 por ciento, así
como en la función tradicional del periodismo watchdog (monitorear y vigilar a los actores políticos), con un
86.9 por ciento, seguido por el de proveer análisis de temas de actualidad. Los
otros dos roles propuestos y aplicados en México solamente también versan sobre
funciones que requieren alta intervención de parte del periodista, como ayudar
a mantener la paz y estabilidad social (84.6%), o favorecer el desarrollo y
bienestar de la comunidad (84.5%). De hecho, la mayoría de los doce roles que
obtuvieron más del ochenta por ciento de prioridad para los periodistas
involucran la de un ideal de periodismo más proactivo, consciente de los
desafíos sociopolíticos del país, y que se compromete con el entorno inmediato
y la transformación social.
Tabla 2.3.1 Percepción de Importancia de Roles
Profesionales
|
N |
Porcentaje de extremadamente
o muy importante |
Media |
Desviación Estándar |
Reportar
las cosas como son |
376 |
95.5 |
4.69 |
.65 |
Promover
la tolerancia y la diversidad cultural |
377 |
92.8 |
4.55 |
.78 |
Fomentar
el cambio social |
377 |
89.7 |
4.5 |
.84 |
Promover
y defender la legalidad y los derechos humanos* |
376 |
89.4 |
4.49 |
.82 |
Dejar
que la gente exprese sus puntos de vista |
376 |
88.8 |
4.5 |
.81 |
Monitorear
y vigilar a los actores políticos |
374 |
86.9 |
4.33 |
.90 |
Proveer
análisis de temas de actualidad |
377 |
86.5 |
4.35 |
.90 |
Ayudar
a mantener la paz y la estabilidad social* |
376 |
84.6 |
4.36 |
.94 |
Favorecer
el desarrollo económico y el bienestar de
la comunidad* |
375 |
84.5 |
4.29 |
.96 |
Proporcionar
a la gente la información que necesita
para tomar decisiones políticas |
375 |
84.3 |
4.37 |
.88 |
Apoyar
el desarrollo nacional |
375 |
82.7 |
4.29 |
.96 |
Influir
en la opinión pública |
375 |
80.5 |
4.21 |
1.05 |
Contar
historias sobre el mundo |
376 |
75.5 |
4.07 |
.96 |
Educar
a la audiencia |
376 |
75.3 |
4.05 |
1.07 |
Proveer
el tipo de noticias que atraiga a la mayor
audiencia posible |
376 |
74.2 |
4.09 |
1.14 |
Establecer
la agenda política |
375 |
70.7 |
3.9 |
1.08 |
Brindar
asesoría, orientación y consejos para la vida diaria |
376 |
63.8 |
3.71 |
1.19 |
Motivar
a la gente a participar en actividades políticas |
375 |
62.9 |
3.71 |
1.22 |
Monitorear
y vigilar empresas y empresarios |
374 |
60.2 |
3.72 |
1.11 |
Ser
un observador distanciado |
375 |
58.4 |
3.47 |
1.29 |
Proveer
entretenimiento y relajación |
375 |
47.5 |
3.29 |
1.25 |
Apoyar
políticas públicas gubernamentales |
372 |
35.8 |
3.07 |
1.21 |
Actuar
como vigilante de las organizaciones
criminales* |
367 |
24.3 |
2.5 |
1.35 |
Ser
un adversario del gobierno |
370 |
21.1 |
2.4 |
1.26 |
Dar
una imagen positiva de los líderes políticos |
371 |
14.8 |
2.31 |
1.19 |
Pregunta:
Por favor indique qué tan importante es cada
uno de los siguientes aspectos en su trabajo. 5 significa que usted lo
encuentra extremadamente importante, 4 significa que muy importante, 3
significa que más o menos importante, 2 significa poco importante, y 1
significa no importante.
* ítem propuesto y aplicado por el equipo mexicano como opcional
Como podemos observar, una gran diversidad de roles asociados a
distintas funciones y modelos de periodismo se suceden en la lista
indistintamente, reflejando con ello que los roles que en otras latitudes son
típicamente coherentes y cohesivos entre sí, no lo son necesariamente en el
caso mexicano, con contextos de contingencia, conflicto y altas presiones. Por
ejemplo, en medio de la tabla tenemos roles como el de influir en la opinión
pública, contar historias sobre el mundo o educar a la audiencia, dos de los
cuáles son típicamente intervencionistas, como aquéllos al tope de la lista. En
cambio, al final de la lista, encontramos roles típicamente asociados a
funciones leales-propagandistas y de colaboración con el gobierno, típicas de
sistemas autoritarios y post-autoritarios o democracias emergentes, pero
también roles asociados al modelo intervencionista o al info-entretenimiento,
que se da en algunos países democráticos, o al modelo factual-objetivo y
distanciado típico del periodismo anglosajón. Por ejemplo, tenemos como último
rol al que se la da importancia suprema, el de dar una imagen positiva de los
líderes políticos, con una media de M=2.31. Sin embargo, todavía para casi un
quince por ciento (14.8%) de periodistas en México esta función fue demasiado
importante, lo que revela la inercia propagandista y clara continuidad que aún manifiestan
algunos medios y regiones en México. Asimismo, la relativamente alta desviación
estándar de esta función pudiera sugerir que hay desacuerdo en qué tan
importante es este rol para los periodistas. Por otra parte, es de resaltar que
el no asumirse como un aliado del gobierno no necesariamente implica que sí se
asuman como su adversario. De hecho, la penúltima función a la que se le dio
prioridad es precisamente, la de fungir como adversario del gobierno. Su alta
desviación estándar indica que dicha función puede ser muy importante para unos
periodistas pero nada para otros, un indicador que pudiera reflejar los
contextos específicos de cada región. Siguiendo con los roles menos
priorizados, encontramos que tanto el apoyo a políticas públicas
gubernamentales, como la provisión de entretenimiento y relajación, resultaron
también entre los cinco roles con menos importancia declarada, pero igualmente
con desviaciones estándares relativamente altas. Cabe recordar nuevamente que
el hecho de que para los periodistas no sea importante profesionalmente el
visibilizar a los actores políticos, esto no necesariamente indica que tal
ideal se traduce a la práctica periodística, con la que habría qué contrastar
en futuras investigaciones.
Precisamente debido a la más alta desviación estándar entre todos los
elementos, tenemos que el rol más controversial y menos consensado entre los
periodistas en México fue el de ser un observador distanciado –función
típicamente asociada a la objetividad periodística—, lo cuál indica que los
valores clásicos del periodismo anglosajón no son necesariamente adoptados
universalmente como prioritarios por los periodistas de México. Es de destacar,
por tanto, que los roles de mitad de la tabla para arriba fueron los más
consensuados y los de la mitad para abajo los que obtuvieron menos consenso en
cuanto a su nivel de prioridad, sugiriendo que lo son para unos y no para otros.
Con ello se refleja un mosaico complejo de funciones periodísticas en el
contexto mexicano que no necesariamente está a tono con los hallazgos de países
occidentales.
Tabla
2.3.2. Roles profesionales de los periodistas agregados en funciones principales
Función* |
N |
Media |
Desviación
Estándar |
Consistencia
entre íitems (Alpha de Cronsbach)
|
Varianza Explicada |
Agente Crítico de Cambio |
377 |
4.36 |
.66 |
α=.86 |
12.08% |
Vigilante |
377 |
4.09 |
.70 |
α=.72 |
11.29% |
Consumo Populista |
377 |
3.78 |
.78 |
α=.67 |
11% |
Propagandista |
376 |
3.30 |
.77 |
α=.67 |
10.8% |
Pregunta: Por favor indique qué tan importante
es cada uno de los siguientes aspectos en su trabajo. 5 significa que usted lo
encuentra extremadamente importante, 4 significa que muy importante, 3
significa que más o menos importante, 2 significa poco importante, y 1
significa no importante.
* Método de extracción: Análisis de Componentes
Principales, Rotación Varimax con Normalización Kaiser, Medida de
Kaiser-Meyer-Olkin de adecuación de muestra (KMO) de .852 (Meritoria), y coeficiente
de significación de p=<.000
Un análisis factorial exploratorio a partir del método de análisis de
componentes principales (PCA) arrojó siete componentes, es decir roles o
funciones del periodismo para sintetizar [7].
De ellas, sólo las primeras cuatro tuvieron pruebas de consistencia interna
buenas o cercanas a aceptables. Este análisis agregado de roles en funciones,
como podemos observar en la Tabla 2.3.2, muestra una más clara tendencia de las
funciones más privilegiadas por los periodistas en México. Se confirma que los
roles asociados a la función crítica de cambio, tendiente a una transformación
social, es la predominante con una media de M=4.36, y además que se trata de la
función combinada de mayor consenso, como se manifiesta en la baja desviación
estándar. Le sigue el ideal del periodista de fungir como un vigilante y
contrapeso del estado, con una media de M=4.09. Estas dos funciones tienen una
media por arriba de la cuatro (muy importante). En tercer lugar, queda la
función del consumo, tendiente a la diseminación de información para atraer las
audiencias, y en último lugar, aunque con una media por arriba del 3 (más o
menos importante), la función propagandista que visibiliza las políticas
públicas y los actores políticos.
2.4. Percepciones sobre autonomía
Con el fin de ayudar a poner en contexto qué tanto los ideales
profesionales de los periodistas mexicanos tienen potencial para materializarse
en su práctica cotidiana, es necesario mirar a sus condiciones de autonomía, y
particularmente, a la libertad que tienen para informar sobre determinados
temas y actores. Una primera parte de esta sección buscó indagar el grado de
libertad que tienen los periodistas para elegir los temas sobre los que
informan y el ángulo específico de cada historia. Además, como aporte para el
estudio global comparativo de Worlds of
Journalism, el equipo mexicano diseñó, propuso y aplicó una batería
específica de preguntas que buscó dar cuenta de los temas y actores específicos
sobre los que se tiene mayor libertad para informar. Como muestran los
resultados de la tabla 2.4.1, la percepción generalizada de la autonomía para
trabajar en sus temas es relativamente fuerte: tres cuartas partes de los
periodistas mexicanos (75.6%) sienten que tienen mucha libertad tanto para
seleccionar las historias/notas en las que trabajarán como para enfatizar los
aspectos de las mismas. La frecuencia con la que participan de decisiones
editoriales es menor, pues el 56.6 por ciento dijo hacerlo siempre o muy
seguido, pero con una alta desviación estándar, lo que significa que hay
quienes no son tomados en cuenta para esta toma de decisiones o bien que dicho
aspecto está relacionado con el puesto, rango y jerarquía dentro de la
redacción. Incluso, la desviación estándar también ilustra la alta
jerarquización y posible distribución del trabajo en las redacciones.
Tabla 2.4.1 Percepciones de autonomía y libertad
periodística
|
|
N |
‰ que dijo “completa” o
“mucha” |
Media |
Desviación Estándar |
Libertad para seleccionar historias/noticias
(1) |
373 |
75.6 |
4.05 |
.96 |
|
Libertad para enfatizar aspectos de la noticia (2) |
376 |
76.1 |
4.09 |
.93 |
|
Frecuencia con que participa en coordinación
editorial (3) |
376 |
56.6 |
3.63 |
1.4 |
|
Preguntas:
(1)
Pensando en su trabajo ¿cuánta libertad tiene usted en lo personal para seleccionar
las historias/noticias en las que trabaja? 5=completa libertad, 4=Mucha
libertad, 3=Alguna libertad, 2=Poca libertad, 1=Ninguna libertad
(2)
¿Cuánta libertad tiene usted en lo personal para decidir qué aspectos de una
historia/noticia deben ser enfatizados? ? 5=completa libertad,
4=Mucha libertad, 3=Alguna libertad, 2=Poca libertad, 1=Ninguna libertad
(3) ¿Qué tan seguido participa usted en la coordinación editorial o de
redacción dentro de su medio, como por ejemplo, asistir a juntas editoriales o asignar
reporteros a cubrir ciertas historias? 5=Siempre, 4=Muy seguido, 3=Algunas
veces, 2=Rara vez, 1=Casi Nunca
El panorama de autonomía profesional de la que gozan los periodistas
en México queda más claro cuando observamos los temas y actores específicos sobre
los que se tiene libertad para informar (Tabla 2.4.2). Al tope de la lista, con
porcentajes mayores al ochenta por ciento y medias de más de 4 puntos en una
escala de 5, encontramos temas genéricos como la pobreza, actores como pueblos
indígenas y la desigualdad económica o social en general, aún si las
desviaciones estándares no son tan bajas y podría sugerir algún nivel de
disparidad. Sin embargo, los temas del fondo de la lista son los que ofrecen
resultados menos esperanzadores. En el penúltimo y antepenúltimo lugar,
encontramos que los periodistas dijeron comparativamente en menor porcentaje
que tienen completa o mucha libertad para reportar sobre la élite política y
las Fuerzas Armadas, con una desviación estándar alta que sugiere que para algunos
la libertad es muy baja y para otros es alta. Cabe destacar que su media es de
3.55 y 3.40, respectivamente, lo que significa que aún son actores importantes
sobre los que no siempre se tiene libertad para reportear. En último lugar, y
predeciblemente reflejando los contextos de creciente violencia criminal y
agresiones contra periodistas, encontramos a las organizaciones criminales como
aquéllas en que los periodistas sienten que reportan con menor grado de
libertad. El índice de desviación estándar más alto sugiere que en algunos
medios y regiones la libertad es nula y en otros es mayor. La media menor a los
tres puntos es, por tanto, indicativo de que se tiene en realidad poco margen
de maniobra al reportar sobre las organizaciones criminales, como han indicado
diversos autores que se enfocan en el análisis del periodismo regional (Del
Palacio, 2015).
Tabla 2.4.2.
Percepciones de autonomía periodística sobre actores y temas específicos*
|
N |
Porcentaje que dijo ”completa” o “mucha” libertad |
Mean |
Desviación Estándar |
La pobreza |
376 |
85.6 |
4.41 |
.93 |
Los pueblos indígenas o las minorías raciales |
373 |
82.6 |
4.33 |
.99 |
La desigualdad económica o social |
375 |
81.9 |
4.33 |
.96 |
El clero y las iglesias |
369 |
73.4 |
4.00 |
1.09 |
La élite económica |
368 |
69.8 |
3.89 |
1.15 |
La élite política |
375 |
55.2 |
3.55 |
1.09 |
Las Fuerzas Armadas |
364 |
48.1 |
3.40 |
1.26 |
Las organizaciones criminales |
361 |
28.3 |
2.63 |
1.41 |
Pregunta:
Por favor, en una escala de 1 a 5, indique el grado de libertad que suele tener
en la selección, desarrollo y publicación de historias sobre los siguientes
actores y/o temas. 1 significa ninguna libertad; 2 significa poca libertad; 3
significa alguna libertad; 4 significa mucha libertad y 5 significa total
libertad.
* Batería propuesta y aplicada por el equipo mexicano
Las implicaciones de estos hallazgos son diversas. Como hemos afirmado
en trabajos paralelos extraídos de este estudio, el grado de autonomía que
tienen los periodistas mexicanos tanto para producir como para publicar
noticias es multifactorial y está asociada a diversas influencias y factores
(Hughes et al, 2016). Por otra parte, la autonomía diferenciada que tienen los
periodistas pudiera también verse reflejado en el recurso de la censura y la
autocensura como mecanismos de protección ante posibles riesgos en contextos de
alta presión política y criminal (Hughes y Márquez, 2017). Cabe destacar
también que el patrón de respuestas sugiere que los periodistas percibieron más
libertad de tratar temas en general (pobreza, minorías, desigualdad económica),
o quizás, las respuestas sugieren poca conciencia de los temas respecto de
otros actores con los que hay tradicionalmente más áreas de tensión y
conflicto.
2.5. Percepciones sobre fuentes de influencia en el
trabajo periodístico
El siguiente ámbito de análisis de la cultura periodística mexicana
está relacionada con la percepción que tienen los periodistas respecto de
treinta posibles factores que podrían influir en su trabajo. Estos aspectos
pertenecen a diversos ámbitos, como el organizacional, personal, económico,
político-externo, de recursos, regulatorios, o de grupos de referencia.
Los factores de influencia más citados como muy o extremadamente
importantes para los periodistas en México resultaron ser la ética periodística
(93.4%) y el acceso a la información (77.3%), por lo que en solitario, los
periodistas parecen guiarse tanto por lo que consideran ético como por la
facilidad que tengan para acceder a la información. Estos dos aspectos también
reportaron la más baja desviación estándar, sugiriendo el mayor consenso entre
periodistas.
Asimismo, entre las diez fuentes percibidas como de mayor influencia,
encontramos cuatro relacionadas a la organización mediática y sus estructuras
jerárquicas en la redacción: política editorial (74.4%), jefes inmediatos (64.7%),
propietarios (63.8%) y altos directivos del medio (62.6%) en los lugares tres,
cinco, seis y siete, respectivamente. Esto implicaría que es hacia adentro de las
redacciones donde encontramos los mayores posibles condicionantes del trabajo
periodístico, aunque también encontramos como influyente a la retroalimentación
de la audiencia en el cuarto sitio (69.1%).
Como puede observarse, para cerrar los diez primeros lugares de la
lista, tenemos que más de la mitad de los periodistas (57.8%) consideran influyente
los plazos y restricciones de tiempo, seguido por el ambiente de inseguridad
pública, donde más de la mitad de los periodistas (56.6%) lo considera
influyente en su trabajo, y finalmente, cerrando los primeros diez lugares, la
relación con las fuentes (55.8%).
En los próximos diez lugares de la Tabla 2.5.1 aparece una mezcla de
influencias de dimensión personal, comercial o sociopolítico. Más de la mitad
de periodistas considera influyente la legislación sobre medios (53.6%) y sus
valores y creencias personales (52.7%). Poco menos de la mitad la
disponibilidad de recursos para obtener información (44%), la investigación de
audiencias y mercados (43.7%), o la censura, por ejemplo, que resultó ser un factor
de mucha influencia para más de cuarenta por ciento de los periodistas en
México (41%). Lo importante de este rasgo es que tiene la más alta desviación
estándar de los 30 factores (DE=1.42), lo que sugiere que estamos ante un
aspecto diferenciador del trabajo periodístico alrededor del país, con periodistas
que consideran a la censura como altamente influyente y otros que no.
Alrededor de un tercio de periodistas considera muy influyentes las
expectativas de ganancia económica dentro de la empresa (37.3%), también con
una alta desviación estándar (DE=1.36) la inequidad de género o racial dentro
de los medios (37%) o las relaciones públicas (33.3%). Le siguen en la lista la
influencia de compañeros de trabajo dentro del medio (29.3%), el Ejército, la
policía y las fuerzas de seguridad (27.4%), las responsabilidades familiares
(27.1%) y los anunciantes e intereses publicitarios (26.8%).
Los funcionarios de gobierno (23.1%), políticos (22.8%) y grupos
civiles o turbas (22.8) resultaron ser influyentes para poco más de dos de cada
diez periodistas, posiblemente indicando que, dado el contexto de alta
complicidad prensa-poder e instrumentalización política que ha existido en el
periodismo mexicano (Hughes, 2009; Márquez Ramírez, 2015) los periodistas no
atribuyen directamente al poder político la mayor fuente de presión sino
posiblemente de manera indirecta a través de las políticas editoriales.
Asimismo, no parecen reconocer que la cobertura de eventos y rutinas de
producción periodística también son altamente dependientes de las estructuras
gubernamentales y oficiales, como han demostrado otros estudios (Márquez
Ramírez, 2012).
Mientras tanto, al final de la Tabla 2.5.1 encontramos con que pese a
la evidencia de que los reporteros trabajan en grupo y que las redacciones
monitorean a otros, los colegas de otros medios son muy influyentes solamente
para el 17.5 por ciento de los periodistas, los empresarios para el 16.7%, los
amigos, conocidos y familiares para el 15.9% y las consideraciones religiosas,
hasta el fondo, únicamente para el 13.9 por ciento.
Tabla 2.5.1: Percepción
de factores de influencia en el trabajo periodística
Factor de Influencia |
N |
Porcentaje extremadamente
o muy influyente |
Media |
Desviación Estándar |
La
ética periodística |
376 |
93.4 |
4.54 |
.76 |
El
acceso a la información |
374 |
77.3 |
3.97 |
.99 |
La
política editorial |
371 |
74.4 |
3.95 |
1.02 |
Retroalimentación
de la audiencia |
375 |
69.1 |
3.89 |
.98 |
Sus
jefes directos o editores |
368 |
64.7 |
3.73 |
1.12 |
El
dueño o dueños de su medio |
367 |
63.8 |
3.72 |
1.30 |
Los
altos directivos del medio |
366 |
62.6 |
3.7 |
1.25 |
Plazos,
cierres o restricciones de tiempo |
367 |
57.8 |
3.56 |
1.16 |
Ambiente
de inseguridad pública* |
369 |
56.6 |
3.52 |
1.30 |
Relación
con fuentes noticiosas |
371 |
55.8 |
3.49 |
1.21 |
La
legislación sobre medios |
366 |
53.6 |
3.41 |
1.19 |
Sus
valores y creencias personales |
330 |
52.7 |
3.45 |
1.38 |
Disponibilidad
de recursos para
obtener información |
352 |
44 |
3.12 |
1.28 |
Investigación
de audiencias
y mercados |
348 |
43.7 |
3.18 |
1.23 |
La
censura |
354 |
41 |
3.03 |
1.42 |
Las expectativas de ganancia económica de la empresa |
354 |
37.3 |
2.9 |
1.36 |
La inequidad de género o racial dentro de los medios* |
346 |
37 |
2.88 |
1.36 |
Las
relaciones públicas |
369 |
33.3 |
2.95 |
1.23 |
Otros
medios de la competencia |
367 |
33 |
2.91 |
1.14 |
Sus
compañeros de trabajo
de su medio |
355 |
29.3 |
2.72 |
1.2 |
El
Ejército, la policía y las
fuerzas de seguridad |
350 |
27.4 |
2.63 |
1.28 |
Responsabilidades
familiares* |
350 |
27.1 |
2.56 |
1.36 |
Anunciantes
e intereses publicitarios |
354 |
26.8 |
2.64 |
1.32 |
Funcionarios
de gobierno |
359 |
23.1 |
2.51 |
1.28 |
Políticos |
359 |
22.8 |
2.52 |
1.28 |
Grupos
civiles (turbas) |
359 |
22.8 |
2.68 |
1.14 |
Colegas
de otros medios |
360 |
17.5 |
2.38 |
1.14 |
Empresarios |
360 |
16.7 |
2.38 |
1.17 |
Sus
amigos, conocidos y familiares |
345 |
15.9 |
2.19 |
1.19 |
Consideraciones
religiosas |
332 |
13.9 |
2.14 |
1.17 |
Pregunta: A
continuación se indica una lista de potenciales fuentes de influencia. Indique,
por favor, en una escala de 5 a 1 ¿cuánta influencia tiene cada una de ella en
su trabajo? 5 significa que es extremadamente influyente, 4 significa que es
muy influyente, 3 significa que es más o menos influyente, 2 significa que es
poca influyente y 1 significa que no es influyente. SI la fuente de influencia
no aplica en su trabajo, por favor, escoja la opción número 8.
* ítem propuesto y aplicado por el equipo
mexicano como opcional
Pese a estos resultados, debe tomarse en cuenta que las desviaciones estándar
son relativamente altas para la mayoría de los aspectos, lo que sugiere
atención focalizada en futuras investigaciones hacia las fuentes de influencia
precisas que condicionan el trabajo periodístico en distintas regiones del país
o en diversos tipos de medio o sector informativo. Por ejemplo, pese a estar en
la parte baja de la tabla, las responsabilidades familiares aparecen con una
alta desviación estándar (DE=1.36) que sugiere que la influencia de este
aspecto es muy variable entre los periodistas.
Los resultados en temas de interés para México como es la influencia
de las fuerzas de seguridad como el Ejército y la policía (DE=1.28), los grupos
civiles como turbas (1.14), y la censura que ya se mencionó, parecen reflejar
el contexto de creciente violencia criminal en muchas regiones del país, pero
la relativamente alta desviación estándar de estos factores también sugiere que
aún se trata de fenómenos focalizados, al no tener el mismo grado de influencia
para todos los respondientes.
Altos niveles de desviación estándar también se encuentran entre factores
económicos como expectativas de ganancia de la empresa (DE= 1.36), así como
anunciantes e intereses publicitarios (DE=1.32), que sugiere que no siempre
esto es percibido como un factor de influencia en el trabajo. Por otra parte,
uno de los aspectos con mayor índice de variación y desacuerdo es el de los
valores y creencias personales de los periodistas (DE=1.38), sugiriendo que la
subjetividad es un aspecto importante para el quehacer periodístico.
Analizados por separado, cada uno de los factores de influencia
muestra un mosaico diverso y multidimensional de posibles condicionantes del
trabajo periodístico, pero de forma agregada, aparece un panorama más concreto.
A través de una prueba de Análisis Factorial Exploratorio, encontramos que cada
uno de los aspectos analizados se agrupan en ocho grandes ámbitos de influencia[8], a
decir: 1) Influencias sociopolíticas, 2) Grupos
de referencia, Influencias organizacionales, 4) Influencias comerciales, 5) Regulación
y marco legal, 6)Fuentes y audiencias, 7)Tiempo y Recursos y 8) Valores
personales y éticos.
El análisis muestra que sólo los primeros cuatro factores o
componentes arrojados por el análisis factorial pueden ser utilizados dada los
índices de consistencia buena o aceptable entre los ítems que constituyen a
cada factor, por lo que se extrajo el promedio agregado de cada ámbito
solamente de esos primeros cuatro factores para compararlos entre sí. La Tabla
2.5.2 muestra, en términos generales, cuáles son los ámbitos de mayor
influencia en el trabajo periodístico. Encontramos particularmente interesante
que el análisis factorial haya arrojado un primer factor que agrupa juntas las
influencias relacionadas tanto con las instituciones políticas, como con las
fuerzas policiacas y de seguridad, así como otras fuentes de riesgo como
censura, multitudes y la percepción de inseguridad pública, lo que puede estar
relacionado con el contexto de alto riesgo y violencia criminal que se vive en
gran parte del país, en donde a los tres factores se les percibe juntos y como
uno solo. Sin embargo, tomadas juntas, no son las fuentes que se perciben como
de más presión para el trabajo periodístico, sino que las internas pesan más,
como observamos en la siguiente tabla (2.5.2).
Tabla
2.5.2. Principales dimensiones de factores de influencia en el trabajo
periodístico
Dimensiones de
influencia* |
N |
Media |
Desviación
Estándar |
Consistencia
entre ítems (Alpha de
Cronsbach) |
Varianza Explicada |
Influencias Organizacionales |
374 |
3.77 |
1 |
α=.86 |
13.28% |
Influencias Económico-Comerciales |
367 |
2.90 |
1.09 |
α=.73 |
11.08% |
Influencias Socio-políticas |
376 |
2.79 |
.93 |
α=.87 |
10.33% |
Influencias Grupos de Referencia |
375 |
2.49 |
.85 |
α=.75 |
7.05% |
Pregunta: A continuación
se indica una lista de potenciales fuentes de influencia. Indique, por favor,
en una escala de 5 a 1 ¿cuánta influencia tiene cada una de ella en su trabajo?
5 significa que es extremadamente influyente, 4 significa que es muy
influyente, 3 significa que es más o menos influyente, 2 significa que es poca
influyente y 1 significa que no es influyente. SI la fuente de influencia no
aplica en su trabajo, por favor, escoja la opción número
* Método de extracción: Análisis de Componentes
Principales, Rotación Varimax con Normalización Kaiser, Medida de
Kaiser-Meyer-Olkin de adecuación de muestra (KMO) de .828 (Meritoria), y
coeficiente de significación de p=<.000
Observamos que, en conjunto, las influencias organizacionales —que
como dijimos se constituyen por editores y jefes—aparecen como las de mayor
influencia con una media de M=3.77, seguidas por las influencias comerciales
(M=2.90), las influencias sociopolíticas (M=2.79) y finalmente los grupos de
referencia (M=2.49), lo cuál muestra tanto que el periodista percibe mayor
importancia a las influencias internas que externas (o de adentro hacia fuera) y
que el trabajo periodístico está altamente jerarquizado en México, lo que
revela mayor necesidad de hacer investigación académica dentro de las
redacciones para revelar la naturaleza de estos procesos jerárquicos. Por otro
lado, debido a que este estudio está basado en percepciones de los periodistas
pero no en su práctica, estos resultados pudieran reflejar que otras fuentes de
influencia –como las sociopolíticas—pueden estar altamente naturalizadas y por
ello es necesario que futuras investigaciones enfaticen los aspectos tanto de
la práctica periodística (rutinas) como del contenido periodístico para
entender la jerarquía de las influencias en las redacciones (Shoemaker y Reese,
2013).
2.6. Orientaciones éticas
Uno de los aspectos que más ha interesado a los investigadores de las
culturas periodísticas es la importancia que dan los periodistas a la ética
periodística y su grado de adaptabilidad a las circunstancias, es decir, si los
ideales éticos a los que se adhieren los periodistas son relativos o absolutos
respecto del contexto y la experiencia personal. En ese sentido, como muestra
la Tabla 2.6.1, una vasta mayoría de los periodistas en México estuvieron de
acuerdo con la postura de que los periodistas deberían adherirse siempre a
códigos de ética independientemente de la situación o contexto (96%). Sin
embargo, las variaciones de la oración en sentido inverso mostraron respuestas que
parcialmente contradijeron la primera postura, pues la pregunta de si lo que es ético en
periodismo puede variar dependiendo de la situación específica obtuvo casi el
60 por ciento de acuerdo; la frase de si lo que es ético depende de un juicio
personal, el acuerdo fue de 45 por ciento y cuando se usó la expresión
“circunstancias extraordinarias” bajó el acuerdo a 39.2 por ciento.
Sin embargo, para el caso de las tres variaciones de la pregunta
inicial, es de notar que en esta batería
de preguntas se presentaron los niveles de desviación estándar más altas del
todo el cuestionario, sugiriendo que muchos periodistas sí creen que la ética
periodística a veces puede depender del contexto y las circunstancias y otros,
en congruencia con la postura inicial, no lo creen así. En otras palabras, aún si inicialmente casi la
totalidad de los periodistas cree que deberían adherirse a códigos de ética
profesional independientemente de contexto y circunstancias, entre un cuarenta
y un sesenta por ciento al mismo tiempo, y contradictoriamente, también cree
que lo ético puede variar dependiendo de situación específica, juicio personal
y circunstancias extraordinarias. En cualquier caso, en una escala de uno a
cinco, todas las frases tuvieron una media mayor a la mitad, y ninguna de ellas
presentó una media que indicara total desacuerdo.
Tabla 2.6.1:
Orientaciones éticas de los periodistas
|
N |
Porcentaje que está
algo o muy de acuerdo |
Media |
Desviación Estándar |
|
Los
periodistas deberían siempre adherirse a códigos de ética profesional,
independientemente de la situación y/o contexto |
376 |
96.0 |
4.73 |
.58 |
|
Lo
que es ético en periodismo puede variar dependiendo de la situación
específica |
374 |
59.4 |
3.36 |
1.44 |
|
Lo
que es ético en periodismo es un
asunto de juicio personal |
376 |
44.9 |
3.00 |
1.50 |
|
Es
aceptable dejar de lado estándares éticos si circunstancias extraordinarias así lo requieren |
375 |
39.2 |
2.93 |
1.46 |
|
Pregunta: Las
siguientes afirmaciones describen distintos enfoques hacia el periodismo. Por
favor, indique qué tan de acuerdo o en desacuerdo está con cada una de ellas. 5
significa que está muy de acuerdo, 4 que está algo de acuerdo, 3 significa que
no se decide, 2 que está algo en desacuerdo y 1 que está muy en desacuerdo.
Una
segunda batería de preguntas concerniente a la ética periodística evaluó el
nivel de justificación a ciertas prácticas de reporteo y recolección de
información consideradas como controversiales. Estos resultados arrojan más luz
sobre cuáles serían las prácticas que se justifican siempre y cuáles en
ocasiones, dependiendo contexto y circunstancias. (Tabla 2.5.2) Si bien las
cifras parecen mostrar un escepticismo generalizado por la mayoría de éstas
prácticas, un porcentaje menor de periodistas considera que algunas de ellas
estarían siempre justificadas: el uso de documentos confidenciales tuvo el
visto bueno de casi 17 por ciento de periodistas, el uso de cámaras y
micrófonos ocultos por más del 13 por ciento, y el fingir el empleado de una
organización para hacerse de información recibió el 12.5 por ciento, y
dramatizar las noticias por medio de actores, el 11.2 por ciento. En cambio, el
porcentaje para esas mismas prácticas aumentó significativamente entre
periodistas que consideran que esas prácticas están justificadas en ocasiones.
Hay tres prácticas en particular que recibieron baja aprobación
respecto de su justificación total, pero considerablemente más alta respecto de
su práctica en ocasiones. Cuando se trata de hacerse pasar por alguien más, se
cuadriplicó el porcentaje de quienes creen que se justifica en ocasiones
respecto de los que lo justifican siempre. Muy pocos periodistas justificaron
de manera total el pagar a personas por información confidencial (3.5%), pero
el porcentaje es siete veces mayor entre quienes lo justifican en ciertas
ocasiones. Una tendencia similar ocurrió con el uso de documentos personales
sin permiso, que es justificada en ocasiones casi siete veces más de los que lo
justifican siempre. Por otra parte, el mayor consenso y menor grado de
relativismo se encontró en la parte baja de la tabla, al existir prácticas que
recibieron muy baja aprobación por los periodistas (menos del cinco por
ciento), trátese del contexto que se trate, como el caso de la publicación de
contenido no verificado (3.7% lo justifica siempre y 4.2% en ocasiones), la alteración
de fotografías (2.1% siempre y 2.9% en ocasiones), la alteración y fabricación
de citas (2.7 siempre y 3.7 en ocasiones), y aceptación de dinero por parte de
las fuentes (2.4% siempre y 3.5% en ocasiones). Este último rubro parecería
constituir un panorama significativamente diferente al de décadas atrás, cuando
el llamado “chayote” —sobres conteniendo dinero que eran repartidos a los
reporteros en las instancias de gobierno al final de los eventos públicos—era
una práctica naturalizada y aceptada en los medios nacionales y aún más en los
regionales, en donde se cree que aún podría existir la práctica.
Un rasgo importante para el contexto mexicano que agregó y nuestro
equipo es el de utilizar confesiones de personas acusadas de un delito mediante
prácticas cuestionables (como por ejemplo tortura). Resultó ser una práctica
siempre justificada para el 2.7 por ciento de los encuestados y en ocasiones
justificada para el 7.2 por ciento, lo que implica que hay un sector de
periodistas que aún requiere ser capacitado en asuntos como el debido proceso y
los procesos judiciales con perspectiva de Derechos Humanos.
Tabla 2.6.2. Justificación
de métodos de reporteo controversiales
Práctica |
N |
Porcentaje “siempre
justificado” |
Porcentaje “justificado
en ocasiones” |
Usar
documentos confidenciales de empresas o del
gobierno sin autorización |
376 |
16.8 |
41.8 |
Usar
cámaras o micrófonos ocultos |
376 |
13.3 |
46.3 |
Hacerse
emplear en una empresa u organización para
acceder a información de primera mano |
376 |
12.5 |
30.3 |
Recurrir
a la re-creación o dramatización de
las noticias por medio de actores |
375 |
11.2 |
30.4 |
Hacerse
pasar por alguien más |
377 |
8.2 |
33.2 |
Ejercer
presión sobre informantes no dispuestos a
hablar para conseguir una historia |
374 |
5.6 |
16 |
Publicar
historias sin contenido verificado |
377 |
3.7 |
4.2 |
Pagar
a personas por información confidencial |
375 |
3.5 |
25.6 |
Hacer
uso de documentos personales como
cartas o fotografías, sin permiso |
375 |
2.9 |
19.2 |
Utilizar
confesiones de personas acusadas de un
delito obtenidas mediante prácticas
cuestionables* |
374 |
2.7 |
7.2 |
Alterar
o fabricar citas textuales de las fuentes |
376 |
2.7 |
3.7 |
Aceptar
dinero de las fuentes |
376 |
2.4 |
3.5 |
Alterar
fotografías |
377 |
2.1 |
2.9 |
Pregunta: Dada una historia importante ¿cuáles de las siguientes usted considera
que pueden ser justificadas, y cuáles usted no aprobaría bajo ninguna
circunstancia? 1 significa que siempre lo justificaría, 2 significa que lo
justificaría en ciertas ocasiones, y 3 significa que no lo aprobaría bajo
ninguna circunstancia.
2.7. Percepciones sobre cambio
Otro de los aspectos importantes para el estudio, era saber si los
periodistas con más de cinco años de experiencia percibían que algunos factores
de influencia pudieran haber aumentado con el tiempo. Por ejemplo, pudiera ser
que hace cinco años algunos aspectos del trabajo no fueran tan importantes y
ahora sí, o viceversa. O bien, que no se perciba cambio alguno.
Predeciblemente, los factores relacionados con las transformaciones digitales y
la relación con las audiencias encabezan la Tabla 2.7.1., especialmente la
influencia de las redes sociales como Twitter o Facebook, cuya influencia se ha
fortalecido mucho o algo para 9 de cada 10 periodistas (91.5%), así como la
retroalimentación de la audiencia (85%), el involucramiento en la producción de
contenido por parte de las audiencias (77.4%) y los blogs, videos y materiales
que las mismas producen por casi tres cuartos de los periodistas (74.3). Es en
estos aspectos donde observamos desviaciones estándar relativamente bajas, lo
que sugiere un mayor consenso entre periodistas.
En contraste, observamos aspectos en los que algunos periodistas
observan un incremento de la influencia del mismo al tiempo que otros una
disminución. Por ejemplo, 69.3 por ciento de los encuestados cree que la
influencia respecto de la formación educativa del periodista ha aumentado en
los últimos cinco años mientras que 17.3 por ciento cree que se ha debilitado y
el resto que no hay cambio. Este aspecto registró la más alta desviación
estándar del grupo, sugiriendo que la formación del periodista es un asunto
controversial y de muy variada importancia. Por otro lado, en el mismo tenor,
tenemos que la influencia de los estándares éticos ha aumentado para 58.4 por
ciento de los periodistas pero se ha debilitado para 21.6 por ciento de los
mismos, lo que muestra que también es un aspecto de alto disenso. Mientras que
algunos han visto la necesidad de poner más atención en los estándares ellos
otros han visto relajada esa presión. Recordemos que la ética periodística
había sido declarada como el aspecto más influyente del trabajo periodístico en
baterías de preguntas anteriores, y que también había cierta tendencia hacia
relativizar su puesta en práctica, lo que sugiere la necesidad de realizar más
investigaciones exploratorias sobre la relación que guarda el periodista con
determinados estándares éticos dependiendo de su tipo de trabajo.
Por otra parte, al fondo de la tabla 2.7.1 encontramos diversos tipos
de presiones comerciales en los que un menor número de periodistas ha observado
un aumento de influencia, como las relaciones públicas (56.4%), la
investigación de audiencias y mercados (56.1%), anunciantes e intereses
publicitarios (54.5%), presiones por expectativas y ganancias económicas (54%)
o el sensacionalismo (52%). Esto significa que poco más de la mitad de
periodistas observa un aumento en la presión de esos aspectos, mientras que el
resto considera que no hay cambio o de hecho ha disminuido la presión. La
relativamente alta desviación estándar y las medias por arriba de tres puntos sugieren
que la situación varía en las redacciones. Dado que persiste el contexto de
alta dependencia de la publicidad gubernamental como principal motor de
financiamiento por parte de muchos medios regionales (e incluso nacionales), es
posible que los periodistas no observen o no sean abiertamente conscientes de
un aumento en estas presiones tal cual, o bien, no asimilen las mismas como
distintas a las presiones políticas con las que lidian los medios de manera
cotidiana, pues el Estado tiende a ser uno de los mayores anunciantes de la
prensa mexicana.
Tabla
2.7.1. Percepción de cambio en influencia de diversos factores entre
periodistas con cinco años o más de experiencia
Importancia
de aspectos del trabajo periodístico |
N |
% Se ha fortalecido mucho o algo |
% Se ha debilitado mucho o
algo |
Media |
Desviación Estándar |
Redes sociales como Twitter o
Facebook |
305 |
91.5 |
2.3 |
4.55 |
.76 |
La retroalimentación de la
audiencia |
306 |
85 |
2.3 |
4.28 |
.79 |
Involucramiento de la audiencia
en la producción de noticias |
305 |
77.4 |
3.3 |
4.11 |
.86 |
Blogs, video, y otro material producido por audiencias |
303 |
74.3 |
5 |
4.12 |
.94 |
La
competencia |
305 |
73.1 |
6.9 |
4.04 |
1 |
La formación educativa del
periodista |
306 |
69.3 |
17.3 |
3.84 |
1.29 |
Estándares éticos |
305 |
58.4 |
21.6 |
3.57 |
1.26 |
Las relaciones públicas |
303 |
56.4 |
7.9 |
3.68 |
0.93 |
Investigación de audiencia y
mercado |
301 |
56.1 |
13 |
3.65 |
1.08 |
Anunciantes e intereses
publicitarios |
303 |
54.5 |
14.2 |
3.55 |
1.07 |
Presiones por expectativas y
ganancias económicas |
302 |
54 |
12.9 |
3.56 |
1.08 |
El sensacionalismo |
303 |
51.2 |
19.5 |
3.5 |
1.23 |
Pregunta
formulada a periodistas con 5 años de experiencia o más: La importancia de algunos aspectos en su trabajo pudo haber cambiado
con el tiempo. Por favor, en una escala de 1 a 5 indique: en los últimos cinco
años, ¿En qué medida se ha fortalecido o debilitado la influencia de los
siguientes factores en su trabajo? 5 significa que se ha fortalecido mucho, 4
que se ha fortalecido en algo, 3 que no hay cambio, 2 que se ha debilitado en
algo y 1 que se ha debilitado mucho
De manera agregada a partir de un análisis factorial exploratorio, se
obtuvieron tres grandes dimensiones de cambio de influencia[9]:
audiencias, normas personales, y comercialismo. Observamos en la Tabla 2.7.2
que de manera combinada, los factores respecto de la influencia de las
audiencias y sus productos –especialmente a partir de la digitalización—ha
aumentado considerablemente respecto de los otros dos ámbitos, con la media más
alta en una escala de cinco puntos (M=4.27). Las normas personales son la
segunda área donde se percibe más aumento de la influencia, aunque la alta
desviación estándar sugiere mucha variación de respuestas. Finalmente es el
comercialismo el que comparativamente registró menor percepción de aumento de
influencia en el trabajo periodístico, aunque la media (M=3.67) y la desviación
estándar sugieren que aún así los periodistas perciben que su influencia se ha
fortalecido, más que disminuido.
Tabla 2.7.2.
Dimensiones Agregadas de Percepciones de Cambio entre periodistas con cinco
años o más de experiencia
|
Aspecto de cambio |
N |
Media |
Desviación
Estándar |
Consistencia
entre íitems (Alpha de
Cronsbach) |
Varianza Explicada |
Impacto de la Audiencia |
306 |
4.27 |
.64 |
α=.74 |
20.64% |
|
Normas Personales |
306 |
3.71 |
1.16 |
α=.69 |
19.7% |
|
Comercialismo |
306 |
3.67 |
.67 |
α=.79 |
15.7% |
|
Pregunta formulada a periodistas con 5 años de experiencia o más: La importancia de algunos aspectos en su trabajo pudo haber cambiado
con el tiempo. Por favor, en una escala de 1 a 5 indique: en los últimos cinco
años, ¿En qué medida se ha fortalecido o debilitado la influencia de los
siguientes factores en su trabajo? 5 significa que se ha fortalecido mucho, 4
que se ha fortalecido en algo, 3 que no hay cambio, 2 que se ha debilitado en
algo y 1 que se ha debilitado mucho
* Método de extracción: Análisis de Componentes
Principales, Rotación ortogonal con método Varimax con Normalización Kaiser,
Medida de Kaiser-Meyer-Olkin de adecuación de muestra (KMO) de .755
(aceptable), y coeficiente de significación de p=<.000
Otra pregunta asociada a los cambios explora qué tanto perciben los
periodistas que ha aumentado o disminuidos ciertos aspectos relacionados al
trabajo periodístico en los cinco años anteriores a la aplicación de la
encuesta (Tabla 2.7.3). Nuevamente, observamos una mezcla de aspectos que
sugieren que hay elementos clave que están transformando el ecosistema
periodístico de manera vertiginosa. Al menos nueve de cada diez periodistas
(95.1%) percibe mayor uso de buscadores de internet. Alrededor de ocho de cada
diez percibe mayor importancia de habilidades técnicas (84.3%) y de tener un
grado universitario (78.8%), reflejando una valoración generalizada de la
educación profesional, aún si el porcentaje que considera que ese título debe
ser en periodismo o comunicación es menor (64.7%). Un dato preocupante es que
el 74.8 por ciento de los periodistas considera que sus horas de trabajo han
aumentado, como fruto, quizás, de las mayores demandas que ha generado los
cambios tecnológicos y la interacción de los periodistas con sus audiencias,
donde también se percibe un gran incremento (68.3%). Sin embargo,
paradójicamente, cuatro de cada diez periodistas también perciben que ha
aumentado el tiempo para investigar y documentar historias (42.6%), aún cuando el
31.9 por ciento considerar lo contrario: que ha disminuido el tiempo,
posiblemente como reflejo de las sobrecargas de trabajo que suelen tener, como
ya se ha establecido en las primeras secciones de los resultados de este
estudio. Aún así, el relativamente alto número de periodistas que cree tener
más tiempo para documentar e investigar pudiera sugerir que los periodistas han
interpretado la pregunta como una forma de decir que tienen menos excusas para
investigar las noticias al tener un mayor número de recursos digitales a la
mano.
Los aspectos que generaron el menor consenso los encontramos al fondo
de la Tabla 2.7.3. Poco más de la mitad de los periodistas (53.6%) considera
que ha aumentado la libertad del periodista para tomar decisiones editoriales,
pero alrededor de un quinto (19.9%) considera lo contrario, que ha disminuido. En
todo caso, como hemos demostrado en estudios asociados a esa encuesta (Hughes
et al, 2016), la mayor autonomía periodística en México parece estar asociada a
determinadas características, como se demostró con regresiones lineales sobre
variables predictoras de autonomía para predecir y publicar noticias. La
experiencia mayor a diez años y la adhesión a la función de agente analítico de
cambio son los mayores predictoras de autonomía para producir noticias, es
decir, para escoger los ángulos de las noticias y trabajarla como se desea. La
autonomía para publicar noticias, en
cambio, está asociada a poseer un más alto rango y jerarquía en la redacción
–debido a su poder de decisión—y a adherirse a la función vigilante del periodismo
(Hughes et al, 2016)
Continuando con la batería sobre aumento o disminución de ciertos
factores (Tabla 2.7.3), encontramos que la más alta desviación estándar y grado
de disenso gira alrededor de las percepciones sobre la credibilidad del
periodismo. Mientras el 56.7 por ciento cree que ha aumentado –revelando una
perspectiva optimista sobre su ocupación, el 20.3 por ciento cree que de hecho,
ha disminuido. Posibles líneas de investigación a futuro pudieran explorar la
posible relación entre satisfacción laboral y percepción sobre la credibilidad
del periodismo, o bien entre dicha percepción de aumento de credibilidad, la
adhesión a las funciones de cambio social y de vigilancia al poder, y la puesta
en práctica de dichas funciones en el contenido noticioso.
Tabla 2.7.3. Percepción de cambios (aumento o disminución) entre
periodistas de cinco años o más de experiencia
Aspecto del trabajo
periodístico |
N |
% que dijo Ha aumentado mucho o algo |
% que dijo ha
disminuido mucho o algo |
Media |
Desviación Estándar |
|
El uso de buscadores de
Internet |
305 |
95.1 |
1.3 |
4.68 |
.64 |
|
La importancia de las
habilidades técnicas |
306 |
84.3 |
2.9 |
4.32 |
.83 |
|
La importancia de tener un grado
universitario |
306 |
78.8 |
7.2 |
4.22 |
1.01 |
|
Las horas promedio de trabajo
del periodista |
305 |
74.8 |
5.9 |
4.14 |
.97 |
|
Interacción de los periodistas con sus audiencias |
306 |
68.3 |
8.5 |
3.9 |
.98 |
|
La relevancia del periodismo
para la sociedad |
304 |
66.1 |
13.5 |
3.83 |
1.06 |
|
La relevancia de tener un
título en periodismo o comunicación |
306 |
64.7 |
10.8 |
3.85 |
1.1 |
|
La credibilidad del periodismo |
305 |
56.7 |
20.3 |
3.62 |
1.24 |
|
La libertad del periodista para
tomar decisiones editoriales |
306 |
53.6 |
19.9 |
3.44 |
1.15 |
|
El tiempo disponible para investigar y documentar
historias |
305 |
42.6 |
31.9 |
3.2 |
1.23 |
|
Pregunta solo para periodistas con cinco años o más de experiencia: Pregunta: El
periodismo está en un estado de constante cambio. Indique si ha habido un incremento o
disminución en los siguientes aspectos del trabajo periodístico en México: 5
significa que ha aumentado mucho, 4 que ha aumentado algo, 3 que no ha habido
cambio, 2 que ha disminuido algo y 1 que ha disminuido mucho
Una batería similar propuesta por el equipo mexicano (Tabla 2.7.4), se
aplicó a todos los periodistas en México --independientemente de sus años de
experiencia--. La batería quería dar cuenta de nuevos aspectos no incluidos en
los ítems anteriores y asociados a los ambientes de hostilidad, violencia y
agresiones contra periodistas, es decir, a los ambientes sociopolíticos y de
las especificidades de la cultura periodística mexicana no reflejados en las
preguntas anteriores. Respecto de los climas de violencia y agresión a
periodistas, hay una percepción generalizada de aumento de los crímenes contra
periodistas (85.3%), la inseguridad pública en general (84.2%), la autocensura
(67.1%), ataques de multitudes (65.6%) y de políticos (63.7%) a los
periodistas, así como de polarización económica o política (62.7%). También hay
un segmento importante de encuestados que cree que ha aumentado otras formas de
censura (44.6%), la censura dentro de su medio (42.4%) las presiones del
gobernador del Estado (55.2%) y del presidente (43.6%) a los periodistas,
mientras que se percibe aumento en leyes regulatorias (56.1%) pero también un
mayor acceso a la información por medio de leyes de transparencia (66.4%) y
facilidades para ejerce periodismo de investigación (39.7%), aunque para este
último aspecto un segmento de tamaño parecido considera lo opuesto, que han
disminuido (34.1%). Hay percepción de aumento en noticias basadas en redes
sociales (80.5%), presiones de rating, lectoría y tráfico web (71.4%) y aumento
en el periodismo de información oficial basado en declaraciones y boletines
(56.7%).
Esta batería es interesante porque, pese a que los resultados
confirman otros estudios poco optimistas respecto de la ocupación (Del Palacio,
2015), también muestra pequeñas áreas de mejora y de esperanza, que ameritan
más atención académica y longitudinal para medir cambios a lo largo del tiempo
(Tabla 2.7.4). Por ejemplo, alrededor de un quinto de los periodistas considera
que han disminuido la censura dentro del medio (22.4%), otras formas de censura
(21.9%) o los ataques del presidente contra los periodistas (18.2%), lo que
pudiera ser un indicio de que, comparativamente con décadas anteriores, existe
una élite de periodistas de gran calidad que, con el apoyo de su medio, ejerce
y materializa las funciones de vigilancia y llamado a rendición de
cuentas.
Tabla 2.7.4. Percepción de cambio (aumento o
disminución) de aspectos del trabajo periodístico en México
Aspecto |
N |
% Ha aumentado mucho o algo |
% Ha disminuido mucho o algo |
Media |
Desviación Estándar |
|||||
Crímenes contra
periodistas o ataques de la delincuencia
organizada |
368 |
85.3 |
5.7 |
4.45 |
.96 |
|
||||
La inseguridad pública en
general |
374 |
84.2 |
6.1 |
4.36 |
.92 |
|
||||
Noticias basadas en redes
sociales |
374 |
80.5 |
6.4 |
4.14 |
.95 |
|
||||
Presiones de rating,
lectoría o tráfico web |
374 |
71.4 |
5.1 |
3.94 |
.9 |
|
||||
Autocensura |
371 |
67.1 |
7.5 |
3.95 |
1.04 |
|
||||
Acceso a la información
por medio de leyes de transparencia y acceso a la información |
375 |
66.4 |
13.3 |
3.73 |
1.07 |
|
||||
Ataques de multitudes
contra periodistas |
366 |
65.6 |
11.2 |
3.87 |
1.12 |
|
||||
Ataques de políticos a
periodistas |
369 |
63.7 |
13.3 |
3.83 |
1.11 |
|
||||
Polarización económica o
política |
373 |
62.7 |
8.8 |
3.73 |
.93 |
|
||||
Periodismo de información
oficial (declaraciones, boletines) |
374 |
56.7 |
12.3 |
3.66 |
1.06 |
|
||||
Leyes regulatoria sobre
medios |
369 |
56.1 |
9.2 |
3.63 |
.94 |
|
||||
Presiones del gobernador
del Estado a los periodistas |
364 |
55.2 |
14 |
3.68 |
1.17 |
|
||||
Otras formas de censura |
361 |
44.6 |
21.9 |
3.28 |
1.16 |
|
||||
Presiones del presidente a
los periodistas |
362 |
43.6 |
18.2 |
3.38 |
1.12 |
|
||||
Censura dentro de su medio |
370 |
42.4 |
22.4 |
3.25 |
1.16 |
|
||||
Facilidades para ejercer el periodismo de
investigación |
375 |
39.7 |
34.1 |
3.06 |
1.26 |
|
||||
Pregunta aplicada a todos los periodistas: El periodismo está en un estado de constante cambio. Indique si
ha habido un incremento o disminución en los siguientes aspectos del trabajo
periodístico en México: 5 significa que ha aumentado mucho, 4 que ha aumentado
algo, 3 que no ha habido cambio, 2 que ha disminuido algo y 1 que ha disminuido
mucho
Para saber cómo se comparan de manera agregada estos aspectos, un análisis factorial exploratorio para extraer dimensiones entre los
ítems afines en esta última batería de percepciones de incremento en ciertos
aspectos del trabajó arrojó cuatro componentes[10]:
1)Violencia contra periodistas, 2)Censura y presiones, 3)Presiones Externas y
4) Condiciones para periodismo de Calidad. Sin embargo, sólo las dos primeras
tuvieron una consistencia aceptable entre los ítems constitutivos, por lo que
se exponen a continuación.
Tabla
2.7.5. Percepciones de incremento o disminución de factores agregados de
presión
|
Aspecto del
trabajo periodístico |
N |
Media |
Desviación
Estándar |
Consistencia
entre íitems (Alpha de
Cronsbach) |
Varianza Explicada |
Violencia contra periodistas |
376 |
4.09 |
.78 |
α=.789 |
17.7% |
|
Censura y presiones
políticas |
376 |
3.4 |
.88 |
α=.759 |
16.7% |
|
Pregunta aplicada a
todos los periodistas: El periodismo está
en un estado de constante cambio. Indique si ha habido un incremento o
disminución en los siguientes aspectos del trabajo periodístico en México: 5
significa que ha aumentado mucho, 4 que ha aumentado algo, 3 que no ha habido
cambio, 2 que ha disminuido algo y 1 que ha disminuido mucho
* Método de extracción: Análisis de Componentes
Principales (PCA) con rotación ortogonal Varimax con Normalización Kaiser,
Medida de Kaiser-Meyer-Olkin de adecuación de muestra (KMO) de .785
(aceptable), y coeficiente de significación de p=.000
Podemos concluir con esta tabla que de manera combinada, los ítems
agrupados en la dimensión Violencia contra periodistas (crímenes y ataques de
turbas, políticos, ambiente de inseguridad y autocensura) reportan una mayor
percepción de aumento que incluso formas de agresión más sutiles como las
presiones (de funcionarios) u otras formas de autocensura, ambos aspectos con baja
desviación estándar combinada, lo que sugiere una opinión generalizada de estos
temas. Estas percepciones explicarían las medidas adoptadas ante la percepción
de riesgo e inseguridad que explicaremos en la siguiente sección.
2.8. Amenazas y medidas de seguridad
Uno de los aspectos clave del estudio es explorar
algunas de los efectos del creciente ambiente de violencia y hostilidad al que
se enfrentan los periodistas en México cotidianamente. La historia de la
ocupación periodística en México da numerosas muestras de episodios de censura,
agresiones, y otras formas de intimidación hacia medios y periodistas críticos
o que no se ajustaron a la complicidad prevaleciente entre muchos medios y el
poder político. Por tanto, es sustantivo explorar si con la consolidación del
crimen organizado y la violencia criminal como un factor de riesgo para el
trabajo periodístico las fuentes de amenaza se han multiplicado, si el crimen
organizado ha suplantado al poder político como el máximo factor de riesgo para
los periodistas, o si lo continúa siendo, como parecen sugerir los múltiples
reportes de agresiones contra periodistas publicados por organizaciones y
activistas (Artículo 19, 2016).
Los resultados (Tabla
2.8.1) muestran un panorama relativamente parejo. Para empezar, cuatro de cada
diez periodistas ha sido amenazado (40.3%), y tres cuartas partes (75%) de los
que dieron respuesta afirmativa (equivalente a casi un tercio del total de los
encuestados) han sido amenazados más de dos veces. De entre ellos, el 42.7 por
ciento atribuyeron las amenazas a una noticia o tema relacionado con el crimen
organizado, el 34.9 por ciento con una noticia política y el 2.6 una noticia de
carácter económico. El resto de los periodistas dijo haber recibido amenazas
relacionadas con una combinación de dos o más de los anteriores.
Tabla
2.8.1. Reporte de amenazas y su origen
Número de amenazas * |
N |
Frecuencias
|
%
dentro de amenazados |
%
del total de encuestados |
No ha recibido amenazas |
377 |
225 |
- |
59.7 |
Sí ha recibido amenazas |
377 |
152 |
100 |
40.3 |
Amenazado (a) una vez |
377 |
38 |
25 |
10.1 |
Amenazado(a) dos veces o más |
377 |
114 |
75 |
30.2 |
Origen de la amenaza ** |
|
|
|
|
Noticia sobre crimen
organizado |
152 |
65 |
42.8 |
17.2 |
Noticia política |
152 |
53 |
34.9 |
14.1 |
Noticia económica |
152 |
4 |
2.6 |
1.1 |
Otro origen o combinación |
152 |
30 |
19.7 |
8 |
* Pregunta: ¿Ha recibido usted
amenazas por su trabajo del año 2000 a la fecha?
** Pregunta: el origen de la amenaza fue una noticia…
Otra pregunta asociada a los climas de violencia y agresiones contra
periodistas ha querido analizar las medidas de seguridad y prevención que han
tomado los periodistas en los últimos cinco años. Los periodistas debieron
contestar ‘sí’ o ‘no’ a once posibles medidas, y posteriormente contestar a
pregunta abierta si hubieran tomado algún otro tipo de medida. Esta batería de
preguntas no es excluyente, por lo que un mismo encuestado puede haber tomado
una o más. En los resultados de la Tabla 2.8.2 se observa que las medidas
relacionadas con la censura o precaución al reportear encabezan la lista. Por
ejemplo alrededor de nueve de cada diez periodistas (91.2%) dice que desde
entonces pone más cuidado en la exactitud de hechos potencialmente sensibles.
Poco más de dos tercios de los encuestados (67.4%) dijo haberse autocensurado
ante temas potencialmente sensibles. Un poco menos de esa cifra (64.2%) se ha
retirado del lugar de los hechos y casi cada seis de diez periodistas (57.3%)
se ha debido someter a la censura impuesta de su medio sobre información
potencialmente sensible. Poco más de la mitad (50.3%) le ha ocultado
información a colegas poco confiables dentro de su medio y cuatro de cada diez
(41%) ha debido publicar información sin crédito a sí mismo. Poco más de un
quinto no ve salida a sus historias en su propio medio ha debido filtrarle
ideas o historias a medios internacionales (22.8%) y otro tanto (21.7%) ha publicado
en el extranjero. Un porcentaje parecido (20.1%) ha pensado en auto-exiliarse y
vivir fuera de la ciudad o país, mientras que poco menos de un quinto (18.7%)
de encuestados ha tenido que publicar su información de manera anónima en redes
sociales. También vemos que la medida menos utilizada es el uso de chaleco
antibalas y otros equipos de protección (8.2%). Se trata, por tanto, de medidas
que por un lado, no sólo limitan la libertad de expresión de los periodistas y
el acceso a la información por parte de los ciudadanos sino que también
restringen la posibilidad de conocer información vital de primera mano y además
limitan el crecimiento profesional y la conquista de la autonomía de los
periodistas al negarles la posibilidad de publicar y firmar su información.
Tabla
2.8.2. Medidas de protección tomadas en los últimos cinco años (pregunta
cerrada)
Medida
de seguridad |
N |
Frecuencias |
%
del total que
dijo “sí” |
Poner mayor cuidado en la
exactitud de los hechos en temas potencialmente
sensibles |
373 |
340 |
91.2 |
Autocensura sobre
información potencialmente sensible |
371 |
250 |
67.4 |
Retirarse del lugar de los
hechos (pero seguir reportando) |
371 |
238 |
64.2 |
Someterse a la censura del
medio frente a información potencialmente sensible |
368 |
211 |
57.3 |
Ocultar información a
colegas no confiables o sospechosos dentro de la propia redacción |
372 |
187 |
50.3 |
Publicación anónima de
noticias (sin crédito al autor) |
373 |
153 |
41 |
Filtración de historias o
ideas a agencias internacionales |
373 |
85 |
22.8 |
Otras medidas (Respuesta
abierta)* |
377 |
90 |
23.8 |
Publicar historias en el
extranjero |
374 |
81 |
21.7 |
Pensar en auto-exiliarse a
otro país o ciudad en el país |
373 |
75 |
20.1 |
Publicar anónimamente en
redes sociales |
374 |
70 |
18.7 |
Uso de chaleco antibalas y
otros equipos de protección |
378 |
31 |
8.2 |
Pregunta: ¿Durante los
últimos cinco años, ha tomado usted cualquiera de las siguientes medidas
para
protegerse de ataques de delincuentes o multitudes?
Por otra parte, en esta batería también se obtuvo una riqueza de
información a partir de las respuestas espontáneas que dijeron los periodistas
sobre medidas de protección y seguridad adoptadas en los últimos cinco años. A
través de estas respuestas (Tabla 2.8.3) es posible dilucidar los ámbitos
específicos que les preocupan, ya sea dentro de su trabajo y fuera de él. Se
obtuvieron 89 respuestas abiertas que mencionaron 115 menciones de prácticas o
medidas concretas –algunos encuestados mencionaron más de una medida en la
misma respuesta—. Por ejemplo, un periodista dijo que cambiaba su número de teléfono
y además cambiaba sus rutas hacia el trabajo constantemente. En una segunda
fase, se evaluaron todas las menciones y se revisaron los patrones emergentes
entre las respuestas y se agruparon en trece categorías claramente observables.
Tabla
2.8.3. Medidas de protección tomadas en los últimos cinco años (respuesta
abierta)
Estrategia de
seguridad (mención espontánea) |
# de
menciones |
Ejemplos de respuesta |
|
|
Medidas
ante temas e información sensible |
18 |
- Ya no se cubren ejecuciones o
delincuencia en general. - Mantenerme discreto
de algo que no conozco como temas de crimen organizado - No tocar a ciertos
funcionarios políticos - No indagar mucho en
temas sensibles - Cambio de fuente por
cuestiones de seguridad |
||
Cambio
de rutas y rutinas de movilidad y traslado |
15 |
- Cambiar rutas hacia el domicilio
y el trabajo - Revisar si alguien la sigue por
automóvil |
|
|
Seguridad
digital y precaución en uso de tecnología |
15 |
- Privacidad en Redes
Sociales - No contestar llamadas
telefónicas de números desconocidos - Cambiar de teléfono
constantemente |
|
|
Cambio
en rutinas de vida personal, social y familiar |
11 |
- Evitar hacer vida
nocturna, como cantinas, bares y restaurantes - Tener discreción en sus
actividades para proteger a su familia |
|
|
Cambio
de estrategias, ubicación y horarios de trabajo |
9 |
- Resguardarte o
apagar luces durante transmisión - Entrevistarse con
fuentes en sitios seguros - No cubrir sucesos después de las
8 de la noche |
|
|
Redes
de seguridad con familiares, amigos y colegas |
8 |
- Siempre informar si se va a salir
de la ciudad para realizar alguna cobertura y mantenerse en constante
comunicación con la redacción - Red de confianza |
|
|
Trabajar
en equipo |
8 |
- Reportar en grupos
con compañeros de otros medios - No ser los primeros a cubrir
notas del crimen, sino esperar a que los demás medios lleguen para reportar
en grupo - Compartir
información en momentos críticos |
|
|
Estrategias
de anonimato o minimizar identidad |
7 |
- Realizar enlaces sin reporteros a cuadro. - No usar uniforme o automóvil de la empresa para
evitar ser identificado - No portar gafete de prensa |
|
|
Recurrir
a leyes, autoridades e instituciones |
7 |
- Mantener
contacto directo con autoridades - Avisar a organismos de derechos
humanos amenazas en mi contra. - Resguardo de militares en
redados |
|
|
Capacitación
y protocolos |
6 |
- Protocolo de
seguridad |
|
|
Hacerse
de equipo o personal de protección |
4 |
- Uso de escolta - Un gas protector |
|
|
Protección
de datos personales |
4 |
- En el teléfono no aparecen los
nombres de la familia, por protección personal - No doy datos personales o
familiares - Cuidadoso con la entrega de
datos personales |
|
|
Exilio,
asilo o cambio de ciudad |
3 |
- Pedir asilo - Irse a vivir a la
frontera |
|
|
Pregunta: ¿Durante los últimos cinco años, ha tomado usted alguna otra medida para
protegerse de ataques de delincuentes o multitudes?
Los resultados muestran que la categoría más mencionada (N=18)
espontáneamente implicó medidas tomadas por redacciones o individuos con
respecto a la información sensible, desde dejar de cubrir ejecuciones o
delincuencia en general, como cambios de fuente, y en general tener mucho
cuidado con la información y los personas a los que se involucre. Otro patrón
de respuestas que hallamos fueron en relación a los cambios de rutinas, y rutas
de movilidad y traslado (N=15), es decir, medidas que se toman antes, durante y
después del trabajo, como por ejemplo ir vigilante de que no le sigan, no
caminar sola por la calle de noche, etc. También referente al cambio de rutinas
pero esta vez en el terreno más personal, encontramos menciones (N=11) que han
implicado para los periodistas disminuir su vida social, fortalecer sus lazos
familiares o mantener un perfil personal más bajo. Encontramos otro importante
número de menciones (N=15) en la categoría de seguridad digital y precaución en
el uso de tecnología y telefonía. Ya sea que algunos periodistas han debido
bajar su perfil en redes sociales o bien mantenerlo privado, cambiar de número
de teléfono, tener solamente los contactos mínimos, y en general tener más
cuidado en los rastros de información que van dejando. Encontramos también
otras dos estrategias asociada a la protección de la identidad. es la
protección de datos personales que han mencionado los periodistas (N=4) para
evitar ligar su identidad a su trabajo o a la de sus familiares. La otra es la
de minimizar la asociación del periodista con el medio para el que se trabaja
(N=7) al ya no portar gafetes, rótulos en automóviles o vestuario que los haga
fácilmente identificables como empleados de un medio y por tanto potenciales
blanco de ataques.
Otro tema recurrente es que los periodistas han aprendido a tejer
redes solidarias de trabajo, primero para mantener a jefes, colegas, familiares
y amigos al tanto de la ubicación, itinerario y rutas (N=8), como para trabajar
en equipo y caravana en situaciones potencialmente peligrosas o de riesgo (N=8)
lo que sugiere que el círculo inmediato de los periodistas está siendo un
importante bastión de soporte para sentirse más seguros.
Finalmente, las medidas preventivas y de seguridad más explícitas que
encontramos son la de tomar capacitación o establecer protocolos (N=6), hacerse
de quipo o personal de protección (N=4), recurrir o resguardarse con las
autoridades o marco legal (N=7), y cuando nada de eso parece funcionar, optar
por el cambio de residencia o asilo (N=3).
La adopción de estas medidas por parte de los periodistas revela
contextos en lo que las prácticas periodísticas se están debiendo transformar
en detrimento del acceso ciudadano a la información y principalmente de la
integridad de los periodistas.
2.9. Confianza institucional
Una crisis de credibilidad y confianza generalizada en las
instituciones gubernamentales y de procuración de justicia y seguridad, así
como un ambiente en el que prevalece un débil estado de derecho se reflejan en
los escasos índice de confianza institucional que muestran los periodistas en
México. Ninguna institución política y gubernamental alcanzó la confianza de al
menos la mitad de los periodistas, pues los índices de confianza para al menos
ocho actores políticos de la lista son menores al 15 por ciento. En la cima de
la tabla, encontramos los tres ítems introducido por el equipo mexicano.
Primero tenemos al propietario(a) del medio, en el que dijeron confiar mucho o
totalmente un 67 por ciento de periodistas con una media de M=3.77, aunque un
12.7 por ciento dijo tener poca o ninguna confianza en el propietario de su
medio. Sin embargo, la desviación estándar sugiere que esta confianza es
variable entre los periodistas. En segundo sitio aparecen los compañeros de
trabajo dentro del propio medio, que gozan de mucha o total confianza del 64.6
por ciento de los periodistas (M=3.78) aunque casi un siete por ciento tiene
poca o ninguna confianza en sus compañeros. En tercer lugar, ubicamos a los
organismos de derechos humanos, pues poco más de la mitad (54.7%) dijo tenerles
total o mucha confianza y un 13.9 por ciento dijo tenerles poca o ninguna. Los medios informativos en general gozaron de
total o mucha confianza de casi cuatro de cada diez periodistas (39.6%) aunque
el 13.5 por ciento no les tiene confianza. Esta cifra resulta paradójica e
ilustrativa respecto de ítems anteriores acerca de la división mental que se
hace entre el periodista como individuo y los medios informativos en conjunto. En
apariencia parece haber más confianza en compañeros y propietarios que en los
medios en general, aunque las cifras de confianza en compañeros y propietario
del medio pudieran ser mero reflejo del contexto mismo de la encuesta, que ocurría
frecuentemente al interior de sus propias redacciones.
A partir de ahí, la confianza en otras instituciones está por debajo
de los tres puntos (que significa: alguna confianza). Sólo un tercio de los
periodistas (29.3%) confía plenamente en los militares, pero casi cuatro de
cada diez (37.9%) desconfían de ellos. Aún así, son los actores del Estado que
más respaldo y menos rechazo obtuvieron en comparación con otros organismos y
actores. Es de notar que la desviación estándar de la confianza en los militares
es de las más altas de la Tabla 2.9.1, con lo que se muestra que esa confianza
es variable y pudiera deberse a factores asociados con el contexto local y el
protagonismo adquirido por la institución castrense a raíz de la escalada de
violencia del crimen organizado alrededor del país.
Casi la mitad de los periodistas (46.2%) desconfía del Congreso y sólo
le confía el quince por ciento. El gobierno en general tiene la desconfianza de
poco más de la mitad de los periodistas (51.2%) y sólo 13.4 por ciento le
confían. Los líderes religiosos obtuvieron aún mayor índice de desconfianza que
el gobierno o el Congreso, con un 54.2 por ciento de desconfianza y un doce por
ciento de total confianza.
Al sistema judicial le tiene mucha o absoluta confianza solamente uno
de cada diez periodistas (9.9%) pero seis de cada diez (61.4%) desconfían de
él. La policía resultó una de las instituciones que más desconfianza genera a
los periodistas, pues casi tres cuartas partes de los encuestados (73.5%) le
dio su confianza en contraste con el 6% que le respalda.
Los tres últimos lugares de la tabla los ocupan los sindicatos, los
políticos y sus partidos, con un 5.1, 3.8 y tres por ciento de confianza,
respectivamente. En contraste, de los sindicatos desconfía el 69.7 por ciento
de los periodistas, mientras que tres cuartas partes de los periodistas
desconfían de los políticos en general y casi ocho de cada diez (79%) de los
partidos. Las desviaciones estándar relativamente bajas sugieren un gran
consenso entre los periodistas en su nivel de desconfianza hacia los políticos,
posiblemente como reflejo de una percepción de altos niveles de corrupción e
ineficiencia gubernamental.
Tabla 2.9.1.
Confianza de los periodistas en actores e instituciones en diversos campos
Institución |
N |
% total o mucha confianza |
% poca o ninguna confianza |
Media |
Desviación Estándar |
|
El propietario del medio* |
370 |
67 |
12.7 |
3.77 |
1.09 |
|
Compañeros de trabajo dentro del medio* |
373 |
64.6 |
6.9 |
3.78 |
.88 |
|
Las organizaciones de derechos
humanos* |
375 |
54.7 |
13.8 |
3.5 |
.92 |
|
Los medios de comunicación
informativos |
371 |
39.6 |
13.5 |
3.31 |
.85 |
|
Los militares |
372 |
29.3 |
37.9 |
2.85 |
1.15 |
|
El Congreso |
374 |
15 |
46.2 |
2.56 |
1.03 |
|
El gobierno |
373 |
13.4 |
51.2 |
2.45 |
1.01 |
|
Los líderes religiosos |
374 |
12 |
54.2 |
2.38 |
1.05 |
|
El sistema judicial |
373 |
9.9 |
61.4 |
2.23 |
1 |
|
La policía |
373 |
5.9 |
73.5 |
1.93 |
.94 |
|
Los sindicatos |
373 |
5.1 |
69.7 |
1.97 |
.94 |
|
Políticos en general |
372 |
3.8 |
75 |
1.93 |
.86 |
|
Los partidos políticos |
372 |
3 |
79 |
1.83 |
.84 |
|
Pregunta: Por favor, en una escala
de 5 a 1, indique qué tanta confianza tiene, personalmente, en cada una de las
siguientes instituciones. 5 significa que usted tiene total confianza, 4 que
tiene mucha confianza, 3 que alguna confianza, 2 significa que tiene poca
confianza, y 1 significa ninguna confianza
* ítems propuestos y aplicados por el equipo
mexicano
Para calcular la media de confianza institucional de actores
agrupados, un análisis factorial arrojó tres componentes de ítems afines entre
sí: el primer componente, relativo a los actores
estatales y fuerzas de seguridad, estuvo compuesto por el gobierno, la
policía, el Congreso, el sistema judicial, los políticos en general, los
partidos políticos y los militares[11].
Este componente fue el único de los tres con un alto índice de consistencia
interna (α=.855) y
por tanto, el único del que se obtuvo una variable compuesta o latente. Los
resultados muestran que la confianza promedio de los siete actores gubernamentales
de la lista es de M=2.25, es decir, de poca a ninguna. La desviación estándar
relativamente baja (DE=.71) sugiere que el nivel de desconfianza institucional
hacia el gobierno, sus actores e instituciones es generalizado entre los
periodistas.
Pregunta: En cuestiones políticas,
la gente suele hablar de izquierda, derecha y centro.
En una escala donde cero es la izquierda, diez la derecha y cinco es el centro,
¿en dónde se ubicaría usted?
Por
otra parte, los periodistas tienen una orientación política predominantemente
al centro del espectro político y ligeramente tirado a la izquierda, como
sugiere la media de M=4.17 (DE=1.8) en una escala de 1 a 10, donde 1 es
“izquierda” y 10” es “derecha”. La desviación estándar tan alta sugiere que la
orientación política es definitivamente desigual entre los encuestados. Seis de
cada diez periodistas encuestados (61%) se identificaron al centro del espectro
(nivel 5) mientras que poco más de uno de cada tres (32.8%) se identificaron
como de izquierda y menos de uno entre diez (6.1%) como de derecha.
Conclusiones
Este estudio pionero en México ha dilucidado los perfiles
demográficos, laborales y profesionales de los periodistas en México a partir
de un cuestionario en el que además de registrar sus principales
características demográficas y laborales, mide sus percepciones respecto de los
roles y funciones que consideran importantes, el nivel de autonomía que
reportan, los factores que consideran influyentes en su trabajo, el grado de
relatividad que manifiestan respecto de la ética periodística y de ciertas
prácticas controversiales, los factores de cambio que creen han impactado o se
han intensificado en el trabajo periodístico, las amenazas que han recibido,
las medidas precautorias y de seguridad que han tomado, y el grado de confianza
que reportan respecto de ciertas instituciones.
Encontramos que el gremio periodístico no es mayoritariamente
colegiado y por tanto hay poca unión gremial o pocos organismos tanto de
regulación como de establecimiento de estándares normativos y profesionales.
Por otra parte, a diferencia de décadas anteriores, los periodistas en México son
predominantemente profesionalizadas mediante la educación formal universitaria,
lo que habla de que tienen los conocimientos mínimos necesarios para ejercer su
profesión. De la misma forma, son relativamente experimentados y tienen una edad
promedio de 38 años. Sin embargo, encontramos también que, pese a su nivel de
experiencia o nivel educativo, hay altos indicios de precarización generalizada
en cuanto a sus condiciones laborales, pues en general perciben bajos salarios –particularmente
los reporteros—y muchas cargas de trabajo. No sólo tienen amplias dificultades
para especializarse en un solo sector informativo –pues deben cubrir e informar
sobre todo tipo de información—sino que además muchos deben trabajar para dos o
más medios y plataformas, y dedicarse hasta más de un trabajo.
Aún con la marcada tendencia hacia la precarización laboral, los
ideales profesionales de los periodistas muestran una perspectiva optimista, al
mostrar una marcada adherencia a funciones periodísticas tendientes tanto a la
transformación social por un lado, como a la vigilancia de los actores de
poder, por otra. En contraste, la función propagandista o de
info-entretenimiento no fueron tan importantes para los periodistas en México,
al menos no en el nivel discursivo y perceptual. En una coyuntura de amplias
protestas, debilidad institucional y violencia, destaca el amplio apoyo que
tienen roles asociados al cambio social.
Por otro lado, la autonomía que reportan los periodistas en cuanto a
la selección y aspectos a enfatizar de las historias es relativamente alta y en
primera instancia, darían esperanza de que existen las condiciones para la
puesta en práctica de esos roles profesionales. Sin embargo, cuando se contraponen
los niveles de libertad percibidos en general, contra la libertad percibida para
informar sobre algunos actores e instituciones específicos, surge un panorama
más complejo en el que los políticos, las Fuerzas Armadas y las organizaciones
criminales ofrecen poco margen de maniobra para informar. A esto deben
agregarse los múltiples factores de influencia que condicionan, para bien o
para mal, el trabajo del periodista.
Encontramos que las políticas editoriales y las posiciones jerárquicas
de las empresas, y en general las influencias organizacionales, son las que
ofrecen mayor poder de influencia en el trabajo periodístico, seguidos por las
influencias de tipo comercial y económico, lo que significa que la autonomía
periodística en muchos casos continúa supeditada a intereses privados. Sin embargo,
no muy atrás se encuentran las influencias de tipo político, lo que ilustra la
naturaleza multifactorial y compleja, así como la gran cantidad de filtros y
niveles de presión a los que se somete el trabajo cotidiano del periodista en
México. A eso hay que agregarle que los periodistas perciben que en los últimos
años y con la digitalización, ha aumentado el involucramiento de las
audiencias, sus intereses y el material que producen en las agendas noticiosas.
Aunado a los crecientes cambios tecnológicos que suponen la mayor adquisición
de herramientas técnicas, los periodistas perciben un aumento en sus horarios y
cargas de trabajo, al tiempo que consideran que la presión para mantener la
credibilidad del periodismo y su importancia para la sociedad han aumentado de
la mano de dichos cambios.
Dos aspectos insoslayables que añaden a sus presiones éticas,
comerciales y tecnológicas es que perciben un aumento generalizado en las
condiciones de riesgo para su ocupación, tanto en la creciente ola de violencia
contra periodistas, como en las presiones políticas y otras formas de censura.
Incluso, el que cuatro de cada diez periodistas haya sido amenazado nos habla
de que los ambientes periodísticos enfrentan constantemente desafíos para la
protección de su integridad y seguridad. Las amenazas tienden a provenir del
lado del crimen organizado, pero sin que hayan cesado las tradicionales
amenazas desde el poder público y establecido.
Ante tales escenarios de riesgo, los periodistas en México han debido
responder de manera pragmática mediante medidas de seguridad que incluyen
cambio de rutas y rutinas personales, sociales, de traslado y de movilidad;
seguridad digital, protección de datos personales y estrategias de anonimato
para proteger la identidad mientras se trabaja; el compartir información o
publicar en medios del extranjero; el trabajo en equipo durante la recolección
de noticias pero también el establecimiento de redes de confianza (Relly and
González de Bustamante, 2014); y en menor medida el equipo de protección, los
protocolos de seguridad, la capacitación
o la petición expresa de ayuda a autoridades e instituciones.
Sin embargo, la estrategia más utilizada por los periodistas es, por
mucho, la de recurrir a la censura, la autocensura o el manejo delicado de
información potencialmente sensible. As consecuencias de tales medidas es
dramática para poder materializar las funciones transformativas que ellos
mismos se han planteado y para garantizar el acceso a la información e los
ciudadanos y la rendición de cuentas de los actores poderosos. De hecho, la
escasa confianza institucional que tienen los periodistas en el aparato
político refleja su profundo escepticismo, particularmente respecto de los
políticos, los partidos, el sistema judicial y la policía, es decir, los
actores encargados de preservar su integridad y garantizar su libertad de
expresión. Dada la orientación política hacia el centro y centro izquierda del
espectro, sería de esperar que los ideales profesionales que les animan los
lleve a cuestionar al poder, pero la gran cantidad de presiones a los que se
ven sometidos parece empujarlos en otra dirección.
Por último, la ética periodística resultó un terreno de contrastes,
pues aún si la mayoría de los periodistas considera que la ética periodística
debe aplicarse más allá de circunstancias concretas, un número considerable
tiende a relativizar la ética periodística respecto de circunstancias
específicas, lo que revela que la profesión periodística continúa siendo un
trabajo en construcción, con estándares normativos poco consensuados y
dependientes de las coyunturas y los contextos. En todo caso, es el propio
contexto sociopolítico que se vive en el país y su naturaleza desafiante los
que parecen estar proporcionando los incentivos para que los periodistas sigan
resueltos a continuar con su labor pese a las múltiples adversidades que
enfrentan, entre ellas, además de la escalada de violencia contra periodistas,
la enorme dependencia que aún sostienen varios medios y sus propietarios
respecto de la publicidad gubernamental, uno de los grandes desafíos para el
periodismo de calidad y la independencia del periodismo.
Consideramos que este breve panorama descriptivo de la cultura
periodística mexicana habrá de arrojar luz para futuros estudios que busquen
comparar los perfiles profesionales de los periodistas entre regiones y tipos
de medios, y para hacer acercamientos de corte cualitativo, cuantitativo, de
naturaleza transversal y longitudinal a las diversas relaciones entre las
variables aquí presentadas. ¿Quiénes son los periodistas con más oportunidades
de materializar sus roles profesionales con mayor autonomía y con la
posibilidad de vencer los obstáculos? ¿Quiénes son los que enfrentan un camino
cuesta arriba respecto de dichas adversidades?
Las futuras investigaciones podrán analizar ésas y otras interrogantes
que se desprenden de este estudio. Por lo pronto, confiamos que habrá de
constituirse en un diagnóstico útil y necesario para generar las estrategias
que acompañen a los procesos de profesionalización y mejora de la calidad del
periodismo mexicano, así como en políticas públicas que garanticen la
integridad, seguridad y libertad de expresión de los periodistas en México.
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Hampton Press, pp. 433-452.
[1] Las autoras agradecen el apoyo y asesoría del periodista
Marco Lara Klahr, investigador asociado del estudio, así como a las
instituciones que otorgaron recursos financieros, materiales y logísticos para
la realización de la investigación: Universidad de Miami, el Comité Central del
Worlds of Journalism Study en la Universidad de Múnich, y la Universidad
Iberoamericana Ciudad de México. Agradecemos también el esfuerzo, dedicación y
contribución de los asistentes y equipo de investigación y finalmente,
externamos nuestra más profunda gratitud a los periodistas y medios que participaron
de la encuesta y apoyaron el estudio.
[2]El estudio no es
representativo de la distribución de género en el país al carecer de un censo
de periodistas para determinar la distribución de la población total—ya se ha
establecido que se trata de una muestra representativa del tipo de medios. Sin
embargo, creemos sintomático que gran parte de los periodistas a quienes se
tuvo acceso, particularmente en puestos gerenciales, fueron del sexo masculino
y que los primeros puntos de contacto en las redacciones (secretarias o
recepcionistas) recomendaran hablar y nos canalizaran preponderantemente con
periodistas de sexo masculino. Esto lo corroboramos también con la lista de
periodistas a los que no se tuvo acceso o con quien no se concretó entrevista,
quienes también resultaron ser en su mayoría de sexo masculino. En todo caso,
la cifra no es lejana del porcentaje de la fuerza general en general.
[3] Instituto Nacional de
Estadística, Geografía e informática (2016) Encuesta
Intercensal 2015- Panorama Sociodemográfico de México 2015, Sección
Características Económicas, disponible en:
http://www3.inegi.org.mx/sistemas/Panorama2015/Web/Contenido.aspx#Estados
Unidos Mexicanos33000
[4] La pregunta original del
cuestionario fue: “¿se identifica usted con un grupo étnico? si sí, ¿cuál? “,
se codificaron las respuestas respecto de grupo étnico para el caso de “sí” y
para remover todas las que hicieran referencia a mestizo, etc., y se creó una
segunda variable tipo “dummy” llamada “Se identifica como indígena” cuya
respuesta fue Sí o No.
[5] La cifra “Población
que se considera indígena” es de 21.50%, la población que se considera
afrodescendiente: 1.16%, La población de tres años o más que hablan alguna
lengua indígena: 6.52%. Fuente: Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
informática (2016) Encuesta Intercensal
2015- Panorama Sociodemográfico de México 2015, Sección Etnicidad,
disponible en: http://www3.inegi.org.mx/sistemas/Panorama2015/Web/Contenido.aspx#Estados
Unidos Mexicanos33000
[6] Prueba del Chi
Cuadrado de Significación
al = .000
[7] Los siete componentes y sus roles asociados
arrojados por el análisis factorial (funciones) son: 1) Agente Crítico de Cambio: ayudar a mantener la paz y la
estabilidad social, apoyar el desarrollo nacional, favorecer el desarrollo
económico y bienestar de la comunidad, fomentar el cambio social, promover la
tolerancia y la diversidad cultural, educar a la audiencia, dejar a la gente
expresar sus puntos de vista; 2) Watchdog,
cinco roles: monitorear y escudriñar actores políticos, establecer la agenda
política, proveer análisis de temas de actualidad, influir en la opinión
pública; 3) Función Consumo-Populista:
proveer entretenimiento y relajación, proveer asesoría y orientación para la
vida diaria, proveer historias que atraigan audiencias; 4) Función propagandista: dar una imagen positiva de líderes
políticos y a poyar políticas gubernamentales; 5) Función cívico motivadora: motivar la participación política,
proveer información que la gente necesita para tomar decisiones políticas
(consistencia interna de α=.0.64) ; 6) Función
Adversaria: Ser adversario del
gobierno, actuar como vigilante de las organizaciones criminales (consistencia
interna pobre de α=.0.42); 7)Función
diseminadora: Reportar las cosas como son; ser observador distanciado
(consistencia interna baja de α=20). En este reporte estamos presentando los
resultados de todas las preguntas e ítems aplicadas en el cuestionario,
incluídas las preguntas que sólo se aplicaron en México. En otros artículos
hemos utilizado menos ítems para su comparabilidad regional o global (Hughes et
al 2016, Hughes y Márquez Ramírez, 2017),
por lo que pudiera haber ligeras variaciones en los ítems agrupados para cada
factor.
[8] El factor Influencias sociopolíticas incluye los siguientes 8 ítems: funcionarios de gobierno, políticos,
empresarios, multitudes, relaciones públicas, censura, El Ejército, policía y
fuerzas de seguridad y el ambiente de seguridad pública; Influencias grupos de referencia incluye 6 ítems: colegas en otros
medios, amigos y familiares, compañeros de trabajo, responsabilidades
familiares, consideraciones religiosas y la inequidad de género. Influencias organizacionales incluye 4
ítems: jefes directos y editores, altos directivos de su medio, dueño o dueños
de su medio y política editorial; Influencias
comerciales incluye tres ítems: anunciantes e intereses publicitarios,
expectativas de ganancia económica, e investigación en audiencias de mercado, Regulación y Marco Legal incluye 3
ítems: acceso a la información, legislación sobre medios y medios de la
competencia (α=.53, Varianza 6.52%); Fuentes y
Audiencias consiste de los ítems: Retroalimentación de la audiencia y
Relación con las fuentes (α=.525, Varianza de 5.82%); Tiempo y Recursos
de 2 ítems: Disponibilidad de recursos para obtener información y Plazos,
cierres y restricciones de tiempo (α=.54 y varianza de 5.34%); Valores
personales y éticos de ética periodística y valores y creencias personales (α=.23) Varianza de 4.69%). Los índices de Alfa de Cronsbach (α) de consistencia interna y el porcentaje de varianza explicado por los primeros cuatro componentes
se indica en la Tabla 2.5.2. Los factores arrojados por el análisis reflejan
todos los ítems del cuestionario respecto de esta pregunta, por lo que puede
haber ligeras variaciones con resultados reportados con anterioridad (Hughes et
al, 2016; Hughes y Márquez Ramírez, 2017) en los que los análisis factoriales
se basaron en menos ítems de la pregunta para hacerlos comparables.
[9] La dimensión Cambio
en el Impacto de Audiencias incluye los ítems: involucramiento de la
audiencia en la producción de noticias, retroalimentación de las audiencias,
blogs, video y otro material producido por audiencias, y redes sociales como
Twitter o Facebook. La dimensión Cambio
en el Impacto de Valores Normativos incluye los ítems: Formación educativa
del periodista y Estándares Éticos; y la dimensión Cambio en el Impacto del Comercialismo incluye los ítems:
Anunciantes e intereses publicitarios, Presiones por expectativas y ganancias
económicas, La competencia, Las relaciones públicas, Investigación de audiencia
y mercados, y El sensacionalismo.
[10] El componente Violencia
contra periodistas se constituye de cuatro ítems: Crímenes contra
periodistas, Ataques de multitudes vs. periodistas, Inseguridad pública, Ataques
de políticos vs. periodistas y Autocensura; Censura
y presiones se compone de Censura dentro de su medio, Otras formas de
Censura, Presiones del gobernador del Estado hacia los periodistas, Presiones
del presidente a los periodistas; el componente Aspectos Externos concentra: Leyes regulatorias sobre medios,
Presiones del rating, lectores y tráfico web, y la Polarización económica y
social (Alpha de Cronsbach de α=.662, Varianza explicada 12.3%); mientras que el
último componente, Condiciones para
Periodismo de Calidad incluye los ítems: Facilidades o condiciones para
ejercer el periodismo de investigación y Acceso a la información Pública por medio
de leyes de transparencia (Alpha de Cronsbach de α=.512, Varianza
explicada 9.83%). Los índices de consistencia interna y porcentaje de varianza
de los primeros dos componentes se ilustran en la tabla 2.7.5.
[11] Los siguientes dos componentes arrojados por el análisis
factorial fueron: las instituciones
sociales, se ubicaron los líderes religiosos, organizaciones de DDHH, los
sindicatos y los medios (Consistencia interna de α=.672, Varianza de 16.9%). Un tercer componente agrupó a los propietarios de los medios y los
compañeros de trabajo dentro del medio (Consistencia interna de α=.65, Varianza de 14.04%). Método de
extracción: Análisis de Componentes Principales (PCA) con rotación ortogonal
Varimax y normalización Kaiser, Medida de Kaiser-Meyer-Olkin de adecuación de
muestra (KMO) de .853 (adecuado), y coeficiente de significación de p=.000.